Torció a la derecha y siguió andando, despreocupadamente y sumida en la más profunda de las tristezas. Ya no le importaba nada. Guiándose por su instinto, buscó con desesperación a la que antes había sido su enemiga. No creía que fuera a encontrarle, pero, mientras tuviera una posibilidad, la buscaría. No podía hacerlo sola.
Tropezó sin darse cuenta con una niña pequeña, de unos cuatro o cinco años. Le ayudó a levantarse y le sonrió con amabilidad.
- Lo siento.- dijo.
Sin embargo, la niña dio un paso hacia atrás, asustada. Sabía lo que estaba viendo. Sabía que estaba viendo en sus ojos, antes azules, un gran rastro de oscuridad. Como si aquella muchacha no tuviera alma. La niña soltó un grito, empezó a llorar y se marchó de allí, deprisa. Respiró hondo y siguió con su camino, directa a su destino.
Entonces, llegó. Era una casa a las afueras de la ciudad, con un gran jardín. Abrió la cancela. A medida que se iba acercando a la casa, más iba sintiendo su presencia.Soltó un suspiro y, decidida, llamó al timbre.
Salió a recibirla una chica, rubia, con ojos rojos. Ella la miró de arriba abajo, sorprendida.
- ¿Se puede saber qué estás haciendo aquí tú sola?- preguntó. Parecía algo enfadada.-¿Dónde está Adrián?
Volvió a soltar un suspiro y la miró. Su ex enemiga vio tinieblas en sus ojos y, rápidamente, imaginó lo que había pasado.
- Vengo a que me mates.- contestó.
Ella sonrió ampliamente, con la maldad reflejada en sus ojos rojos, y le dejó pasar.
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Besos Prohibidos
FantasyDesde siempre, ángeles y demonios se han enfrentado. Su instinto los lleva a luchar hasta la muerte, aunque tengan familia y algo por lo que seguir adelante. Pero para toda regla hay una excepción, y a lo largo de los siglos, una pareja formada entr...