ᴘʀᴇғᴀᴄɪᴏ

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ᴀʀᴍɪɴ

Con pesadez metí la última cucharada de cereal en mi boca, masticando con pereza y seriedad. El sueño acababa conmigo, y no intenté demostrar lo contrario.

Alexy, quién no paraba de parlotear, se sentó junto a mí, solo para seguir comentando sobre aquella chica que había conocido la otra vez en el instituto. He pasado de él simulando que no le presto ni un pelo de atención.

—Es súper amable, de hecho fue a la única persona a la que pude acercarme. Sus vibras eran muy cálidas, me da la sensación de que era muy alegre. ¡Y debieron ver sus ojos!

—Por como hablas de ella debiste haber tenido mucha interacción con ella, Alex — Mamá bebió de su taza, esperando expectante la respuesta de Alexy. Aquél meneó la cabeza ocultando una risa.

—Solo me enseñó donde estaba la oficina de la directora, y me acompañó de compras ya que Armin me dejó plantado — Me apuñaló con la mirada. Solté un gran suspiro seguido de un bostezo.
Me levanté del comedor, y fui a la cocina para lavar mis platos, mientras seguía escuchando.

—Armin, cariño, te noto tenso ¿Dormiste bien ayer?

Bostecé.

—Sí— mentí— no te preocupes, má.

— ¿Al menos si te planeas cepillar los dientes? — Alex me examinó con seriedad.

—Sí estás tan apurado vete solo,  allá nos podemos encontrar — Dije con una sonrisa burlona. Escuché un suspiro y unas risas de parte de mis padres.

—Aún tengo mucho que contar, todavía nos podremos ir juntos.

Rodé los ojos con desesperación. Mientras me alejaba y las voces se convertían en simples murmuros. Una pequeña espina de curiosidad tocó mis entrañas por unos breves segundos para después desaparecer por el resto de la mañana.

𓁻

Salí de la cafetería después de comprarme un sándwich. Volví al salón de clases. Solo había una persona, una chica, estaba buscando desesperada entre sus cosas, sentada en el piso. Traté de ignorar este detalle y concentré mi mirada en mí consola.

Una risa escandalosa provino de la chica que vi hace unos instantes, aquello me provocó cierta gracia. Volteé a mirarla.
Sus ojos resplandecían de alegría, y casi dando brincos alzaba una pequeña caja hacia la luz del techo.

—¡Por los senos de la madre! Creí que había perdido esta mierda. Ufff — Se sentó nuevamente en el suelo con una sonrisa sin disimular. No aparté la mirada de esa chica. Extendió sus manos al techo y con los ojos cerrados relamió sus labios. Traté de aguantar la risa — Oh, ¡Salve madre de todas las brujas! Gracias por no permitirme morir hoy.

—¿Qué? — exclamé confundido. Aquella chica alzó la cabeza con una confusión divertida. Y una sonrisa lenta se asomó apareció en su rostro, de una manera tétrica, digna de una película de terror de los años 90', mostrando sus dientes. Increíblemente blancos... innaturalmente blancos. A pesar de actitud extraña y su escena escandalosa, aquella chica exudaba un aire de elegancia lo que es totalmente contradictorio. Sentí un corrientazo pasando por mi nuca cuando me atreví a mirarla a sus grandes ojos café.

Cruzó las piernas, sin responderme, relamió sus labios nuevamente y soltó otra risa, amarga, falsa, incomoda. Siento como mi estómago da un vuelco, una extraña sensación de miedo tocó mis sentidos.

—Disculpa — Dijo con mala gana. Lunática total — Quizá me emocioné demasiado para actuar correctamente — Se levantó del suelo con la espalda recta y sin mirarme la recogió sus cosas.

Observé como aquella chica de cabello largo y de fuego salía por la puerta con la que entré.

Me quedé en completo silencio analizando lo que había ocurrido. Sonreí dejando los nervios a un lado. Solté un gran suspiro entrando en conflicto luego de mirar el game over de mi pantalla.

Inhalé y exhalé
Uno... dos... tres...

-𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘨𝘳𝘰𝘸𝘴 |𝐀𝐑𝐌𝐈𝐍 𝐂𝐃𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora