Capítulo Seis

99 7 2
                                    

Después de varias semanas mandandonos correos, él vio que realmente me interesaba mucho saber sobre los misioneros, así que me ofreció que me visitaran. Acepté y di mi número pero a causa de un error no pudieron contactar conmigo.

Pasó un tiempo y, al salir de clase, mis padres me contaron que unos misioneros se habían parado ante nuestra puerta cuando ellos iban a salir y les dijeron que se pasaran otro día. Yo me emocioné aunque decepcioné por no estar en el momento en que se pasaron, desee que para la próxima me pillaran en casa...

Un martes llamaron a mi puerta y a pesar de que mis padres me dijeron que no les abriese la puerta algo dentro de mi me obligó a hacerlo, quizás fue por Hache, o quizás otra cosa.

Me invitaron a ir a la capilla para recibir la primera clase, así que cogí las llaves y los seguí. Nunca me habría imaginado que ese momento se convertiría en uno de los días mas felices de mi vida...

Amando a un mormónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora