Todo por ti [Número Cinco y tú]

Capítulo 1

Narra Número Cinco

Eran las 12:26 del día sábado, por lo que estábamos en nuestro "tiempo para jugar", yo solo estaba recorriendo la academia mientras comía uno de mis sándwiches especiales de mantequilla de maní y malvaviscos, cuando por la ventana pude percatarme de la silueta de una de mis hermanas bajo el árbol que se encontraba en el patío, por mi parte realmente me importaba muy poco quien fuera pero me di cuenta de un detalle ¿Estaba dormida?, faltaban tan solo 4 minutos para que nuestro tiempo para jugar se acabará, no se despertaría por tan solo una campana sonando, papá la regañaría, así que decidí tan solo sacarle un susto y aprovechar de despertarla, no sonaba mal plan

Terminé mi sándwich y me transporté a su costado, manteniendo el silencio me agache para estar a su altura, era número Ocho, en lo particular no me agradaba, aunque tampoco me desagradaba, ni siquiera le prestaba atención, pero molestar era molestar, no se salvaría, solté una suave risita y la sacudí de manera rápida seguido de un grito

- ¡Despierta número Ocho! -Grité cerca de su oído y observé como pegaba un salto inconscientemente mientras despertaba y el libro que tenía se caía y yo solo mostré una sonrisa malévola sin mostrar los dientes-

- ¡¿Qué pasa?! ¡¿Una misión?! -Preguntó exaltada aún sin terminar de despertar y me miró directamente, su rostro asustado cambió a uno más relajado después de que soltará un suspiro- Oh, eras tú Cinco, buena broma, ja ja -Añadió y terminó con su risa sarcástica mientras yo me levantaba victorioso dispuesto a irme de el lugar hasta que vi el libro que leía y lo tomé-

- Espera... ¡¿Por qué tienes tú mi libro de viajes en el tiempo?! ¡¿Sabes cuanto tiempo lo estuve buscando?! -Reclamé al ver que ella había tenido mi libro todo este tiempo-

- mh, se veía muy robable y no creí que te molestaría compartir tu libro -Se encogió de hombros y se levanto limpiándose el uniforme-

- "Robable" ni siquiera es una palabra -Hablé con molestia y vi su rostro ofenderse-

- ¡Tú no eres una palabra! -Exclamó apuntándome y yo la mire totalmente extrañado-

- Eso no tiene sentido -Contesté a lo que decía con el seño fruncido y ella se cruzo de brazos-

- Tú no tienes sentido -Replico con molestia- Además, claro que tiene sentido, porqué eres una persona, no una palabra, dah -Hablaba con seguridad y seriedad ¿Realmente era estúpida o se estaba haciendo la estúpida?-

- Deja tus tonterías ya, ¿Por qué tenías tu mi libro? -Pregunté manteniéndome serio-

- Por el mismo motivo que tu tenías MI shampoo  -Contestó y me sacó la lengua a lo que yo la mire alzando una ceja-

- ¿Cómo sabes que yo tengo tu shampoo? -Pregunté y ella rodó los ojos y se acercó a mi-

- Porqué desapareció, mágicamente al día siguiente tu cabello olía distinto y se veía distinto, así que lo busque en tu habitación y otra vez, por arte de magia ahí estaba, así que saque el libro que estaba en tu escritorio en venganza, esta muy interesante siendo honesta -Explicó con molestia, me quitó el libro y se apartó de mi- cuando lo terminé te lo devuelvo

- ¡Es mi libro! ¡Ni siquiera yo lo terminé! -Me quejé y ella se encogió de hombros-

- Es mi venganza por mi shampoo, te aguantas nada más número Cinco, ahora si me disculpas -Terminó de hablar, se tapó los oídos y caminó hacía el anterior de la academia, fue justo ahí que se escucho la campana de mamá-

Todos sabíamos que Ocho era sensible a los sonidos agudos, nadie le daba importancia a eso, excepto el viejo que lo aprovechaba para que ella no pudiera desobedecerlo, sin darle más importancia me dirigí adentró donde el viejo nos esperaba y me coloqué en la fila, esperamos a que todos llegarán y papá cerró su libreta y nos miró, a su lado estaba mamá y Pogo quienes observaban todo sin decir nada