Ya a pasado todo un día y no he vuelto a esa casa, en estos momentos me da igual lo que pase, me esfuerzo cada día por llevarme bien con él, pero parece que jamás me va a querer al menos como una simple amiga, no me refiero a otra cosa...
La verdad es que ya no soporto estar tanto tiempo allí, sin poder hacer nada.
Los momentos se van pero regresan cuando estoy así de vulnerable. Quiero ser fuerte y no sé como seguir.
De repente mientras caminaba por un callejón... alguien tapó mi boca con un pañuelo con ese olor característico a cloroformo. En tan sólo unos instantes con mis últimos gritos de auxilio, me desmayé.
Lo único que escuché antes del desmayo fue... _Bien, ¡ya la tenemos!, llevemosla con la jefa._ Todo se volvió oscuro, otra vez....
...
_Denle la bienvenida a nuestra linda, nueva bailarina._ Escuché, casi aturdida al despertar._ Quien ya a despertado después de 3 horas. ¿Cómo ha descansado la princesa? Supongo que bien después de verte prácticamente dormir por tanto tiempo._ Cuando ya tuve la mitad de mi conciente en cuerdo, pude sentir cómo mis muñecas eran detenidas ferozmente con una soga.
Estoy sentada ahora mismo, en una silla, sin nada que cubra mi boca.
_ ¿Quien es usted? ¿Y por qué me tienen aquí, en un especie de... bar?_ Pregunté aturdida.
_ Te hemos buscado por mucho tiempo, creímos que no encontraríamos tu ubicación, hasta que dimos con la calle en donde te vieron los muchachos por última vez._ Respondió la señora.
_ ¿Por qué siguen buscando me? ¿Por qué no me dejan en paz? ¿¡Ah!?_ Pregunté ya enojada.
_ Por qué tú has sido condenada a ser nuestra pequeña presa, no te quejes, podría ser peor._
_ ¿¡Peor cómo Qué!? Me hicieron la vida miserable. ¿¡Qué podría ser "Peor" Eh!?_ Exclamé muy molesta.
_ Cálmate, y no hagas que pierda mi paciencia. Estoy de buen humor hoy._ Respondió.
_ Nos volvemos a ver, qué linda te vez después de tanto tiempo, nena._ De repente entró ese hombre por la puerta trasera del bar.
_ ¿¡Tú otra vez!? ¡Aléjate de mí o voy a golpear te!_ No puede ser que este pasando ésto.
_ Tranquila, ¿acaso no te gustaron aquellos juegos? Si fueron tan hermosos..._ Riendo*.
_ ¡Eres un monstruo!. Me das Ascó._ Dije con tan repulsión.
_ Déjame recompensar te por eso nena._ Se acercó hasta donde yo estaba. Comenzó a acariciar mi pierna derecha.
No lo resistí ni un segundo y con gran fuerza le dí una fuerte patada en sus t*sticulos.
_ ¡Ahhh! ¡Hija de p***!_ Estaba a punto de darme una bofetada, pero...
_ ¡Déjala en paz! Por tu culpa tuvimos muchos problemas._ Lo tomó de su camisa bruscamente para que girará hacia ella. _ No creas que vas a poder hacer lo que se te venga en ganas aquí. Que te quede claro. Yo. Soy. La Jefa._ Dijo amenazadoramente.
_ 'La Jefa' si no fueses mujer..._ Desafío.
_ ¿Qué harías, eh? Ni te atreverías, perro maldito. No eres ni la mitad de lo que deberías de ser a comparación del gran jefe, tu actitud es la que habla de tí, 'hombre' patético, diría Yo._ Ella comenzó a reír burlonamente. Soltó su camisa dándole un empujón brusco. _ Sal de mi vista, Ahora. ¡Jack!_ Llamó a su guardaespaldas.
_ ¿Si, gran jefa?_ Llegando hasta ahí, preguntó.
_ Acompaña al señor hasta afuera, tengo demasiados problemas en los que ocuparme como para perder mi tiempo en un ser tan despreciable._ Dijo autoritariamente, viendole con desprecio.
_ No te preocupes, sé dónde queda la salida, de todos modos solo estaba de pasó._ La miró con gran indignación.
_ Entonces, lárgate. Y no te quiero ver cerca de la niña o me conocerás._ Por último, él estando de costado, giró hacía mí por completo para dedicarme una mirada sería de arriba y abajo, para ya irse.
_ Tú, trabajarás en este bar como camarera para mí. Pero mucho cuidado con intentar escapar, o verás las consecuencias._ Dijo, acercándose a mí. _ De cualquier manera, los guardias ya tienen tus datos tanto físicos como personales, así que no tienes chance de escapar de aquí._ De repente se giró hacía el mismo guardaespaldas de antes.
_ ¿Qué necesita, señorita?_ Le preguntó esté a la mujer.
_ Desata la soga, liberen la, y enseñe le lo que tiene que hacer. Y para tí, estas son mis reglas._ Se giró hacía mí nuevamente. _ 1. Harás todo lo que yo te diga. 2. No dejaré que ningún hombre se te acerque, exepto mis guardaespaldas. 3. Tienes prohibido entrar a los cuartos cuando hayan clientes, y 4. No te encariñes tanto con el personal o con quien sea aquí, suelen ser temporales o algunos se van por qué ya cumplen con su deber para regresar con sus respectivos familiares. La 4 es más que nada para no tener que aguantar tus quejas más tarde, ya me a pasado antes. Eso es todo, procedan con las órdenes dadas, chicos._ Ella se dió media vuelta sin dejar que pudiese decir ni una sola palabra, y comenzó a caminar al lado contrario de la salida y sin más, desapareció detrás de una gran puerta.
_ No te asustes, ésto será muy fácil si sigues las reglas. Y no intentas escapar, por supuesto._ Tomó una navaja y cortó la soga, liberandome.
_ ¿Como puedo confiar en Ustedes? ¿Y por qué ese tipo sigue estando bien como si nada?_ Pregunté con mi ceño fruncido, parandome a los segundos de esa silla.
_ Después de que te escapaste el gran jefe se enteró, pero yo sólo sé que él fue golpeado muy gravemente hace unos días, y aún así sigue llendo a todos lados y sigue igual de loco como siempre, como si nada hubiese pasado._ Me relató, él.
_ ¿Como sabes que me escapé si no nos conocemos usted y yo?_ Pregunté sospechosamente.
_ Como dijo la señorita, tenemos tus informes con nosotros y todo lo que sucedió. Si quieres saber más, pues tendrás que buscar por otros lados. Yo sólo sé lo necesario. Y por sierto, no me llames por usted, apenas tengo 23 años._ Sonrió encantadoramente.
Jackson;
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_ Lo siento, la costumbre, yo no puedo confiar en casi nadie después de tantos sucesos, que alguien sea tan amable conmigo me abruma._ Hice una mueca.
_ No te preocupes, yo no soy capaz de hacerte nada. Pues, me presento, yo me llamo Jackson, ¡un placer conocerte, señorita!_ Extendió su mano hacia mí, para estrecharla.
Miré su brazo extendido y luego su mano, y con algo de desconfianza, acerque mi mano hacia la de él.
_ Igual digo, yo soy Jisoo, Kim Jisoo._ Entonces estrechamos nuestras manos.
_ ¿Por qué hablas tanto con la nueva empleada?_ Apareció otra chica detrás de él después de haber cerrado la puerta que estaba por detrás del desconocido.
