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— Bien pequeña, hoy te cuidaremos nosotros. —Kakucho alzo un poco al aire a la niña.

— ¿Quién de ustedes la cuidara miéntras preparo el desayuno? —todos desviaron las miradas, creían que todavía no estaban listos para cuidarla, el único es Kokonoi se quedó contando su dinero.

— Tú la cuidaras Kokonoi.

— ¿Eh?, bien no hay problema, ¿no es tan complicado cierto? —guardó el rollo de billetes en su bolsillo— me la llevaré a la habitación. —la tomó entre sus brazos.

•••

— Bueno no te muevas de aquí, yo estaré en mi computadora generando mas ganancias y hackeando algún banco.

La recostó en su lujosa cama, cualquiera diría que ella tiene suerte al estar en un lugar tan lujoso, y más si se trataba de la habitación de Hajime. Pasaron unos quince minutos y Kokonoi seguía tecleando en su computadora, la niña comenzaba a aburrirse, solamente se estuvo entreteniendo con sus diminutos pies.

— Buu~ —balbuceó.

— ¿Qué sucede?

Solo extendió sus diminutos brazos para que la cargarán entre sus brazos. Él no muy seguro acepto su pedido, miró uno de los bolsillos del traje de Kokonoi el bolsillo donde había guardado el dinero.

— Seguiré trabajando, si quieres te sigo cargando. —se sentó en su cómoda silla, asiento el cual tenía algunos diamantes incrustados, vamos solamente faltaba que fuera de oro, demaciado extravagante de su parte. Al ver el cabello de Kokonoi comenzó a tocarlo, le llamaba la atención al igual que el cabello de Mikey.

— ¿Te gusta mi cabello?, lo sé es muy hermoso, nadie es más genial que yo. —presumió con brillitos de glamour alrededor. Después de eso su vista volvió hacia el bolsillo donde estaba aquel fajó de billetes, Hajime la observó de reojo.

— Ten te daré un billete. —sacó uno y se lo dió en sus manitas.

— Creo que compartimos algunos gustos. —sonrio satisfecho apachurrandola con cariño.

•••

— Buenos días. —Mochizuki apareció saludando a Kakucho que cocinaba.

— Buenos días, ten. —Kakucho le entregó un plato con huevos revueltos, tocino y pan tostado, por último una taza de café.

— ¿Y los demás? —preguntó— ¿dónde están?

— Kokonoi cuidá de ella, Takeomi creo que en su oficina. —respondió estresado— uh, retiró lo dicho.

— Buenos días —Takeomi saludo, entró con un cigarro. Podrían ser personas peligrosas, pero tenían sus buenos modales.

— Tu comida está allí. —señaló el plato.

— Pareces ama de casa. —soltó una risa burlesca.

— Tienes razón. —un suspiro pesado salió de sus labios— le diré a Mikey si contratamos personal, con su llegada han cambiado muchas cosas. —Kokonoi entró a la cocina junto a la nena.

— ¿Adivinen qué? —dijo haciendo una pose demaciado exagerada.

— ¿Qué? —cuando vió a la pequeña apagó el cigarro.

▬▬ ❝ PROTECT YOUR SMILE ❞ -BONTEN × ᶜʰⁱˡᵈ ʳᵉᵃᵈᵉʳ (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora