🌱Capítulo 3

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Unos días más tarde Rosa salió con una sirvienta y dos escoltas a la ciudad para comprar algunas novelas en la librería -Que bien se siente salir a la ciudad- mira todo emocionada

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Unos días más tarde Rosa salió con una sirvienta y dos escoltas a la ciudad para comprar algunas novelas en la librería -Que bien se siente salir a la ciudad- mira todo emocionada

Unos días más tarde Rosa salió con una sirvienta y dos escoltas a la ciudad para comprar algunas novelas en la librería -Que bien se siente salir a la ciudad- mira todo emocionada

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La sirvienta que la acompaña corre hasta donde esta -señorita, no vaya muy rápido es peligroso si va sola- los dos escoltas llegan también a donde esta Rosa

-esta bien- hace un pequeño puchero y sigue caminado, pero ahora más lento. Después de caminar un rato llegan a la librería, Rosa empieza a mirar los diferentes estantes llenos de libros, al decidir tomar un libro su mano choca con otra -oh, lo siento- mira a un niño un poco más alto que ella de pelo negro y ojos azules

 Después de caminar un rato llegan a la librería, Rosa empieza a mirar los diferentes estantes llenos de libros, al decidir tomar un libro su mano choca con otra -oh, lo siento- mira a un niño un poco más alto que ella de pelo negro y ojos azules

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-no se preocupe, fui yo el que no la vio- hace una pequeña reverencia disculpándose educadamente -pero ¿usted leerá un libro de contabilidad? Es muy avanzado para su edad- se le queda viendo el pelinegro pensativo

-¿Eh? ¿Contabilidad?- lo mira aturdida -¿Es de eso? No lo sabia, pensé que era una novela por su cubierta tan llamativa- ríe avergonzada

-las novelas están del otro lado- señala a un lado con su mano

Rosa sigue riendo levemente -gracias por la ayuda- se va rápido. Cuando compro varios libros regreso con sus escoltas y la sirvienta a la mansión.

Después de cambiarse a una ropa más fresca fue al jardín con sus nuevos libros para leerlos debajo de la sombra de un frondoso árbol, después de leer un poco se a recuesta al tronco del árbol y cierra los ojos sintiendo la brisa soplar en su rostro -hola Christopher- abre sus ojos encontrándose con el pelirojo mirándola muy cerca

Después de cambiarse a una ropa más fresca fue al jardín con sus nuevos libros para leerlos debajo de la sombra de un frondoso árbol, después de leer un poco se a recuesta al tronco del árbol y cierra los ojos sintiendo la brisa soplar en su rostr...

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Se aleja rápido ocultando su nerviosismo -¿Sabía que estaba aquí?- finge una toz y desvía la mirada.

-más o menos- le sonríe -fui a la ciudad y te compre este libro- mueve los otros dos libros que están encima del que buscaba, lo toma y se lo extiende a Christopher.

Lo toma algo confundido -¿Para mi?¿Por qué?- ojea las primeras páginas del libro

-es un libro con plantas medicinales, si un día te encuentras en una guerra o algo por el estilo es bueno que sepas las plantas que puedes usar para las heridas o similares- pone un dedo encima del libro marcando lo que dice

Christopher se le queda viendo -uhm... gracias y también gracias por hablar con el marqués sobre mi entrenamiento- avergonzado se toca el cuello

-claro, no hay problema, desde que llegaste a esta mansión eres mi persona- pone las manos en la espalda tomándolas y le sonríe [se refiere a que todos lo que trabajan para el marquesado son sus personas, o sea que lo que pase con ellos o lo malo que hagan cae sobre la familia, ya saben, dijo casi lo mismo hace un capítulo]

-¿Tu persona?- abre los ojos de par en par sorprendido -princesa, trabajaré duro para pagar su generosidad- pone una rodilla en el suelo y toma la mano de Rosa como un verdadero caballero

-¿Eh?- sorprendida por lo que hace -eso no es necesario, trabaja duro para ti y tu madre- retrocede unos pasos nerviosa haciendo que Christopher la suelte -pareciera que esta haciendo un juramento; no necesito eso de su parte...-

Christopher se levanta y la mira -desde hoy estaré para la princesa- promete en sus pensamientos

Los días pasan, sigo con mi entrenamiento, aveces entreno con Christopher ya que casi tenemos la misma edad y altura. El invierno llego al reino y la nieve ha empezado a caer, ya he visto la nieve, pero siempre logra hipnotizarme de la misma forma todos los años...

-que hermosa es- mira aturdida por la ventana los pequeños copos de nieve que caen

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-que hermosa es- mira aturdida por la ventana los pequeños copos de nieve que caen.

-princesa- es Christopher quien la llama cuando se acerca a ella

Rosa voltea para verlo y le sonríe -oh, Chris ¿Qué pasa?-

Él niega con la cabeza -no es nada, princesa, sólo saludaba-

-ya veo- asiente y vuelve a mirar por la ventana

-¿Le gusta la nieve?- mira en la misma dirección que ella

Ella asiente -si me gusta, es mi época favorita- ríe y empieza a caminar -vamos Chris, tenemos entrenamiento-

-¿Puedo preguntarle el porque entrena, princesa? Es la hija de un marqués no creo que necesite ser un soldado- habla un poco temeroso de recibir un regaño

-bueno, sobre eso, creo que si fuera otra persona te hubiera dicho que es porque quiero demostrar que yo también soy capaz de hacer las mismas cosas que los demás, pero no es así- niega con la cabeza y lo mira de reojo

Él queda confundido por su respuesta -¿Entonces, por qué lo hace?-

-porque quiero ser un soporte de apoyo para mi papá- sonríe sin mirarlo -mi segunda hermana no le gusta nada que tenga que ver con espadas y sangre, y mi último hermano es bastante pequeño aún, así que seré el apoyo de mi papá hasta que mi hermano tenga edad suficiente para ayudarlo-

Christopher asiente conmovido por la respuesta de Rosa -eso es muy amable de su parte, princesa- sonríe levemente

Sorprendida por lo que le dice -¿Ah, eso crees?- ríe avergonzada -pues te lo agradezco-

En una novela BL, obtuve un harem inversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora