-𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘨𝘳𝘰𝘸𝘴 |𝐀𝐑𝐌𝐈𝐍 𝐂𝐃𝐌

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟷

sɪʟᴇɴᴄɪᴏs ɪɴᴄᴏ́ᴍᴏᴅᴏs
𝑴𝒊𝒏𝒆𝒓𝒗𝒂

El olor del cigarro y otras sustancias, ardían en mi nariz, dejaban un sabor amargo en mi lengua, asfixiándome con lentitud. En la gran nube de humo apreciaba su rostro, su ceño fruncido, su visible mal humor. Mi visión está borrosa a causa de las lágrimas que se forman en mis ojos. Aún así seguí sin apartar la mirada de su figura.

Al notar mi mirada fija en él, levantó su cigarro hacia mi nariz ofreciéndome con una mirada suplicante. Negué con la cabeza, por segunda vez, decepcionada aún más.

-¿No preferirías hacer otra cosa, Jade?

-¿Cómo qué? No tengo dinero para gastar.

Miré con desconfianza la gran cantidad botellas de cerveza y las 4 cajetillas de cigarros que tenía en su regazo.

-Comprendo -Dije con simpleza - Yo tengo lo suficiente como para que comamos algo.

-Pensé que querías verme, no ir a comer.

-Solo quiero que esta noche no vaya peor.

-¿Te parece peor verme fumar? - Se giró completamente para mirarme. Noté un brillo desafiante en sus ojos. Traté de sostenerle la mirada, pero no quería que notara el brillo de mis lágrimas.

-Me parece decepcionante verte tirado en el suelo, cerca de un basurero y borracho, cuando dijiste que querías pasar un buen rato conmigo, y también cuando me pediste que me arreglara de más.

Recordé con amargura como había pasado horas frente al espejo escogiendo el vestido perfecto, que combinara con mi cabello rojo y mis pecas. Y sobre todo que permitiera ver mi figura pecaminosa.
Sentí un aire de desagrado al fijarme nuevamente a mi alrededor.

Asintió y apagó el cigarrillo. Se levantó rápidamente, sin ofrecerme la mano.

-Excelente, una rata callejera con una niña rica que sólo piensa en su bienestar. Te recuerdo qué-

-No me importa - lo detuve antes de que empezara a darme lecciones sobre el dinero que nunca puede conseguir- bien pudiera estar con alguien de mi posición, pero quiero estar contigo, carajo. Al menos has un esfuerzo por no perderme.

Me levanté de un brinco y salí del callejón. Tenía miedo de que no me siguiera, pero escuché sus pasos perezosos atrás de mí. Me esforcé por caminar lo más recta posible.

- ¿Qué tienes pensado? ¿Me llevarás a comer comida para conejos? Si es así no quiero ni mierda.

Ignoré sus comentarios y esperé a que llegara a mi posición.
El olor a cerveza y cigarro que tenía me hizo captar que estaba demasiado cerca. Lo suficiente para sentir su respiración detrás de mi cuello. Sentí como sus manos se deslizaron por mi cintura y bajaron hasta mi trasero solo para meter su mano por debajo de mi vestido. Aquella trayectoria me molestó, pero no me atreví a decir nada. Me giré impidiendo su segunda fase.

-Estamos a mitad de la calle. No quiero que me estés manoseado de esa manera.

Al mirar de reojo, noté como una señora cubría los ojos de su pequeño. Nos miraba con desaprobación. Tuve una sensación de náuseas a causa de los nervios.

-¿Y eso qué? Imagino que ella hacía esto a tu edad. - Dijo susurrando en mi oreja.
Apretó mis nalgas con fuerza, enterrando sus uñas en ellas. Expulsé una mueca de dolor y retrocedí con torpeza, y traté de separar mi cuerpo de él lo más que pude.

-Jade. Para. De todas maneras estamos cerca del local. Contrólate. Por favor.

Paro de insistir repentinamente. Sentí la culpa atravesando mi mente y pecho. Suspiró y escupió con vulgaridad, caminamos en un silencio devastador a nuestro destino.