Segunda parte de: Sueños.
Maite estaba sentada en su cama leyendo un libro sobre animales fantásticos. Quitó su atención del mismo y comenzó a preguntarse cómo y cuándo había llegado hasta allí. Lo último que recordaba era haber cenado en familia antes de irse a la cama. Miró por la ventana logrando ver cómo los rayos del sol iluminaban toda su habitación. Unos suaves golpes en la puerta de su habitación la sacaron del trance.
—Pase.
La pelirroja abrió la boca con sorpresa al ver cómo tres chicos atravesaron la puerta.
—Hey, ¿qué lees? —preguntó con curiosidad el rubio acercándose un poco a la chica.
Ella colocó el libro cerca de su pecho como si se lo fueran a robar, provocando que Alex retrocediera un poco confundido.
—Se que es un sueño pero... se siente muy real —murmuró la adolescente sin moverse.
—¿Verdad que si? —dijo divertido el peli negro señalando a su alrededor.
—Creímos que... estarías molesta luego de saber que estábamos en la banda con Julie y que, somos fantasmas —se animó a decir el castaño dando un paso al frente—. Pero luego hablaste con nosotros sin siquiera vernos como si fuéramos amigos de toda la vida.
—Es que todo esto es una locura —sentenció Maite sentándose correctamente—. Quiero decir, creía que eran producto de mi imaginación y resulta ser que son fantasmas que se meten en mis sueños... creo que es normal que sienta que pierdo la cabeza.
Reggie y Luke sonrieron ante aquel último comentario, pero Alex pensó seriamente en las consecuencias que podría tener lo que estaban haciendo. Temía que la pelirroja realmente creyera que estaba perdiendo la cordura.
—De todas maneras... las cosas no tienen porque cambiar —sugirió Luke sentándose a los pies de la cama sin dejar de mirar a la chica—. Eres nuestra amiga... o, al menos eso creo.
La chica pasó su mirada por cada uno de los fantasmas, antes de frotar sus sienes y suspirar con pesadez.
—Si, tienen razón. Aunque creyera que eran sueños, hicimos cosas juntos... cosas que hacen los amigos, así que supongo que eso los convierte en mis amigos —aseguró ella intentando sonreír.
Los chicos sonrieron ampliamente ante la aceptación de Maite como sus amigos. Los tres le tenían bastante cariño a la chica, y si ella se hubiera enojado y los hubiera mandado a volar, no tendrían más opción que dejarla tranquila.
—Entonces... ¿quién tiene hambre? —preguntó ansioso Reggie frotando sus manos. Las miradas de los demás se posaron en él—. ¡Oh, vamos! ¡Es el único lugar en el que podemos comer! Tal vez no sea comida real, pero la pizza sabe deliciosa.
Tras esas palabras, Luke y Maite se levantaron de la cama para dirigirse a la cocina en busca de todo tipo de comida chatarra.
-------------------
—¿A ver si entendí? —dijo Flynn con notable confusión cerrando su casillero—. ¿Haz estado soñando con tres fantasmas, que creías que eran producto de tu perturbada mente, y resulta ser que son los chicos con los que toca Julie?
—Sip, eso es correcto.
—¿Y por qué yo sigo sin poder verlos? —cuestionó Flynn con indignación llevando una mano a su pecho—. Quiero decir, ¿tanto les costaba entrar en mis sueños también? —agregó y se llevó una pastilla de menta a la boca. Maite se encogió de hombros—. ¿Pues sabes que?, pueden quedarse ustedes con esos chicos lindos. No necesito fantasmas en mi vida, ya suficiente tuve con Carrie cuando creí que éramos amigas —agregó con resentimiento mirando en dirección a donde la nombrada estaba.
Maite negó. A veces le daba miedo lo rencorosa que podía llegar a ser Flynn.
—De todas maneras... Solo puedo verlos en sueños, así que no tiene mucho sentido.
—Si, que triste que solo puedas hablar con ellos mientras duermes —comentó la chica de trenzas con notable ironía—. Debe ser horrible que tengas que ver sus preciosas caras cada noche —agregó en el mismo tono, y luego puso los ojos en blanco.
La pelirroja se dispuso a reír ante el comentario tan sarcástico que obtuvo de su amiga. El timbre sonó y rápidamente ambas comenzaron a caminar hacia sus respectivas clases.
Al salir, Julie detuvo a Maite en su casillero. La morena respiraba agitada, intentando regular su respiración. Parecía haber corrido una maratón, aunque solo hubiera estado buscando a la pelirroja por todo el lugar.
—Los chicos me lo dijeron —expresó aun intentando calmar su respiración.
—¿Qué te dijeron exactamente? —preguntó Maite con notable confusión al cerrar su casillero.
—¡Que fue Reggie con quien te besaste! —gritó la morena, llamando la atención de algunos chicos que pasaban cerca.
Ambas sonrieron incómodas, antes de dirigirse a un baño para hablar con más privacidad.
—Fue una vez Julie. Y, en mi defensa creía que era un sueño más —se quejó la pelirroja—. Tú misma me dijiste que lo olvidara.
—Okey, si, tal vez sea en parte mi culpa. Pero no cambia los hechos. Te gusta Reggie, y tú le gustas a él —sentenció Julie tomando a Maite de los hombros.
—Eso es ridículo. Además, ¡es un fantasma!
—¿Y eso qué? Es más real y posible que tu obsesión por personajes que no existen —la morena se alejó y se miró en el espejo del baño, recargando su peso sobre sus manos en el lavamanos.
—No te atrevas a decir que mi amor por Peter Parker es imposible —dijo ofendida Maite, provocando que Julie riera.
—Solo, creo que deberías darle una oportunidad. Es un chico genial —indicó girándose hacia su amiga—. Deberías ver cómo le brillan los ojitos cuando habla sobre ti —agregó enternecida al recordar las mejillas rosas del peli negro cuando les contó lo ocurrido con su amiga.
Ella pasó una mano por su cara un tanto frustrada. Le parecía una locura tener una relación con un fantasma, que para colmo solo podía ver cuando dormía. La vida parecía ser injusta con ella, le había enviado el chico de sus sueños, a sus sueños... literalmente.
—Está bien. Lo voy a pensar.
Eso fue suficiente para que Julie diera pequeños saltos de emoción. La idea de ver a dos de sus amigos más cercanos ser pareja, a pesar de que no fueran parte del mismo mundo, le alegraba el corazón.
ESTÁS LEYENDO
Julie and the Phantoms ||| One Shots
FanficHistorias cortas salidas de mi imaginación de Julie and the Phantoms. Pedidos abiertos :)