CAPÍTULO 5

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Una nueva fiesta supuestamente para relajarse, despejarse y desconectar. Pasarlo bien.

Pero no hace falta decir que Bill no estaba disfrutando en absoluto.
Sentado en un sofá de la zona VIP tenía que poner buenas caras a la gente que David le iba presentado y que a él le importaban un soberano pimiento.

Al menos, después de una hora o así, cuando ya había saludado a todo el mundo, pudo dejar de hacerlo.

Se había pedido un batido y se lo bebía poco a poco con una pajita mientras observaba a la gente bailar y desmelenarse en la pista.

Tom estaba entre ellos, con dos rubias con él a falta de una. Una de ellas, con una falda que más parecía un cinturón empezó a restregar su culo por el paquete de su hermano.

Dejó de mirar.Georg estaba hablando con una pelirroja. O más bien gritándole al oído algo para llegar a un mínimo de comunicación.

Gustav estaba perdido en combate.

De repente Bill sintió una mano en su rodilla.

-Ya he vuelto. - Era David, que se sentó a su lado.

-Um... - El chico bebió otro sorbo de su batido.

Antes había estado aburrido, pero ahora tendría que soportar que Jost le sobara cada vez que se le presentara la ocasión.

En un momento dado, el hombre alborotó su pelo.

-Oh, Billy...Qué feas son tus orejas. - Bill se las tapó escandalizado.

-...¿Cómo?...
-...Nunca me había fijado...Aunque bueno, están mejor que tus dientes. Por dios, son totalmente deformes. Horrorosos.

Ahora Bill se tapó la boca, herido en su autoestima si es que le quedaba alguna.

David volvería a partirse de risa por dentro. Era un hombre inteligente y calculador... Sabía que ese tipo de comentarios le creaban complejos. Y los complejos a su vez...Dependencia a él. Por que si no se gustaba a si mismo no tendría seguridad para con los demás, de modo que le dificultaría el entrar en relaciones, amorosas o no, que a David no le convenían por muchos motivos.

Bill podía llegar a creer que sólo podría estar con él... Por que nadie más le querría, siendo tan asquerosamente feo.

-Pero bueno...Yo nunca te juzgaría por eso.-

Dejó caer Jost, haciéndose ahora el comprensivo. Pero el daño ya estaba hecho, era totalmente consciente de ello.

Bill seguía con su boca tapada. No quería volver a enseñar sus dientes jamás.

David, tras mirar a su alrededor, acarició el trasero de Bill.

-Voy al cuarto de baño. Espera cinco minutos y después sígueme.

Jost se puso en camino, dejando a Bill solo.

Kaulitz quería gritar. Gritar para que cualquiera en aquel local se acercara a él y se lo llevara de ahí...A algún sitio muy, muy lejano donde pudiera empezar de cero.

Enmendar todos sus errores.Pero no podía. Estaba atrapado.
Dio un último sorbo a su bebida, y siguió los pasos de su jefe, respirando hondo.

Ya estaba frente a la puerta cerrada de los servicios para hombres.

Abrió y cerró las sudorosas manos nervioso antes de tomar el pomo.

Abrió y empezó a hacer lo que hacía siempre. Imaginar que él no estaba ahí. Que estaba en otro lugar mucho mejor...Haciendo alguna otra cosa...Que no estaba allí, metiéndose en uno de los compartimentos, poniéndose de rodillas y estando a punto de hacerle una mamada a David.

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⏰ Última actualización: May 22, 2016 ⏰

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