2. La rebelión

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La idea era de lo más descabellada, ella lo sabía y el resto del grupo también, se veía en sus caras.

-No podemos hacer eso - se sobresaltó Linda

- ¿Y qué propones tu? ¿dejar la cosas como están? - respondió Rachel y ante su silencio siguió hablando - no tenemos otra opción. No nos escucharan de otra forma.

En la sala, todo el mundo tenía claro que Rachel no se equivocaba, los del gabinete no los escuchaban, ellos ya no tenían ni voz ni voto, no valían nada.

- Tu idea es complicada - aclaró Thomas, el líder de la comunidad - pero creo que tienes razón, no nos harán caso de otra forma. Es lo único que podemos hacer.

- Creo que todos somos conscientes del peligro que corremos con el simple hecho de hacer esta reunión en unos momentos tan tensos, así que los que no quieran seguir adelante con esto, se pueden ir, pero os pedimos vuestro silencio - dijo Helen

La duda se respiraba en el ambiente, y el miedo también pero nadie se levantó para irse.

- Bueno, pues manos a la obra.

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Se puso el pasamontañas y se asomó, el pasillo estaba vacío, con pasos lentos y agarrando el cuchillo avanzó poco a poco y giró la esquina, tampoco había nadie, siguió avanzando hasta llegar a las escaleras, puso la tarjeta delante de la pequeña pantalla y la luz que salía de esta se convirtió en verde, así que dió la señal:

- Adelante 

Una fila de varias personas salieron de la esquina en fila caminando silenciosamente y todas con armas en la mano, algunas llevaban cuchillos y otras palos de metal o madera. Iban vestidos completamente de negro, llevaban pasamontañas en la cara y lo único que se podía ver de ellos eran los ojos.

Miró el reloj, en 37 segundos pasaría un hombre de seguridad, tenían que darse prisa. Abrió la puerta y avanzó rápidamente por otro pasillo, con las demás personas siguiendo sus pasos detrás, hasta que llegó a la puerta que estaba buscando, esta no tenía seguridad para evitar que la cruzasen. Giró el pomo y cruzó el umbral de la puerta. Habían llegado a su destino.

Un cielo estrellado le daba la bienvenida, la calles estaban vacías y no había ni un solo ruido, el grupo estaba impresionado, hacía mucho que no observaban las estrellas y la luna, pero todos eran conscientes de que tenían mucho trabajo por delante y el Oliver Brown no iba a perder el tiempo, tenía que hacerse escuchar.

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Unas horas más tarde un hombre se daba un baño con agua caliente cuando recibía una llamada que cambiaría las cosas, él ignorando este hecho contestó tranquilo y cuando escuchó la frase ''tenemos un problema'' del otro lado del teléfono no se preocupo mucho, tenía las cosas controladas, todo estaba bajo su poder y nadie se revelaría ante el o eso pensaba.

- Lo que sea puede esperar - dijo James Hunt

- Pero señor... - intentó hablar su ayudante

- Dije que puede esperar - repitió el lider de los del gabinete de arriba

Y sin darle oportunidad de contarle lo que estaba ocurriendo el hombre colgó la llamada y siguió disfrutando de su descanso, pero poco duro ya que escucho la alarma de seguridad de la ciudad. Así que rápidamente salió del baño rodeado de una toalla se acercó a la ventana y se podría esperar todo menos eso, contenedores quemados, paredes con garabatos, cristales hechos pedazos y este símbolo en todas partes

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2023 ⏰

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