LAS DOS MISTERIOSAS SILUETAS

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Después de haber terminado la reconstrucción de la destrucción que había causado Kai a todo el Valle de la Paz y los pueblos aledaños, algunos pandas había decidido mudarse cerca al panda carismático y otros quisieron quedarse en su aldea para vivir y comer en paz, mientras que Li Shan se había mudado con el adoptivo de Po, para poder estar mas cerca de su hijo y poder comer claro está, todo era paz y amor en la aldea. Claro, si es que no metías con la felina equivocada.

Ø Por favor, tigresa no me pegues – el panda se hizo bolita en una esquina, sus amigos traidores lo dejaron como ofrenda mientras ellos huían-

Ø Vamos Ti, amiga solo fue una broma... -Víbora era la única presente para "tratar" de ayudar al oso-

Ø ¿Una broma? – la felina escurría pintura color rojo por todo su cuerpo- Me has visto en que condiciones estoy acaso ... Y este estúpido panda panzón, es el causante de esto y al menos que lo golpee no me sentiré satisfecha

Ø Por favor tigresa no seas grosera con el maestro del palacio – usaría su posición para salvarlo-

Las palabras le habían dolido al panda, tigresa molesta podría ser mordaz la verdad es que la broma no era para ella, si no para mono, pero no previo que la felina entraría al salón de entrenamiento y le cayera el bote pintura roja, lo que lo llevo a estar corriendo de la colérica tigresa. Sus ojos verdes pasaron por su figura, toda mojada por la pintura y aun asi se veía muy linda, sacudió su cabeza y se encogió en su lugar al mirarla azotar la puerta y causar un estruendo por todo el sitio.

Ø Po – la víbora siseo en advertencia- Por favor, se que te gusta jugar bromas con el resto de los chicos, pero evita meterte con Tigresa, no querrás que toda esa admiración que comienzas a ganarte por parte de ella se vaya, ¿verdad?

Ø Yo lo siento en verdad, no creía que ella fuera a ser la victima de la broma...

Ø Como fuera, cielo, no lo hagas con ella cerca -la víbora negó suavemente, ella se había dado cuenta que la forma en que miraba a la felina, no era de simple admiración, no, había algo mas en esa mirada color verde solo que el panda no se percataba de ello-

Ø Gracias Víbora, por ayudarme y tratare de ser menos juguetón

Ø Por cierto, Po amigo ¿Cómo van en el entrenamiento? -ambos animales salieron de la cocina para ir a entrenar u al Valle a comer con el Señor Ping-

Ø Bueno – el panda suspiro suave y negó- Aun le cuesta soltar ciertas cosas sabes, se guarda muchas cosas. La paz interior no es fácil.

Todos en el palacio de Jade sabían que la Tigresa le había pedido al Panda que le enseñara la Paz interior una vez que se vio terminado la reconstrucción del palacio, el Guerrero Dragon le sonrió a la joven y asintió feliz de que ella quisiera que le enseñara algo; pero enseñar y aplicarlo eran dos cosas distintas para alcanzarla debías aceptar quien eres, dejar fluir tu pasado, cerrar puertas y perdonar. Sobre todo, perdonar, en una de esas clases Tigresa se había enojado.

Ø Yo no tengo que perdonar nada – la felina movió la cola en señal de molestia mientras mataba con la mirada al pobre animal come bambú-

Ø Sabes que sí, Ti, pero te niegas aceptar eso.

Y desde ello, ambos estaban estancados en el entrenamiento. Tigresa estaba frustrada porque no podría avanzar y en cierto modo eso la tenia estresada, era una gran maestra del Kung Fu pero esta ocasión era sin duda una prueba difícil para la maestra de estilo rudo, y para Po era una prueba para el como maestro y amigo, agregando que se sentía preocupado cada que ella avanzaba un poco, retrocedía el doble pero no por eso iba dejar de intentarlo, sabia que su maestra favorita lo lograría si o si, ambos maestros fueron por un encargo para Shifu, comieron algo con el padre ganso de Po y regresaron al palacio, claro víbora tenia que hacer pausas para esperar al panda a subir las escaleras.

Los Tigres Gemelos de ChinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora