Mi Día a Día (parte 2)

Día 267

En verdad que estoy rezando a todos los Dioses conocidos y por conocer para que me ayuden a estar en calma y tranquilidad porque Ayagi está acabando con toda mi paciencia y siento que tengo solo un pequeño hilo de cordura

Primero explico que fue pura coincidencia venir a este país, registrarse en el mismo hotel y estar frente a nosotros... pero ahora....

¿ENCONTRARLO EN TODOS LOS LUGARES QUE VISITAMOS?

Esa es una maldita burla y excusa, a mi no me pueden engañar con esas tonterías

Cruce los brazos cuando él sonrió a medias mientras saludaba a mi amado, esto en verdad es una estupidez, ¿qué rayos pasa por su cabeza?

Él había prometido no molestar a mi amado y no lo está cumpliendo, en verdad que es un idiota, el peor de los idiotas, juro que se va a arrepentir 

Decidimos ir a una de las fuentes turísticas de este país para tomar un par de fotos después de haber almorzado en un restaurante más reconocidos por la zona

Todo estaba siendo tan maravilloso, incluso mágico, pero... la aparición de ese tipo tuvo que terminar con algo tan maravilloso...

¿Por qué me pasa esto a mí? ¿qué hice mal?

-Lo juro que es una coincidencia

-Claro -murmure

-Yo paso de ustedes -comento mi amado- iré por algo frío de tomar, no hagan tonterías

Cuando mi amado se alejó mire fijamente a es idiota y él trago saliva con dificultad, miro hacía atrás observando a dónde escapar, pero no se la dejaré tan fácil

-Y bien... ¿cuál es tu pretexto de hoy?

-Y-Ya lo dije Azumaya, solo fue una coincidencia

-Como que son demasiadas ¿no?

-...

-Ahora -lo sujete de su camisa- me lo diras por las buenas o por las malas

-T-Tú no me das miedo

-¿Estás seguro?

De un momento a otro quiso apartarse de mi agarré, ambos forcejeamos un poco que sin darnos cuenta caímos a la fuente, pude ver a mi amado observando y corrió hacia nosotros

-¡¡PERO QUÉ RAYOS!!!

Con mucho cuidado salí de la fuente y mi amado colocó sus manos en su cintura

-No puede ser posible -bufo

-Takato-san -murmure

-Nos vamos -tomo mi mano y nos alejamos del lugar, al menos dejamos ahí al idiota de Ayagi

Al llegar a la habitación, mi amado tomo una toalla y comenzó a secar mi cabello mientras me regañaba de mi comportamiento de niño pequeño

-No fue mi culpa -me defendí

-Sí claro, como no...

-En verdad Takato-san

-Y después de cambiarte directo al sofá -murmuro

-PERO...

-SIN PEROS

-Bueno... ya que estaré castigado...

Lo tome de la cintura y lo bese apasionadamente, lo tome de su trasero y comencé a masajearlo

-C-Chunta -se sonrojo y me miro

-Lo sé, lo sé... al sofá ¿por un mes?

-No... hasta nuevo aviso si bien te va

-Oh...