V

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Cuando Rubén despertó la mañana del viernes no estaba seguro si lo que había pasado era real o no, sin embargo de una cosa estaba absolutamente seguro, su pijama de algodón estaba pegajoso e incómodo.

Se quedó sin aliento cuando se los bajó en
el cuarto de baño y vio que tenía su pene
inyectado en el pantalón del pijama, se
sentía como si quisiera gritar de rabia y
frustración.

El hecho de que había soñado con Samuel
besándolo no tenía nada que ver con eso,
¿verdad?, se estaba volviendo loco y tenía
que estar abajo para el desayuno en quince
minutos.

Ahora no es el momento para la salida de
un monstruo gay ¿Quién dijo algo acerca de
ser gay?, oh Dios mío me iré al inferno, y
todo por culpa de Samuel.

Rubén se hizo una promesa a sí mismo de no
hablar con Samuel De Luque nunca más, eso
comenzaría después de entregarle su
chaqueta y para ser honestos, era un poco
injusto que la chaqueta oliera tan bien.

Se colgó su mochila antes de fijar su pelo y
corbata en el espejo una última vez para
luego ir a la cocina, estaba tan fuera de
foco sobre lo que estaba pasando a su
alrededor, cuando su madre le hizo la
misma pregunta dos veces.

-Perdón, ¿qué?

-Tú e Irina cumplen cinco años juntos el
próximo viernes, ¿estás planeando algo
especial para ella?

-Uh... no lo sé, ¿tienes alguna idea?

-Bueno el año pasado se fueron a París por
el fin de semana, así que tal vez podrías
llevarla a Roma esta vez o ¿a Berlín?

Francamente Rubén no quería ir a ninguna
parte con Irina este año, sólo quería
quedarse en casa y tal vez invitar a algunos
amigos, como lo hicieron para su tercer
aniversario.

-Estoy pensando en una fiesta ¿tal vez?, con
amigos de la escuela.

-¿Una fiesta?

Rubén se encogió de hombros y asintió
preguntándose si le permitirían invitar a Luzu
y David, Samuel no sería invitado, prohibido y
bloqueado todo paso a su casa, Dios sabe lo
que iba a romper o robar si ponía un pie en
ella.

-Tengo una sorpresa para ti Rubén -su padre
dijo cuando estaban casi terminando el
desayuno.

-¿Si? ¿qué es?

-He hablado con tu director y me dijo que
te ha ido muy bien en la escuela, así que
decidí darte tu regalo de cumpleaños
adelantado.

Los ojos de Rubén se abrieron.

-¿Qué? te refieres a...

-Sí, puedes tomar el Lamborghini mañana
por la tarde para dar una vuelta, he tirado
algunos hilos al gerente de la escuela de
manejo y me dijo que te podría tomar la prueba hoy después de la escuela.

-¡Sí! ¡Oh Dios mío! ¡Gracias papá!- dijo Rubén
y saltó de su asiento para ir a abrazar a su
padre.

-No solo a mí, dale las gracias a tu madre
también, fue su idea.

Rubén le dio un beso en la mejilla y ella
sonrió, no podía esperar para decirle a Alexis
y a todos los demás en su escuela.

Alexis estaba muy emocionado cuando oyó
hablar del auto y le dijo que también estaba
esperando un Bugatti Veyron para la
Navidad y Rubén vivió en lo alto para el resto
del día, hasta que se dio cuenta que tenía
que devolverle a Samuel la chaqueta de jeans.

Miró su reloj Rolex, antes de que se diera
cuenta de que tenía tiempo para caminar
hacia él (podía verlo hablar con David justo
en la entrada de su escuela) y entregarle su
chaqueta, el maestro de conducir vendría
por su examen en unos diez minutos, por lo
que comenzó a hacer su camino rápido.

Bebé, el cielo está en tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora