- Mad Love -

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El licor se podía ver claramente ordenado en aquel mueble, todo tipo de alcohol, Whisky, Ron y Champagne, todo tipo de líquido adormecedor que pudieras encontrar en el mercado, a pesar de todo, las luces de colores retumbaban en el fondo y las pis...

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El licor se podía ver claramente ordenado en aquel mueble, todo tipo de alcohol, Whisky, Ron y Champagne, todo tipo de líquido adormecedor que pudieras encontrar en el mercado, a pesar de todo, las luces de colores retumbaban en el fondo y las pistas de baile plateadas se extendían en diferentes tubos donde bailarinas, en su mayoría omegas exponían con gracia su cuerpo, por supuesto había omegas bonitos también, danzando y agitando las caderas haciendo sonar las cadenas sobre ellas al chocar.

Los movimientos agraciados que se combinaban perfectamente con la música.

Los trajes libres, con protuberancias que dejaban ver la piel expuesta, era una danza del exotismo entero, la vista erótica para cualquier alfa desenfrenado por su naturaleza.

Sanzu suspiro, sonriendo débilmente, si Mikey no lo hubiera reclutado en Bonten él probablemente estaría trabajando de la misma forma que aquellos omegas, si no hubiera ido tras Ran, no tendría la vida de ahora, tenía dinero, un trabajo decente, inmoral, pero decente y nunca le había faltado nada a pesar de que Takeomi era un dolor de culo siempre. Él debería ser feliz, pero no lo era. No, claro que no.

Tenía todo y aun así se sentía tan infeliz y miserable.

Quizás porque la persona que creía amar no lo amaba a él, tal vez porque ver las cosas con una especie de semi-claridad era devastador.

Un vaso se convirtieron en dos, tres, cuatro y pronto ya había perdido la cuenta del alcohol en su sangre. Un omega sin marcar perdido en el mar de gente extasiada que bailaba, un tipo grande y musculoso bailando detrás de él juntando su cadera obscenamente, le ofreció una raya, y en ese estado como Sanzu podría resistirse a un poco de coca, estaba dolido, no tenía que seguir limpio y soportando esa mierda, así que acepto, en una de las mesas alguien dejo el polvo blanco y el resto fue historia.

Se sintió tan vivo, todo a través de la extensión de su sensibilidad burbujeando, su trasero siendo presionado con brusquedad y él quitándose de encima al gorila inadaptado que lo trataba como puta.

Lo golpeo, o al menos recordaba hacerlo, se retiró del club, caminando a penas arrastrando los pies. Las calles eran frías y se tambaleaba torpemente buscando llegar a cualquier hotel y pagar una noche. El cabello albino rosado despeinado cubría un poco su rostro, dándole un aspecto desaliñado. Se giró un poco aturdido tratando de enfocar donde estaba cuando vio al hombre fornido siguiéndole. 《oh mierda》, pensó, exasperado porque sentía que había tenido suficiente por un día.

—¡Te dije que no quería!, ¡¿Qué no entiendes maldita mierda asquerosa?! —gritó errático arrastrando las palabras, la persona en frente de rostro borroso soltó una carcajada antes de tomarle fuerte del brazo y estrellarlo contra una pared—. Tú te me restregaste como una puta viciosa.

Sanzu chisto, agraciado por las palabras demandantes del estúpido antes de escupirle a la cara y propinarle un golpe en las bolas.

Él se quejó, echándose para atrás mientras el peli-rosa reía a carcajadas, divertido.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄 ||| [ʜᴀɴᴢᴜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora