Reggie estaba sentado afuera de aquella cafetería tan vintage cerca de la casa de Julie, donde por un motivo que sus amigos no conocían, se la pasaba la mayor parte de su tiempo libre. El peli negro esperaba impaciente a una chica, una viviente.
Las últimas semanas, se había dedicado a conocer a fondo a una peli negra que asistía al mismo instituto que Julie. Lo que llamó su atención en primer lugar, fue la forma tan llamativa de vestir que la muchacha tenía. Luego se emocionó al saber que sus canciones favoritas eran las de su banda antes de morir. Pero lo que realmente logró enamorarlo fueron aquellos hermosos ojos grandes y verdes, que lo habían hipnotizado a primera vista.
El fantasma nunca se había sentido tan atraído por alguien, cómo lo hacía con aquella joven. Estar enamorado de una viviente de cierto modo, le rompía el corazón. Él sabía que ella no lo podía ver, y aunque ese fuera el caso, él estaba muerto. «Que importa eso. Luke también está muerto y está con Julie», pensó casi excusándose para no sentirse mal por su forma de actuar.
Su corazón pareció acelerarse al ver cómo la chica entraba en la cafetería a pedir lo mismo de siempre: un batido de mango, fresa y sandía.
Reggi se moría por probar aquella bebida y descubrir la razón por la que la peli negra la amaba tanto. Ser fantasma era risas y felicidad, hasta que se te antojaba alguna delicia que no podías comer por no tener un estómago.
Se puso sumamente nervioso al ver cómo Abigail se acercaba hasta él, sentándose justo frente a él mientras utilizaba su celular. Reggie observó a su alrededor, sin entender porqué se había sentado en aquella mesa cuando prácticamente todas las demás estaban libres.
—Amo tu chaqueta de cuero —habló la chica en voz alta.
El peli negro se sacó completamente de onda. Miró nuevamente a su alrededor, creyendo que ella podría estar hablando con alguien detrás de él o algo así, pero no había nadie cerca. Abigail dejó su celular apagado sobre la mesa y miró al fantasma, esperando que él dijera algo.
—¿Mi-mi-mi cha-chaqueta? —preguntó al borde de un colapso nervioso, sintiendo cómo su rostro se calentaba.
La chica sonrió. —Es muy cool —El contrario no hizo más que asentir algo engatusado por la situación y los ojos claros de la joven.
—Gra-Gra-Gracias... A mi me-me gustan tus botas —indicó él observando las mismas.
—Entonces... ¿eres un fantasma? —preguntó sin más ella mientras se recostaba un poco en su asiento.
Reggie intentó vocalizar alguna palabra durante varios segundos, logrando pronunciar un simple "¡¿Qué?!". Sin lugar a dudas aquello lo tomó desprevenido. El hecho de que ella lo viera ya era una completa locura.
—Según yo eres parte de la banda de Julie... y estás muerto —agregó sin darle demasiada importancia a lo que decía—. Cool —dijo con una sonrisa.
—¿Cool? —cuestionó el chico sin comprender del todo—. Créeme, no es nada cool que tu amiga viviente te refregue en la cara como ella puede tomar helado y tú no porque no tienes estómago para digerirlo —se quejó recostándose un poco en el asiento. La peli negra rió un poco ante el comentario y Reggi juró que se había vuelto a enamorar—. Lo-lo lamento. En realidad si es cool ya que puedo teletransportarme y hacer que aparezcan mis instrumentos y-y- y creo que estoy hablando demás —dijo nervioso evitando hacer contacto visual con Abigail.
Una mujer se acercó con el batido de la joven y se lo dejó sobre la mesa. El peli negro miró la bebida mientras se le hacía agua a la boca. La chica se sintió un poco mal al verlo así.
—Ay, ahora me da cosita tomar mi bebida —se quejó ella mirando con algo de desagrado el batido.
—¡No! No, no te sientas mal por mi. De verdad, ya estoy acostumbrado —la animó indicando con su mano que bebiera.
Abigail lo miró unos segundos no muy convencida, pero luego tomó el vaso y le dió un largo sorbo a la bebida. Evitó decir lo delicioso que le parecía para no hacer sentir mal al contrario.
—Entonces Reggie...
—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó curioso él nombrado.
Ella sonrió de lado. —De la misma manera que tú sabes el mío. Solo que yo a ti no te sigo a todas partes —indicó mientras daba otro sorbo.
En ese momento el peli negro no supo cómo reaccionar. Se sentía un completo tonto y acosador. ¿Cómo es que ella sabía? ¿Y cómo es que lo veía? La cara de él era todo un show.
—Hey, relájate —dijo ella—. Está todo bien.
—No, claro que no. ¿Cómo es que me puedes ver y cómo sabes... lo que sabes? —cuestionó ansioso por la respuesta.
A Abigail se le hacía muy tierno el fantasma. Debía admitir que era muy lindo, cantaba realmente bien y al parecer, ella era su tipo. Sonrió de lado antes de dar otro sorbo a su batido.
—Digamos que tengo este don de ver fantasmas.
—¿De verdad? —ella asintió—. Pues me hubiera gustado saber antes de... —se detuvo a sí mismo al darse cuanta de la estupidez que diría. La peli negra lo miró con los ojos abiertos esperando a que continuara—. ¿Sabes qué? Re-Recordé que tengo a-algo importante que hacer —indicó levantándose apresurado casi cayendo.
—Espera... ¿te vas así sin más? —cuestionó la chica levantándose.
—Lo lamento. La-La verdad es que estoy muy nervioso y confundido. Necesito aclarar mis ideas —dijo con rapidez. A punto de marcharse, se giró sobre si mismo y se acercó un poco a Abigail que lo miraba confundida—. Ven al ensayo de hoy —rogó.
—Lo pensaré —respondió ella sin darle importancia.
Reggie se alejó con una media sonrisa antes de desaparecer y dejar a la peli negra con una tonta sonrisa de enamorada.
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Julie and the Phantoms ||| One Shots
FanfictionHistorias cortas salidas de mi imaginación de Julie and the Phantoms. Pedidos abiertos :)