-𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘨𝘳𝘰𝘸𝘴 |𝐀𝐑𝐌𝐈𝐍 𝐂𝐃𝐌

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟺

ᴍɪɴᴇʀᴠᴀ

ᴀɴғɪᴛʀɪᴏɴᴀ

— Opino que fue una idiotez. — Cubrí mi rostro con mis manos — no debí haber peleado, si mi papá se entera de esto será el fin para mí.

—¿Nunca te habían castigado antes?

Levanté la vista, hacia Armin, tenía una expresión de aflicción mirando hacia el frente. El viento desordenaba su cabello negro, también brillante y suave.
En el tiempo de vida que he llevado al lado de mi padre, nunca he dado motivos suficientes para un castigo severo. Claro, aparte de estar con Jade. Aún así mis esfuerzos para que él se sintiera orgulloso de tenerme de alguna u otra manera han sido en vano, siempre ve en mí a mi madre y eso lo desmotiva en sus expectativas en mí. Es algo que no comprendo.

— No realmente.

— Podrías aprovechar que saliste más temprano, para revisar sus correos electrónicos. Es normal que la directora envíe avisos a los padres de los involucrados en una riña estudiantil.

Me puse tensa solo de pensar en el rostro de mi padre leyendo aquél correo. Tenía que impedirlo. Al mirar a Armin, su aspecto tan relajado es algo que atrae mi curiosidad. ¿En este tipo de situaciones qué es lo que él haría? ¿Haría lo mismo que yo estoy dispuesta a hacer?

— Armin. ¿Cómo son tus padres?

Él sorprendido por mi repentina pregunta, vivió su mirada hacía mí. Mirándome fijamente como si tratara de abrir mi mente con un rayo láser.

— Son muy amables. Aunque en esta situación, estarían sorprendidos pero probablemente escucharán mis razones. Quizá él comprenda el porqué has tenido que pelear.

— No es así. Él ya está lo suficientemente decepcionado para darle más motivos, no quiero que piense que lo hago de aposta, y más cuando no quiero que piense que me quiero parecer a...

— ¿Tú madre es igual que tu papá?

Me puse tensa de repente, sentí que me costaba tragar.

— No tengo mamá— respondí con simpleza.

— Lo siento. Solo quería saber más para poder ayudarte.

— Créeme que no es necesario.

—Aún puedes eliminar el correo electrónico que envían al correo de tu padre.

— Lo llamaría, pero se sorprendería de que se hayan cancelado las clases, y probablemente hable con la directora y ahí sí estoy jodida.

— Perdona la expresión, pero tú padre es un monstruo horrible.

Reí inconscientemente, aunque la risa se fue transformando más. Armin me miró confundido y se unió a mi risa, igual hasta que llegó un punto donde nos costó respirar. Empezamos a tranquilizarnos poco a poco, aún teniendo nuestra sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Quisieras acompañarme a mi casa? — Solté sin pensar. Era algo extraño, lo conozco muy poco pero siento una enorme sensación de comodidad a su lado, siempre me había costado desenvolverme con las personas, siempre soy yo la que termina siendo adoptada en un grupo de personas, así... de la nada.

Armin sonrió.

— Claro, sería un honor.

Ambos tomamos el móvil que nos dejaba en la entrada de la urbanización. No todos tenían acceso a la entrada. Ambos caminamos entre las grandes casas, hablando enérgicamente, hasta que llegamos a la mía.

El portón fue abierto, y caminamos hasta la entrada principal de la casa.

— No creo que mi padre esté, pero si algo es normal, ambos venimos a hacer un trabajo de... — Me tardé en inventar algo creíble.