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Para los no iniciados; La cuidad entera es básicamente un parque temático hecho para adultos por "adolescentes". Podrías tener lo que tu corazón deseara; Siempre y cuando estuvieras dispuesto a pagar el precio correcto. Sexo, drogas, clubes, juegos, fiestas; Todo era comprable, negociable y vendible; Siempre y cuando supieras el lugar correcto donde buscar.
Emma y Hina iban unos pasos adelante de ti - Habían decidido dar un paseo y luego ir a casa de Emma después de la secundaria -. En realidad; Ni siquiera habías notado la distancia entre ustedes.
Tu mirada estaba pegada al suelo.
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Cerraste la puerta de la habitación tras de ti; Apoyaste tu espalda y un suspiro salió de tus labios. Estabas cansada de fingir una sonrisa frente a tus amigas, evitando que se preocupen por ti. - Y comiencen a hacer preguntas -
Caminaste por el pasillo hasta la cocina. Tal vez un poco de aire y un vaso con agua te vendrían bien.
" Que gran idea; Estúpida ______ " - Fue el único pensamiento que rondó tu mente cuando le viste ahí. La persona a la que menos querías ver; Mucho menos en estos momentos.
Sus manos estaban apoyadas sobre el lavaplatos; Sus hombros se veían tensos y su cabeza estaba algo inclinada hacia abajo, - Parecía preocupado y pensativo -.
Tratas de devolverte sobre tus pasos sin hacer ruido; Pero la madera del suelo parece no estar de tu lado y cruje suavemente. Lo suficiente para que voltee su rostro hacia el intruso; Tu.
Te fulmina con la mirada. Decides restarle importancia y te encojes de hombros levemente - fingiendo indiferencia hacia El -. Tomas un vaso y te acercas al fregadero para girar el grifo.
Tu garganta está seca, y no precisamente por la razón anterior. - ¿Cómo podía verse tan jodidamente atractivo con esa mirada de asesino? -
Tragas saliva y te concentras en como el agua llena lentamente el vaso.
- ¿Qué mierda? - le oyes murmurar; Y luego todo pasa muy rápido.
De pronto su mano cubre tu muñeca y tu cuerpo es jalado sin delicadeza. Su mano libre se posa sobre su mentón y te obliga a verle.
- ¿Sigues abriendo las piernas al primero que se te ponga enfrente? - murmuró frio, sus ojos te analizaban con crueldad; Su mano aprieta tu muñeca con más fuerza que antes.
- Suéltame Manjiro, me lastimas - Tratas de zafarte de su agarre; Pero su fuerza y la tuya no tienen comparación. Escuchas una risa sombría y burlesca salir de sus labios.
