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Taehyung ya había llegado de la Universidad, estaba en el sofá esperando a su amigo. Se le hizo extraño que aún no llegara, ya que eran la 12:40 de media noche. Su amigo nunca llegaba a las tantas horas de la noche y si lo hacía siempre le avisaba a su amigo para que no se preocupara. Pero hoy no fue así, la preocupación y el nerviosismo comía por dentro al pequeño.

— Donde mierda estás Min!? —se levantó del sofá, caminando de un lado a otro preocupado y enojado porque su amigo no le aviso.

Se sentaba y se paraba una y otra vez, muy preocupado de que le haiga pasado algo a su amigo hermano. Lo llamó más de 20 veces sin exagerar, ya sudaba frío. Estaba tan desesperado que sus ojos se cristalizaron pensando que a su amigo le había pasado algo grave. Empezó a llorar desesperadamente, jalaba sus pelos y caminaba de lado a lado. Hasta que escucho la puerta de la entrada abrirse y vio a su hyung sano y salvo entrar por la puerta a las 2:17 de la madrugada.

— Osito? Porque lloras y qué haces despierto a esta ho-

— DONDE CARAJO ESTABAS MIN! —gritó llorando, tratando que sus moquitos no salieran por todo lo que había llorado.

— Taehyung tranquilízate! —trato de abrazar a su amigo lleno de lagrimas pero este lo empujó.

— Maldita seas Yoongi, te deje muy en claro hace meses que cada que llegarías tarde me avisaras para no preocuparme! —dio unos leves golpes a su amigo con sus dos puños en su pecho.

— Osito, lo lamento —abrazo al pequeño, arrugándose el corazón de lo mal que se veía su osito — No me paso por la cabeza lo preocupado que estarías por mi..

— No lo vuelvas a hacer hyung, para la otra me avisas o pensaré que te masacraron y sacaron los órganos para venderlos —abrazo más fuerte a su hyung.

— Te cortaré el internet lo juro, vez mucha película —río bajo y el pequeño también río por su comentario.

— Ya vamos a dormir hyung, estoy muy cansado de tanto esperarte —le tiro una mirada matadora a su hyung y se fue a la cama.

Lo que el pequeño no sabía, era que su hyung ahora iba a llegar tarde todos lo días e irse muy temprano en la mañana. Por su nuevo trabajo, trabajo que le costará la vida.

— Buenos días Hyung, es sábado qué haces despierto desde tan temprano? —salió con su pijama de ositos, restregando sus ojitos con una mano ya que en la otra traía su peluche favorito, tata. Restregaba sus ojos a lo que se acostumbraba a la luz.

— Fui a hacer unas diligencias pequeño, ve a recostarte otra vez. Es muy temprano para ti —sonrió.

— Ya olvídalo, ya no tengo sueño —se sentó al lado de su hyung y lo abrazo.

— A veces eres muy serio, rudo, cabeza hueca y bastante terco —río bajo y el contrario lo miro confundido — Pero la mayoría del tiempo eres una bolita de amor, muy tierno, un niño que necesita mimos y caricias —sonrió dando pequeñas caricias en la cabeza de este.

— Te gusta esa parte de mi, Hyung? —sonrió tiernamente.

— Sinceramente si, me gusta darte mimos pequeño —sonrió igualmente.

— Y a mi me gusta que me los hagas —sonrió y recostó su cabeza en los muslos de su hyung.

— Pero no estaré para siempre osito —y este miro a su Hyung confundió y algo triste, como que no estará pasa siempre.

— Como así hyung, te vas a morir?

— No pequeño! —río por su comentario — Pero yo y Jimin...

La Bendición [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora