Andy creyó que al mudarse e ir a una nueva escuela de manera inmediata todos la recibirían como la abeja reina que solía ser, pero la realidad la golpeo de forma fria, así qué tuvo que ir a casa, cambiar su atuendo y volver a intentar; esta vez la r...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muerdo mi lápiz mientras miro fijamente a mi compañero de quimica, sus ojos marrones están tan brillantes y llenos de vida mientras me miran por encima de sus gafas, que incluso creo que es adorable.
— No entiendo mucho de química — mi tono lastimero y mis cejas juntas lo hacen alzar sus cejas rápido antes de acomodar sus gafas.
— T-tranquila, esto es fácil, puedo hacer tú parte — sonríe un poco y cuando su mano se acerca para tomar la mía, la retiro sutilmente mientras sigo mirándolo. — y no te preocupes ni un poco por tu tarea para mañana, la haré también.
Una sonrisa de satisfacción estira mis labios y me hace recargarme con confianza en mi asiento. Owen vuelve a mirar por el microscopio y hace anotaciones en su cuaderno, yo lo observo cuidadosamente.
Soy el tipo de chica a la que le gusta una buena nota sin mucho esfuerzo, usualmente me acerco a chicos listos y no tan populares por qué se que harán mi trabajo después de que acaricie su cabello descuidadamente o después de hacer un falso cumplido sobre su ropa.
Probablemente te estás imaginando que soy una perra popular que no hace más qué bobear con sus amigas y dejar que el resto haga todo por ella. Adivina...¡acertaste pequeño genio!.
Miro mi teléfono distraidamente mientras Owen termina el ejercicio, alzo la vista al escuchar una pequeña risa que conozco, Hailey está mirando su teléfono mientras su compañera hace el trabajo por ella, miro al lugar de Kim, ella en cambio habla con su compañero de forma coqueta mientras el hace el ejercicio.
Mis nenas, crecen tan rápido.
El timbre suena, un largo suspiro sale de mis labios mientras me pongo de pié tomando mi mochila, Owen alza la hoja victorioso y la pone en mis manos, sonrió hacia el y acomodo su cabello antes de acercarnos al escritorio. En el transcurso, Hailey y Kim se acercan también con sus respectivos compañeros. Nuevamente obtendremos una buena nota.
— Vamos chicos, entreguen sus hojas de ejercicios — pide el profesor en voz alta, mis compañeros dejan sus hojas en el escritorio, hago lo mismo antes de girarme hacia mis amigas quiénes ya me esperan a unos pasos. — Espero que haya hecho su parte, señorita Gilbert.
— Me ofende que crea lo contrario — respondo girando sobre mis talones para darle una sonrisa, me mira con escepticismo y me apresuro a salir de el aula antes de que pueda decirme algo más.
El pasillo está lleno de estudiantes acalorados y hambrientos que caminan en la misma dirección: la cafetería.
— El maestro Galoway es un monstruo — murmura Hailey rodando los ojos, asiento en conformidad. — no veo la necesidad de repetir la misma clase de ejercicios cada clase.
Hailey es una morena con curvas bien pronunciadas, cabello largo en delgadas trenzas que llegan hasta su cintura, labios gruesos y unos ojos oscuros que si me dejan decir, son preciosos. En nuestro pequeño grupo de tres, es nuestra chica "influencia".
