Mi Día a Día (parte 2)

Día 355

Desde que recibimos un correo de Sasaki-san en la mañana, mi amado y yo hemos estado muy nerviosos, incluso tuvimos listas todas las cosas antes de tiempo

En este momento nos estamos dirigiendo al orfanato para encontrarnos con nuestros hijos, todo parece indicar que podremos llevárnoslos a la casa, todo dependerá de la reacción que ellos tengan

Tanto mi amado como yo tratamos de darnos la fuerza necesaria para mostrarles seguridad y valentía para que ellos confíen en nosotros

Luego de unos minutos llegamos al lugar, me estacione frente al edificio y apague el auto, me quite el cinturón de seguridad y mi amado aún estaba quieto

-¿Takato-san?

-Chunta...

-¿Qué pasa mi amor?

-¿Me veo bien?

-Te vez hermoso, tan sensual

-¡¡Chunta!!

-¿Huh?

-M-Me refiero a que... ¿no parezco alguien molesto? ¿o enojón?

-En lo absoluto

-Por favor Chunta, tienes que ser sincero

Tome su mentón y lo hice mirarme a los ojos, puedo ver su preocupación, en verdad que es extraño verlo de esta manera, es su lado más vulnerable, un lado que solo me ha mostrado a mí

-Serás un increíble padre, luces como una persona enfocada, preparada y muy amoroso

-¿Enserio?

-Sí... créeme que si

Para mi fortuna logre tranquilizarlo y ambos bajamos del auto, en cuanto entramos la encargada de servicios sociales nos llevo a una sala dónde se encontraban nuestros niños

Entramos a la sala tomados de la mano, cuando nos vieron saltaron a nuestros brazos llamándonos "papás"

-Volvieron -comento la niña

-Sabía que eso harían -rio el niño

-Hana -comento mi amado mirando a la pequeña

-Dai les hicimos una promesa y aqui estamos -sonreí revolviendo el cabello de mi hijo

Nos quedamos hablando con ellos sobre lo emocionados que estaban de conocer su nuevo hogar y las cosas que les gustaban hacer, Hana expreso que es una hermana mayor muy protectora y prometió que cuando entraran a la escuela cuidaría de Dai

Luego de terminar con los tramites que faltaban, nos felicitaron por la familia que estábamos formando y nos pidieron que los cuidaramos mucho

Cargue a Hana y mi amado a Dai y volvimos al auto, manejé hasta nuestro hogar y llevamos a nuestros hijos

Ellos se sorprendieron al ver su habitación, sus sonrisas eran enormes y agradecieron por todo lo que habíamos comprado

Nos quedamos en la sala viendo películas hasta que se quedaron dormidos en el sofá

-¿Takato-san? -pregunte al ver a mi amado llorar

-G-Gracias Chunta -sollozo

-¿Huh?

-Esto es como un sueño echo realidad, es maravilloso

-Son exactamente mis palabras -sonreí