VI

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Oh, Baréin.

La primera carrera de la temporada era de noche. Mucha gente no lo sabe, pero se murmura por el paddock que Baréin trae sorpresas, muchas cosas pasan. Entre periodistas corren el rumor de que Lewis Hamilton y Nico Rosberg se pelearon en 2015 en la oficina de Toto Wolff. Se dice que Daniel Ricciardo casi atropella a alguien en 2017 y éste lo demandó por 1 millón de euros. Lo normal.

Baréin es como Las Vegas de la Fórmula 1. Quizás por el hecho de que todo mundo tenía la adrenalina del inicio de temporada.

Los rumores de esta edición 2021 de Baréin traía consigo algo que no solía desde el inicio de la era híbrida: Mercedes lucía inseguro.

Las miradas aplastantes y de superioridad de Mercedes se habían esfumado cual viento; las miradas serias, preocupadas y desviadas estaban poniendo nerviosos a los fanáticos del equipo de las flechas plateadas.

La gran pregunta que rondaba por el paddock era, ¿es Max Verstappen capaz de vencer a Lewis Hamilton? Nadie lo sabía.

Max y Checo no se habían visto desde los test de pretemporada. Ahora viernes - día de las primeras prácticas del Gran Premio de Baréin - ambos habían tenido un encuentro en la reunión del equipo.

— ¡Hey, Checo! — saludó Max a su compañero.

— ¡Qué pasa, Max! – saludó Checo de igual manera mientras chocaba puños con Max.

— Estoy algo nervioso, esta temporada será algo larga pero estoy tratando de mantenerme con la cabeza fría. ¿Cómo vas tú? – respondió el neerlandés.

— También algo nervioso, aún no estoy cómodo con el coche. – el comentario de Checo desconcertó a Max.

— ¿De verdad? Creí que después de los test ya estarías adaptado. – respondió Max confundido.

— Oh, no. Sinceramente este coche es muy diferente a todos los que he conducido, pierdo mucho la parte trasera, está siendo complicado controlar el coche. Estoy tratando de cambiar mi estilo de manejo en lo que logró adaptar mi estilo al coche. – la respuesta de Checo aclaró las dudas de Max y asintió.

— Estoy seguro de que pronto te adaptarás. – lo motivó Max y Checo le sonrió y le agradeció.







Al terminar la reunión con el equipo, ambos pilotos decidieron ir a tomar algo al espacio de almuerzo de Red Bull. Ambos pidieron un café negro y se fueron a sentar a una mesa muy apartada, el lugar estaba casi vacío a excepción de algunas personas de marketing que se encontraban lejos de dónde estaban sentados ambos pilotos.

— Siempre me gustó tu estilo de manejo, ¿sabes? – comentó Max segundos después de que hayan tomado asiento. Checo lo miró algo sorprendido.

— ¿De verdad? – preguntó Checo dudoso.

— ¡Claro! Desde que debutaste me gusta no solo tu estilo de manejo práctico, sino la manera en la que le pones pasión a todo para lograr lo que logras. Tus podios, tu victoria en Sahkir, por ejemplo. Esa mentalidad de nunca darse con vencido. Tu habilidad para cuidar los neumáticos solo pone la cereza en el pastel.– elogió Max.

Checo se sonrojó un poco ante las palabras de Max, no era una persona a la que le gustaran mucho los halagos, pero lo que Max le dijo realmente movió algo en él. Quizás era la manera en la que Checo también admiraba mucho a Max y el hecho de que Max se sintiera igual lo hizo sentirse emotivo.

— Gracias, Max. De verdad aprecio tus palabras. Significan mucho para mi ya que yo también te admiro mucho. – respondió Checo con una sonrisa honesta y que demostraba calidez.

Max sintió la calidez de Checo y sonrió en grande al ver que ambos tenían mucho potencial para una amistad.








Era sábado, la primera clasificación del año estaba programada para dentro de varias horas pero tenían que estar ahí mucho antes. Max miraba su reloj con ansiedad mientras desayunaba en el hotel.  El neerlandés sentía mucha presión sobre sus hombros, él sabía que tenía un buen coche esta temporada pero comenzaba a dudar de si él tenía el mismo potencial que ese coche.

— Buenos días, güero. – un murmuro en su oído lo hizo sobresaltarse un poco y volteó el rostro encontrándose con Checo.

— Buenos días. ¿Descansaste? – preguntó Max.

— Algo así, la verdad no duermo mucho antes de la primera carrera de la temporada. Usualmente veo la televisión hasta que me caigo dormido. – respondió el mexicano mientras le robaba un trozo de fresa a Max.

— La verdad me pasa algo similar, estoy muy ansioso y no en el buen sentido. – Max bajó la cabeza.

— Wow, la verdad es que me parece tan extraño que a Super Max también le pase.– Checo mencionó y Max levantó la cabeza para mirarlo. — Es decir, ¿que no ganaste en tu debut con Red Bull? Eres un león según la prensa. Me sorprende que también haya momentos en lo que todo esto te agobie.

Max lo miró fijamente y luego se atrevió a preguntar.

— ¿Crees que tenemos un gran coche?

— Lo creo, sí.

— ¿Crees que tenemos un gran equipo?

— El mejor.

Max se quedó pensativo unos segundos.

— ¿Estás dudando? – preguntó Checo.

— Solo estoy inseguro, un poco. – dijo Max en un suspiro.

— Bueno, si te sientes inseguro de lo que el equipo hace y su capacidad siempre puedes hacer sugerencias o preguntar, no tiene nada de malo. Estás en tu derecho.

Max asintió y le dio una sonrisa a Checo que éste le devolvió.

— Bueno, me tengo que ir con Xavi. Nos vemos en el circuito, campeón. – dijo Checo como despedida.

— No soy campeón. – respondió Max.

— No trates de ser humilde. – fue la respuesta de Checo que a lo lejos caminaba hacia el ascensor.

Y sí, quizás Checo le dio esa confianza a Max que necesitaba para hacer la Pole position ese día. Pero eso solo él lo sabe.















Volví, no sé cuántas veces re escribí esto y al final tampoco me gustó, pero bueeeeno.

AVISO: esta historia va a ser medio slowborn y habrá MUCHA negación por parte de ambos entonces kkk disfruten.

i miss chestappen

Teammate ; chestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora