CAPÍTULO 3

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Bill había perdido ya la cuenta de las veces que había repetido la estrofa.

Estaba a solas con David en un estudio. El ambiente, claro, no era el más idílico. Bill estaba nervioso, mucho, y no llegaba a las notas que tenía que llegar... O cuando lo hacía, no pronunciaba bien el idioma que él nunca había terminado de dominar.

Empezaban a dolerle las cuerdas vocales. Estaba atacado de los nervios, y cansado.

-...Aaaah. - Suspiró David - ¿Pero cómo puedes ser tan inútil, Billy? - Ese tonito que estaba empleando, como si fuera un padre hablando con ternura a su hijo pequeño, era peor que un grito incluso.

-...Lo...Siento.

David sonrió.

-¿Sientes ser un inútil?...

-... - Bill no se atrevía a responderle.

-Te diré lo que siento yo. Yo siento estar invirtiendo mi tiempo y mi dinero en un vago como tú. Yo creía en ti, Billy... Cuando te saqué de esos bares de mala muerte donde sólo había borrachos que se reían de ti...Lo hice por que confiaba en ti...En tu talento... Ya veo que me estaba equivocando.

-... - Bill quería replicarle. El disco estaba funcionando muy bien, las entradas de sus conciertos se vendían como caramelos a la puerta de un colegio. Tan mal no podía irles...¿O sí? Ya no estaba seguro de nada. - ...Pero... - Empezó aún así.

-Pero nada... Si no fuera por mí... Tú no serías nadie... Me lo debes todo... Yo trabajo día y noche para conseguirte a ti y a tus amiguitos lo mejor...¿ Y tú me lo pagas así?... No lo das todo por que no te da la gana. Eres un inútil...Un vago... Empiezo a pensar que por mi propia reputación debería dejar de representaros... - Estas palabras hicieron 'click' en la cabeza de Bill.

-¡No, David! ... ¡Te...Necesitamos...! Déjame demostrarte que te equivocas,¡trabajaré el doble si me lo pides! ¡Pero no nos abandones...! Yo...Yo...


Jost se rió para sus adentros. Era tan fácil manipularle...Llevarle a su terreno...

Acarició su espalda sonriéndole de nuevo.


-...Está bien, está bien... Te daré una última oportunidad... - A David esto le divertía infinitamente. Si Bill supiera la cantidad de dinero que le estaba haciendo ganar... Tener su imagen a día de hoy era más valioso que tener un jodido pozo de petróleo en su propio jardín.

David se levantaba por la mañana. Y mientras se estaba lavando los dientes, o afeitándose...Su cuenta bancaria sumaba ceros y ceros y ceros.

Lo que tenía que pagar a sus trabajadores o al grupo era algo irrisorio en comparación con el porcentaje que él se llevaba.


Bill, en el sofá del estudio, y mientras sentía las manos de Jost en su espalda, empezó a leer de nuevo las letras para sí mismo. El folio le empezaba a temblar en las manos.

-No me defraudarás, ¿verdad? - Preguntó David.

-...Cl...Claro que no...


Jost ahora llevó una mano a la nuca del chico. Empezó a masajearla con sus bastos dedos.

-Estás tenso, Billy...


Bill se retorcía bajo las manos de Jost, pero no por que disfrutara de sus caricias. Casi le dolían. Le hacían sentirse violento. Aún así, se mantuvo quieto, en su sitio.

Nadie Me ConoceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora