Argentina: me llamo Argentina... ¡Un placer, desconocido! tan pronto que dijo eso, le extendió su mano al ruso.
Rusia: ... Rusia-... Me llamo Rusia-... Por favor no me vuelvas a llamar-... "desconocido".
Argentina: está bien... ¡Un placer, Rusia!
Rusia: un placer... Ahh.... ¿Cómo dijiste que te llamabas? Ya me he-...
Argentina: me llamo Argentina.
Rusia: un placer, Argentina.
Argentina: el placer es mío, Rusia. Bueno... Probablemente no te dieron una de las mejores bienvenidas al reino... continuó hablando la albiceleste pero de todos modos eh-...
Rusia: miró un poco confundido a la joven que le estaba hablando ... ¿No sabes recibir a las personas que visitan tu reino o sí?
Argentina: Ohh... ¿¡Qué...!? Por supuesto que sí puedo y mejor que nadie además...
Rusia: amm.... sí.... claro-... Cómo no... decidió buscar en sus bolsillos su teléfono móvil para ver si encontraba algún tipo de señal.
Argentina: se quedó un poco rara viendo aquel aparato, no sabía ni lo que era ni para que funcionaba, solo estaba algo confundida al verlo.
Rusia: al prender su móvil, vio que este estaba demasiado tildado, su propio celular abría aplicaciones sin hacerlo él mismo, se eliminaban por sí solas algunas cosas que tenía, hasta que de pronto su pantalla se volvió blanca y luego se apagó maldita sea... Oye-...
Argentina: ¿Qué es eso? preguntó con mucha curiosidad.
Rusia: ... es un-... ¿teléfono móvil? ¿Acaso ustedes no tienen algo así es su reino?
Argentina: obvio no... Nunca había visto que alguien llevase consigo lo que vos tenés... ¿De qué reino venís?
Rusia: yo no vengo de ningún reino ni de ninguna aldea... Más bien yo-... Yo vengo de otro mundo que para nada es el tuyo. Es un mundo completamente diferente a este, bueno-... si hay algunas cosas en las que se parece, pero no he visto este lugar del todo bie-...
Argentina: ¡Entonces vení, para que te enseñe este maravilloso lugar! rápidamente agarró la mano del ruso y ambos se fueron corriendo hacia la ciudad en la que antes estaba Rusia descansando inconcientemente.
Al estar en movimiento, Rusia, no tuvo otra opción que sostener su ushanka apegándola a su cabeza para que esta no saliera volando, además del viento fresco que había.
Cuando pasaban al lado de mucha gente, estas solamente se le quedaban mirando, siguiéndolos con la mirada aún puesta en ellos, esas miradas incomodaban demasiado al ruso, que nada más fruncia el ceño. Lo único que él se preguntaba era de cómo Argentina podía correr con esos zapatos puestos, debería de caerse, pero en vez de eso, corría como si nada, como si estuviera completamente descalza mientras disfrutaba del maravilloso día, pues el sol estaba deslumbrante y hasta ahora, era la única estrella que no era de algún otro color que no sea el amarillo, pues las otras estrellas que, en realidad serían planetas, eran de diversos colores y le quedó muy en claro de que aquellas esferas celestes sin luz no las conocía ni las podría conocer nadie.
Como la albiceleste le prometió, le enseñó todo el reino e incluyendo los pueblos más lejanos a este, pareciese como si ese mundo no tuviera un fin y no terminara ni en el más mínimo rincón de él.
Vio a unas muy extrañas y sorprendentes criaturas desde lo lejos, tanto grandes como pequeños. Las mariposas tenían colores demasiado llamativos, sus alas eran de distintas formas. Vio como los animales más comúnes se los hacían ver mucho más atractivos.
Quedó fascinado al ver a aquellos seres vivos e inlcusive también algunos árboles, rosas y cosas así.
ESTÁS LEYENDO
🔮ჟMaraviსსasჟ🔮
AléatoireEsto parece algo raro... Se encuentra en un lugar el cuál no le pertenece, porque no es su hogar... ¿Por qué está allí? ¿Por qué el destino lo puso en ese sitio? ¿Es acaso mala o buena suerte la que le tocó? No lo sabía, pero solo quería escapar d...
