Steve había llegado hacía ya media hora al Family Video, disfrutaba de una tranquila mañana de sábado, lo cual era raro, ya que solía ser su día más ocupado.
Escuchó la campana sonar, anunciando la entrada de alguien, ni siquiera levantó la vista de la hoja en la que dibujaba garabatos pensando que se trataba de Robin.
-¿Cómo estás, Harrington?- Y esa, definitivamente, no era la voz de Robin.
-Ay, Dios...- suspiró el castaño levantando su mirada cansada. -¿Qué haces aquí, Munson?-
-No te ilusiones, sólo vine a rentar una película.- se recostó sobre el mostrador.
-¿Qué película quieres?- preguntó rodando los ojos.
-Esa es la cosa, no lo sé, ¿Dónde está Robin?-
-¿Para qué quieres a Robin?- preguntó también apoyándose en el mostrador.
-No te ofendas, pero preferiría que me atienda alguien que sabe lo que hace.- respondió con una sonrisa burlona.
-¿Disculpa? ¿Qué quieres decir con eso?- alzó sus cejas ofendido.
-Sólo digamos que no eres el mejor cuando de películas se trata, de hecho no eres el mejor en muchas cosas, pero ya qué, ¿no?- se alzó de hombros.
-Oh, y tú sí eres bueno en todo, ¿no, señor Munson?- comentó irónico.
-Sin duda, en especial en una cosa.- una mirada pervertida se instaló en sus ojos. -De hecho, ya que Robin no está aquí, podría probártelo... una vez más.- caminó hasta quedar detrás del mostrador junto al castaño, quien lo miró confuso. Eddie se agachó frente a él, quedando bajo el mostrador. Comenzó a bajar el cierre del pantalón del castaño lentamente.
-¿Q-Qué ha-haces?- preguntó nervioso. El rizado simplemente soltó una risa socarrona antes de sacar al amigo de Steve de sus pantalones, metiéndolo de inmediato a su boca. -Mu-Munson.- gimió al sentir la cavidad bucal del rizado envolverlo. -Mier... ah, mierda.- tiró su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos.
De repente se escuchó la campana de la puerta sonar, lo que puso al castaño alerta, volvió su cabeza al frente tratando de mantener la compostura. Había entrado una señora de unos cuarenta años, quizá, quien se había quedado buscando alguna película en los estantes del frente.
-Munson, Munson, basta.- susurró desviando su mirada hacia el chico, quien lo miraba con esos enormes y hermosos ojos de ciervo, sin dejar de hacer su trabajo, sacó el miembro de su boca, comenzó a lamer el glande con una sonrisa burlona en su rostro, dando a entender que no lo soltaría hasta que lo hiciese terminar. -Mierda.- suspiró rendido.
La señora de acercó al mostrador con la película que había elegido en mano.
-¿Disculpa, muchacho, podrías cobrarme esto?- dijo entregándole la cinta y unos cuantos billetes.
-Uhm.- asintió tratando de mantenerse lo más normal posible. Tomó la película y comenzó a efectuar el pagó de la renta, luego le devolvió la cinta a la señora evitando hacer muecas por el placer que estaba recibiendo en su parte baja. -Qué ten... tenga buen día.- dijo con una voz un poco más aguda.
La señora lo miró extrañada para luego salir de la tienda de videos. El castaño por fin pudo suspirar, dejando su postura erguida y desplomándose sobre el mostrador con un fuerte gemido, señal de que ya había llegado al orgasmo.
Eddie rió desde su lugar bajo el mostrador, al ver la cara roja de vergüenza que tenía el castaño, mientras subía sus pantalones.
-¿Estás loco, Munson? ¿Y si esa señora nos hubiese visto?- preguntó alterado subiendo el cierre y colocándose el botón.
-Le hubiese preguntado si quería unirse a la diversión.- rió nuevamente levantándose del lugar, tratando de limpiar su boca con la manga de su chaqueta.
-Ja ja ja.- rió sarcástico. -¡No puedes hacer esa clase de cosas, imbécil!-
-Ay, sólo admite que fue divertido, estoy seguro de que te encantó la adrenalina, pero no más que la mamada.- rió volviendo al otro lado del mostrador.
-Maldita sea, te odio.- se quejó.
-Es mutuo, bebé.- sonrió ladino.
Y una vez más, la campana del local había sonado, sólo que esta vez sí se trataba de Robin, sin embargo, no sólo de ella. La rubia entró acompañada de un chico, era bajito, como una cabeza menos que ella, tenía pelo negro y ondulado, parecido al estilo de Mike. Su nariz era algo redonda, bastante tierna, y era de un tono de piel canela.
-Hola, chicos.- saludó a ambos. -Steve, perdón por llegar tarde, Keith me llamó para que esperara por él.- señaló al chico que la acompañaba. -Se llama Tyler, será un nuevo compañero de trabajo.- explicó antes de irse al cuarto de empleados.
-Hola.- saludó tímido el morocho.
-Hola, pequeño.- saludó Eddie. -Oye, que lindo cabello tienes.- elogió con una sonrisa, provocando un sonrojo poco notorio en Tyler y un rodeo de ojos de parte de Steve.
-Tus rizos también son muy lindos.- devolvió el halago tímidamente.
-¿Has venido a trabajar o a hablar sobre cabello?- interrumpió el castaño con una ceja alzada.
-Ah, bueno, yo... eh, trabajar.- contestó incómodo.
-No le hagas caso, Tyler, es un gruñón de lo peor.- explicó Eddie con una mirada burlesca hacia el castaño. Tyler asintió con una sonrisa antes de ir hacia el cuarto donde había entrado previamente la rubia. -Bueno, yo ya me voy, la tienda de música abre en unos minutos.-
-¿Y no habías venido a rentar una película, idiota?- preguntó Steve.
-Sí, Cierto.- caminó hasta la rubia que recién salía del área para empleados. -Rob, ¿podrías llevar una buena cinta a la noche de películas de hoy en casa de Mike?- le entregó unos cuantos billetes. -Es que ya debo irme.- la rubia asintió tomando el dinero. -Nos vemos en la noche.- y sin más salió del lugar.
-Había olvidado que hoy había noche de películas con los niños.- habló la rubia terminando de colocarse el chaleco.
-Te juro que si Henderson no me obligara, yo no iría.- suspiró. -No soporto tener que pasar tiempo con el idiota de Munson.-
-Ay, no seas agua fiestas, Eddie es de lo mejor, y ambos son unos niñatos inmaduros con el tema este de llevarse mal, juro que no lo entiendo.- se alzó de hombros.
-No pedí que lo hicieras, Buckley, simplemente me cae pésimo, es todo.- pasó una mano por su pelo con frustración.
-Como sea.- Tyler salió del pequeño cuarto vistiendo su nuevo chaleco. -Ven, Ty, te mostraré como funciona todo por aquí.-
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Enemies or...? {Steddie}
FanfictionPara nadie es un secreto que Steve y Eddie no se agradan ni un poco, pero eso no quiere decir que no puedan coger. Una cosa no tiene que ver con la otra, ¿cierto? \\Contenido Steddie// +18 [la imagen de la portada no me pertenece]