Habían pasado semanas desde lo ocurrido entre Steve y Eddie, luego de ese día ni siquiera se habían visto.
Hoy era el día libre de Steve, y este se encontraba solo, aburrido y puede que un poco caliente. pensó sus opciones por un momento, ¿Por qué usar su mano cuando podría...? Era descabellado, y probablemente perdería parte de su orgullo haciéndolo, ¿pero que más daba?
Se levantó del sofá, tomó sus llaves y salió de su casa dispuesto a llegar al pequeño departamento de cierto rizado. Luego de limpiar su nombre, Eddie se mudó junto a su tío en un pequeño departamento cerca del centro, pues su trailer había quedado destrozado con las grietas, ¿Y cómo sabía todo esto Steve? pues, digamos que Dustin hablaba hasta por los codos.
Al llegar al lugar se detuvo frente a la puerta, ¿En serio lo haría? se preguntó a sí mismo, ¡demonios, claro que lo haría! ya estaba cansado, cansado de todo, de vecna, los demogorgons, el upsidedown, sus padres, su trabajo y todo con lo que tenía que cargar. Necesitaba una distracción y ¿Qué era mejor que coger?
Sin dar mas vueltas, tocó la puerta un par de veces.
...
Eddie se encontraba tranquilo en su cuarto afinando su guitarra delicadamente cuando escuchó la puerta del departamento siendo tocada varias veces, se levantó dejando el objeto en la cama y caminó con pereza hasta la puerta, al abrirla se llevó la sorpresa de encontrar al mismísimo Steve Harrington en frente de esta.
-Hola, Rarito ¿Está tu tío aquí?- preguntó mirándolo directamente a los ojos.
-¿Harrington? ¿Qué demonios haces aquí?- preguntó confundido. -¿Se te perdió algo o...?-
-¿Vas a seguir hablando o me vas a coger ya?- fue directo al grano sorprendiendo al rizado, el cual sólo pestañeo un par de veces. -¿Entonces?- alzó una de sus cejas esperando respuesta.
El rizado no lo pensó mucho antes de tomar al castaño del cuello de su polo, arrastrándolo adentro y cerrando la puerta en un rápido movimiento. Se adueñó de los labios del castaño con brusquedad. Pasó sus manos por los muslos del contrario para alzarlo, haciendo que el chico enrede sus piernas alrededor su cadera, esto provocó fricción entre sus entrepiernas, lo que fue suficiente para que un gemido ronco y grave saliera de la boca del castaño. El rizado lo calló con una mordida en su labio inferior, cosa que excitó aún más al castaño.
Steve echó su cabeza hacia atrás dejándole el camino libre al rizado para que devorase su cuello, y así pasó, el rizado comenzó a lamer, besar y morder la suave piel del cuello contrario obteniendo más gemidos como respuesta. Comenzó a caminar hasta su habitacion aún con el chico encima, luchando por no chocar con nada en el camino. Al llegar al lugar desplomó al chico que tenía en sus brazos en la cama, deteniendo el contacto tomó su guitarra que se encontraba junto al castaño y la colocó en una esquina del cuarto.
-Lo siento, hermosa, esto es... importante.- le habló al objeto para después pasar su mirada a Steve que lo observaba con una mueca de extrañeza. -Yo...-
-Sólo cállate.- dijo levantandose de la cama, se le acercó y comenzo a quitar la camiseta que adornaba la parte de arriba del rizado. Sin duda, esa sería una tarde divertida.
...
-Debo admitirlo, eres bueno en esto, Harrington.- habló el rizado con la respiración agitada. -Al fin entiendo a todas esas chicas.-
-Desearía poder decir lo mismo.- fingió un puchero sarcásticamente, mientras trataba de regularizar su respiración.
-Por algo viniste, ¿no?- retó con media sonrisa de lado.
-Estaba aburrido, no te hagas ilusiones, Munson.- respondió levantándose de la cama y buscando su ropa por el piso.
-¿Yo? ¿Hacerme ilusiones con el estúpido Rey Steve Harrington? Jamás podría.- sonrió con suficiencia mientras lo veía colocarse los pantalones rápidamente. Ya estaba relativamente oscuro, se podría decir que habían tenido un buen rato de diversión, puesto que habían pasado unas cuantas horas. -Mierda...- susurró el rizado al escuchar la puerta principal ser abierta. -¿Qué hora es?- le preguntó al castaño.
-8:47, ¿por?
-Es mi tío.- habló rápidamente justo antes de que se escuchara la voz de Wayne vociferando el nombre del rizado. El señor Wayne había obtenido un nuevo trabajo, por lo que su horario era distinto, ya no pasaba las noches fuera de casa. -Mierda, es mi tío.- gritó en un susurro.
-¿Y?- preguntó sin comprender la actitud del chico.
-No puede verte aquí, tienes que irte ya.- aviso mientras se ponía unos shorts en tiempo record.
-Y justo eso planeaba hacer, Munson.- habló obvio dirigiéndose a la puerta del cuarto con intensiones de abrirla, pero fue detenido por la mano del rizado.
-Ni lo pienses, te dije que no puede verte, Steve.
-No seas exagerado, Munson, sólo saldré, saludaré y me iré, además los adultos me aman. No te preocupes.- volvió a intentar abrir la puerta, siendo parado una vez más.
-Te dije que no, Harrington, olemos a puro sexo, si nos ve así luego hará preguntas, preguntas que yo no quiero tener que responder.- explicó rápido abriendo los ojos y alzando las cejas.
-¿Entonces?- preguntó ya rendido, el rizado lo miró un momento antes de chasquear sus dedos.
-La ventana.- dijo como si fuese lo más obvio.
-¿Qué? ¿Estás loco? Estamos en un segundo piso.- dijo rápidamente sin entender.
-Hay una escalera de incendios junto a la ventana, Harrington, no vas a morir.
-Como sea.- suspiró, para comenzar a ponerse su camiseta, pero no pudo ya que el rizado lo empujó cuando escuchó la voz de su tío nuevamente.
-Vete ya.- gritó en un susurro mientras lo empujaba hacia la ventana, el castaño trato de quejarse pero el rizado no se lo permitió empujándolo hasta que salió a las escaleras con solo un pantalón y el polo a medio poner.
-¿Crees que podrías pasarme mis zapatos?- preguntó, el rizado buscó los zapatos en el suelo y se los tendió rápidamente para luego cerrar la ventana de la misma forma.
-Eddie, ¿Otra vez olvidaste que te tocaba hacer la cena?- preguntó el señor Munson entrando de repente al cuarto. -Por Dios, ¿a que huele aquí?- preguntó con una mueca al arrugar su nariz.
-Yo... Ah.- dudó con nerviosismo en su voz, y en todo su ser, claro.
-Es más, no respondas, prefiero pensar que lo único que tocas con esas manos es tu guitarra.- Eddie rió ante lo dicho. -Voy a ducharme, tu ve a preparar la cena, espero no se te vuelva a olvidar.- dijo y salió del cuarto, el rizado suspiró volviendo a respirar nuevamente. El castaño se levantó asustando al rizado en el proceso.
-¿Por qué mierda sigues aquí?- preguntó recuperándose del susto.
-Me agaché cuando tu tío entró, ¿qué pensaría si supiese que en lugar de guitarra hoy estuviste tocando flauta?- rió por su propio chiste malo.
-Ja ja ja, eres tan gracioso, ¿nunca te lo han dicho?- no era necesario aclarar que el sarcasmo era todo en esa oración.
-Me lo dicen siempre, pero gracias, significa mucho para mi que tú lo pienses.- respondió con el mismo sarcasmo.
-Ya vete a la mierda, Harrington.- el castaño soltó una última carcajada antes de bajar por las escaleras y correr hasta su auto. Eddie por otro lado dejó salir una pequeña risa viéndolo correr.
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Enemies or...? {Steddie}
FanfictionPara nadie es un secreto que Steve y Eddie no se agradan ni un poco, pero eso no quiere decir que no puedan coger. Una cosa no tiene que ver con la otra, ¿cierto? \\Contenido Steddie// +18 [la imagen de la portada no me pertenece]