Llevo quince minutos intentando despertar a Luke, y pensaría que estaría muerto si no fuese porque hace ruidos de vez en cuando. Creo que ya lo he intentado todo, le he hecho cosquillas, le agitado, le he gritado al oído, pero sigue sin moverse. No se me ocurre nada más que hacerle hasta que veo un calcetín usado en el suelo y que por la pinta que tiene no huele muy bien.
Cojo el calcetín del suelo con algo de asco y sin acercármelo y se lo pongo a Luke en la nariz haciendo que abra los ojos y que se quite rápidamente el calcetín de la nariz.
-¿Quieres matarme de asfixia?- pregunta sentándose en el borde de la cama y haciéndome reír.
-Es tu propio olor- dijo sin dejar de reírme.
-Tu tan graciosa como siempre y ahora déjame seguir durmiendo que son casi las seis de la mañana- dice tumbándose de nuevo en la cama, tapándose con las sabanas y dándome la espalda.
-De eso nada- digo quitándole las sabanas- tienes una apuesta que cumplir y te recuerdo que te puedo mandar hacer lo que quiera hasta las once, así que arriba que quiero desayunar.
-Maldita sea el momento en el que decidí hacer una apuesta contigo- dice levantándose de la cama solo con unos bóxers y saliendo de la puerta seguido por mí.
Cuando llegamos a la cocina me siento sobre la encimera y Luke abre la nevera como lo hizo anoche cuando dijo que iba a "hacer" la cena.
-¿Siempre te pones así cuando vas a "hacer" algo para comer? – digo haciendo las comillas en hacer y soltando una pequeña carcajada.
-Y dime, ¿Qué va a querer la princesa?- me pregunta haciendo que me sonroje.
-¿Qué te parecen unas tortitas príncipe?
-Me gusta ese apodo- dice sacando cosas para preparar tortitas y guiñándome un ojo haciendo que me sonroje.
Luke empieza a hacer la masa de las tortitas y las hace en una sartén mientras yo le miro en silencio todavía sentada en la encimera y apoyando la cabeza en un mueble y aunque esté intentando no dormirme se me cierran de vez en cuando los ojos.
-Por lo que parece no has dormido mucho esta noche.
-Solo una hora.
-¿Y eso?
-Me quede hablando con Michael hasta las tantas y como quería despertarte casi no he dormido.
-Quien lo iba a decir, con lo capullo que fue el otro día contigo- dice dejando la ultima tortita en un plato con el resto. Luego se aleja de mí y saca otro plato de un mueble, nata, sirope de chocolate y fresas del frigorífico y pone una de las tortitas en el plato que ha sacado- ¿Le echo de todo?- dice y yo solo asiento todavía sentada sobre la encimera.
