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↢🪐↣ . ̊⚘🖇ˏ'001. ̊⚘🪵ˏ'. cap. Reina del drama.
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— ¿Piensas salir así? — La miré y levanté las cejas.
— ¿Qué tiene? — Pregunté.
— ¡Como que qué tiene! ¿Falda larga con botas? Por Dios, es un asco. — Hizo cara de desagrado, rodeé los ojos mientras terminaba de ponerme mis anillos.
— Te puedo... hacer algo. Déjame ver que tengo por aquí. — Comenzó a sacar ropa de su lado de armario.
Intenté contenerme y no salir corriendo por un sartén y pegárselo en la cabeza, odiaba este tormento todas las mañanas.
— El top que tienes te lo puedes quedar, no es tan horrible. Aquí tengo unos shorts ¿O prefieres una falda corta pegada? Obviamente Verde.
La miré con cara de asco, ella sacaba más ropa aún, Dios, cuándo esto iba a parar.
— Iva, estoy bien así. — Aseguré, ella se negó.
— Estás hecha un asco por Dios, pareces vagabunda.
Frunzo el ceño. — Mejor guarda todo eso y vámonos.
— ¡Espera! — Chilló. — No te pusiste suficiente perfume, ven.
Me jaloneó hacia ella y sacó su perfume. Me roció de pies a cabeza, tenía un olor horrible.
Intenté no vomitar ni hacer el mínimo gesto, era probablemente el peor perfume que había olido en mi vida.
— No todo lo verde es bueno. ¿Sabías? — Dije cuando logré recuperar la respiración.
Ivanna ha estado haciendo sus perfumes por si sola, ella quiere tener una marca de perfumes y su propia empresa de esta, todos sus perfumes están hechos con productos verdes, ya que este es su color favorito.
Por supuesto, no se deja ayudar. Ella creé que lo que hace está bien y no le interesa la opinión de los demás, es más, es capaz de odiarte solo por una simple opinión.
Ivanna es de las personas que les gusta que le digan lo que quiere escuchar, o si no te guardará rencor por todo lo que te queda de vida.
— ¿Pretendes llevar esos perfumes al campamento?
Ella abrió sus ojos rápidamente, el campamento. Lo había olvidado.
— ¡EL CAMPAMENTO! — Gritó y salió por la puerta.
Bajé las escaleras junto con ella, se agarraba su cabello con frustración.
Ya estaba acostumbrada, mis oídos ya eran inmunes a sus gritos mañaneros, y a todas horas.
— Hola, mis niñas. — Saludó mi padre cuando nos vio entrar. — ¿Cómo despertaron?
Iba a hablar, pero la voz chillona de mi hermana resonó por todo el comedor.
— ¡Mal! El campamento es en tres y aún no sé qué llevar. — Tiró sus manos a la mesa y ahogó un llanto.
Drama queen.
— ¿Necesitas ayuda? — Mi madre entró con nuestras tostadas.
Me limité a sentarme a comer intentando no escuchar como mi hermana gritaba y mis padres intentaban calmarla.
Odiaba los campamentos, sobre todo porque la mayoría nos quitan el uso del celular y yo no puedo estar sin él, y por otro lado. Aguantar a mi hermana es una total tortura para mi, me basta con la casa y la escuela.
— ¡Vamos a llegar tarde! — Mi padre gritó, tomé mi última tostada y salí detrás de mi hermana.
tomé asiento en la parte de atrás junto con Ivanna.
Mis padres hablaban entretenidamente y mi hermana grababa para sus historias.
Me acomodé mis audífonos y puse Nirvana por lo que quedaba del resto del camino.
🎮› ๑ˊ
Miré la pizarra detenidamente, intentado entender el tema del profesor, de vez en cuando, solía sumirme en mis pensamientos buscando algún tipo de diversión.
Ese sonido volvió, resoplé exhausta y me volteé decidida a callarlo.
— ¿Puedes callarte? ¡A nadie le interesa la estúpida canción que tarareas! — Chillé, solamente para que él pudiera escuchar.
— Uy, ¿andamos de mal humor hoy? — Se volteó a mirarme.
— Tu presencia me pone así.
— Que mal... — Murmuro antes de volver a tararear.
Apreté mis puños y me levanté un poco para que mi brazo pudiera llegar a su cara y así callarlo, pero él fue más rápido y se movió a los lados.
— Wow. ¿Ya daremos nuestro primer beso? Invítame un café primero. — Rió y me sujetó de la cintura para volver a ponerme en mi lugar.
— Eres un...
— ¡Thames y Pugh! — Gritó el profesor. — ¡Sus cursilerías para otro horario!
La mirada de los del aula se posó en nosotros, podía sentir como el calor entraba por mis poros y mi cara comenzaba a tornarse roja.
Aparté las manos de Mason que aún seguían en mi cintura, él solo soltó una pequeña risa entre dientes. Quiero asesinarlo.
Volví a prestar atención a la clase con la cara probablemente roja, y cada vez entendía menos el tema.
Mason volvió a tararear. Me hundí en la silla para resistirme de pegarle, estaba por arrancarme los pelos. Él parecía notarlo pues me miraba de reojo de vez en cuando con una sonrisa estúpida.
¿Tendré qué aguantarlo el resto de las vacaciones? Quiero morir.
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