La Dama de la Mafia / KTH+18

Capitulo 12

T/N Davis

Me lleno los pulmones de aire fresco, lo necesitaba. No se si podría seguir fingiendo que no me sorprende verlo aquí.

La advertencia de papá volvió a mi cabeza desde que lo vi tomado de la mano de la chica. Y el que JungHee me la recordará pasándola como mensaje queda claro que papá no juega.

Trato de tranquilizar mi cuerpo. No es normal que un hombre me ponga como lo hace él y menos cuando solo nos hemos visto una maldita vez.

Las manos me tiemblan cuando busco la cajetilla de cigarrillos que siempre cargo conmigo. Se me caen y.. •estupida, me bajo a recogerla pero alguien más se me a adelantado

— buenas noches — elevó la mirada y enserio esto no puede estar pasando, se yergue cuando sus ojos se concentran con los míos haciéndolo sonreír.— lamentó incomodarla, pero creí que sería buen momento venir a saludar ya que la vi sola.

El hombre atractivo que me encontré en el aeropuerto está parado frente a mi y comienzo a pensar que el mundo es muy pequeño.

— descuida — tomó la cajetilla que me ofrece

— Thyme Akira — estrechó su mano — el clan Thailandes está encantado de servirle a la dama.

Tuve muy poco o mejor dicho casi nada de tiempo para saber sobre los clanes que están bajo el mando de papá y solo pude memorizarme unos cuantos entre ellos el de él.

— T/n Davis — respondo guardando lo que tengo entre las manos dejando uno afuera.

— también lamentó el inconveniente en el aeropuerto — se disculpa — de saber que eras tú.... — guarda silencio — ¿te puedo tutear?

— por supuesto — asiento sonriendo cuando él lo vuelve hacer.

—de acuerdo— me ofrece su encendedor cuando nota que tengo el cigarrillo entre los dedos.

Mis pulmones se llenan de nicotina, mermando los niveles de ansiedad que últimamente están alcanzado el 100%

La conversación con el joven comienza a fluir y lo hace también que olvidó el motivo por el que salí. La fiesta adentro sigue y desde mi puesto puedo ver cómo todo se va tornando intenso.

— ¿las fiestas siempre terminan así? — preguntó

— no lo sé — responde— nunca me quedo al final, normalmente saludo al anfitrión y luego me voy

—¿por que te has quedado esta vez?

— la compañía ameritaba que me quedara un poco más — Me sonríe y siento arder mis mejillas

Seguimos la conversación y ambos caemos en un interrogatorio donde respondemos lo necesario.

Miro la hora y es mas de media noche. No veo a mis amigas por ningún lado y se supone que a esta hora ya tendríamos que habernos ido.

— procura dejarme tu zapatilla de cristal cuando salgas huyendo — dice — así tendré una excusa para verte de nuevo ya que te la tendré que devolver

Detengo la búsqueda de mis amigas cuando su comentario me hace reír

— la cenicienta tenía que irse a la media noche, supongo que por los minutos que faltan, a ti sólo te dieron una hora más