Capitulo 2

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Zig y Barnie se encontraban en la cocina comiendo para después ir a la isla, al terminar se dirigieron a la isla para tomar el sol extendieron una manta y se acostaron, el pequeño crustáceo le ponía bloqueador solar en la espalda a Zig para que no se broncee mas de lo normal.

Mientras que con Marina y Sharko, Marina estaba tratando de hacer una torre con estrellas de mar mientras estaba encima de la cabeza de Sharko para llegar mas alto, en eso llega el rey de un palacio que se encontraba en el océano, era el mismo rey que había encerrado a Sharko en el calabozo solo para tener a Marina con el.

Llego tratando de coquetear con la sirena pero el tiburón lo detuvo dando la advertencia de que si no se iba lo pagaría muy caro, el rey solo se dio la vuelta con vista a la isla y vio a Zig acostado en la arena junto con su amigo, los ojos del rey tomaron forma de corazones y a gran velocidad se dirigió a la isla, Sharko que solo se quedo paralizado enfoco su vista por donde se fue nadando el tritón y se fijo que iba directo hacia Zig que estaba recostado en la arena, por curiosidad siguió al rey para ver que trataba de hacer con Zig.

Zig estaba mas que relajado en la arena con el sol en su espalda hasta que sintió sombra en donde se supone que estaba agarrando el sol abrió los ojos y vio al rey que secuestró mas de una vez a marina y Sharko yendo a salvarla y algunas veces necesitando su ayuda.

-Hola preciosura -dijo sonriendo de forma coqueta-

-Se puede saber que necesitas?? -pregunto-

-Solo necesito tu atención

-Pues si me sigues molestando tendrás todo menos mi atención, así que te pido que te retires y me dejes de estar molestando -dijo un poco enojado, conocía lo que este sujeto podía hacer si no se le ponía un "hasta aquí" y lo vio varias veces como lanzaba rayos de su tridente a Sharko.

-Vamos chico, acompáñame a mi palacio y te juro que te dejare de molestar.

-Que es lo que tramas pez deforme

-No tramo nada solo te pido que me acompañes a mi palacio.

-Te acompañare a tu famoso palacio pero si me dejas de molestar porque su sigues haciendo esto te juro que te va a ir mal -dijo ya enojado por la insistencia del tritón.

-Te prometo -le dijo sonriendo- pero puedes respirar bajó el agua

-Si puedo y apurate, no me hagas arrepentirme de lo que decidí -dijo Zig agarrando a su amigo acomodandolo en su hombro y este se abrazaba del cuello para no caerse o perderse en el transcurso de su viaje.

Con eso dicho los dos tritones se metieron al océano, el rey solo miraba como el chico se le empezaban a iluminar dejando paso a su aleta, el rey veía esto impresionado y con corazones en sus ojos, si el chico era hermoso con sus piernas en la superficie, en el agua era más que hermoso, su cabello flotando en varios mechones por el agua, sus curvas resultaban más sin esa ropa encima y con su aleta que confinaba a la perfección con su piel bronceada.

Definitivamente ese tritón superó la belleza que cualquier sirena que a visto en su vida.

-Vamos??

- Claro -dijo emocionado-

Los dos seres fueron nadando despacio hacia el palacio y por donde pasaban los ojos de los peces se enfocaban en el tritón delgado, haciendo sonidos de silbados como si lo estuvieran alagándolo.

Dejando eso de lado, ambos tritones llegaron al palacio, Zig tenía que admitir era grande el lugar, en la puerta de entrada había dos ballenas orcas como guardias, entraron y el rey dio la orden de que lo cambien y que el escogiera la ropa que el quisiera, el no queria pero si quería que ese sujeto lo dejara en paz asi que solo por eso acepto a que lo cambiaran, los sirvientes del lugar lo llevaron a un cuarto donde estaban diferentes tipos de ropa, al ver el armario con la ropa, vio un modelo que le facino junto con los colores que traía escogió esa ropa y los sirvientes no perdieron el tiempo y lo empezaron a cambiar, al terminar Zig se veia increible tenia que admitirlo.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora