Half-blood (Daemon Targaryen)

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Alysanne no podía distinguir lo que estaba sintiendo en esos momentos, no dejaba de jalarse aquel vestido blanco, pues habían pasado dos años desde que Daemon había abandonado Dragonstone para ir a los peldaños de piedra, Alicent había dado la luz a su primer hijo y hoy era su boda con aquel Sir. que era conocido como el caballero mas fuerte de los siete reinos y que llevaba por nombre Harwin Strong "breakbones".

La boda fue tranquila pero los nervios recorrían todo el cuerpo de la princesa recién casada, pues ella siempre había añorado, perder su honradez con alguien que ella amara, pero el deber la llamaba y ella no podía darse el lujo de rechazar hombres a comparación de su hermana Rhaenyra, pues la sombra de que la princesa Alysanne era la bastarda del rey Viserys, no heredaría el trono y ahora con la llegada de su hermano Aegon II, era mas que obvio que el heredaría Dragonstone, así que ella tenía que casarse lo antes posible con alguien de una de las grandes casas y así que sus futuros herederos no tuvieran la misma sombra que ella.

Había llegado la hora, después de lo sucedido con Daemon, a ella le había cruzado por la cabeza que tal vez el era el indicado pero igual sabía que eso era imposible, su tío estaba casado, así que su honradez la tenía que guardad para su legitimo esposo y así que aquella sombra que la asechaba desde el día de su nacimiento pudiera disiparse. Estaban en Harrenhal, su nuevo hogar, la luna estaba en todo su esplendor, como sí esta indicara que ya era el momento, la princesa empezó a desabrochar los hilos del hermoso vestido blanco, pero Sir. Harwin pudo notar como las manos de su esposa temblaban, a lo que el se dirigió enfrente de ella, en ese momento el corazón y la respiración de Alyssane se detuvo, solo podía pensar "ya es el momento, no hay vuelta atrás" y empezó a apresurar el movimiento de sus manos para quitar los listones pero para la sorpresa de la princesa, el la detuvo -Aun eres una niña- Alysanne lo miro aliviada y con solo esa mirada el supo- Me quedare en otra habitación princesa, Buenas noches- le regalo una ultima sonrisa y la dejo sola.

En ese momento, Alysanne se dio de la idea errónea que tenia ante Harwin Strong, al día siguiente tuvo la sorpresa de que su ahora esposo ya no estaba en Harrenhal pues tenía deberes como caballero en  King's Landing y ella podía escoger si quedarse ahí o ir a lado de su esposo. Aunque ella hubiera estado mas cómoda, lejos de la fortaleza roja, los rumores corrían sobre que su esposo la despreciaba por ser una bastarda pero en lo absoluto, él no la despreciaba sino que la respetaba. Pero para dejar apaciguar los rumores, decidieron que lo mejor sería que ella regresara a King's Landing y así paso el tiempo, donde en ese matrimonio, no había nacido el amor o la pasión pero si una grandiosa amistad y un gran cariño, al principio se presentaban a reuniones para no dejar a la luz que su matrimonio era mas que una farsa pero con el paso de ese tiempo, apreciaban la compañía del otro en aquellas reuniones pues se divertían criticando a los Lores y Lady's de las otras casas.

Conforme el príncipe Aegon II, iba creciendo, la marea de comentarios sobre tener un heredero, los inundaba, casi tres años desde su boda y nunca habían compartido sabanas íntimamente -Lamentablemente, los dioses aun no nos honran con tal regalo- era lo que siempre contestaban, no importa a quien le preguntaran, los dos daban la misma respuesta. Alysanne se preguntaba si realmente ya era tiempo de darle un heredo a Sir. Harwin o si realmente este quería uno.

𓆝 𓆟 𓆞 𓆝 𓆟𓆝 𓆟 𓆞 𓆝 𓆟

Cuatro años, habían pasado cuatro años y Alyssane al fin pudo ver fijamente a Daemon, quien tenía una amena charla con su hermano el Rey y la Reyna.

Sofocada por sus recuerdos, la princesa decidió irse del festín, ella pensaba que lo que sentía por su tío desaparecía con el tiempo pero ya van cuatro años y ella lo sigue deseando como si aún fuera esa noche en Dragonstone donde compartieron gemidos y maldiciones por el extasis del momento, podía recordar todo con detalle, el olor, la temperatura y como la lengua de Daemon se acercaba a su feminidad.

-Te encontré- al escuchar esa voz, fue como si el mundo de Alysanne se hubiera detenido por microsegundos
-Dae... Tio- carraspeó- ¿Que quieres decir?
-Vi como te escondías de mi en todo el banquete- soltó una pequeña sonrisa después de decir eso
-Estás equivocado tío- volvió a carraspear, era como si las palabras se dificultaran para salir- Buscaba a alguien más
-A tu esposo- soltó seco- Tu padre me lo dijo- Alysanne no lo notaba pero cualquiera que escuchara a Daemon, sabría que en ese tono había algo de celos -No pudiste estar tanto tiempo sin compañía- al escuchar eso, lo miro extrañada
-Daemon, tú fuiste el que se fue- los ojos de ella se cristalizaron- cuatro años, ni una maldita carta
-Estabas casada
-Estuve dos años esperándote.

Daemon al escuchar eso, se retiró bruscamente, dejándola con miles de dudas.