Un chico con el corazón hecho trizas gracias a un pasado desastroso, conoce a lo que parece ser su salvación en lo que ante sus ojos era una biblioteca abandonada.
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~Historia totalmente mía cualquier similitud con alguna otr...
La noche parece tranquila, típica noche de verano donde el cielo está estrellado y la luna llena brilla a más no poder, el viento sopla opacando el calor, la típica noche perfecta para salir a caminar y en la que te encuentras demasiadas personas en la calle, recuerdo que solía odiar estas noches, ahora las adoro, me ayudan a relajarme y ¿a quien no? el ambiente es el ideal no hay frío pero tampoco calor. Changbin baja de la moto y yo lo sigo, estamos en el río Han en una orilla donde no hay tantas personas, él saca su teléfono y toma una foto.
"Este lugar es especial para mí, solía venir bastante cuando necesitaba pensar".
"El río Han a sido la fuente de inspiración para varios escritores, exitosas novelas y hermosos poemas han salido de él". Esplica mientras guarda su teléfono. "No es de extrañar que te relaje, usualmente unos de los tratamientos psicológicos más efectivos es oír el ruido del agua correr". Esplica y yo asiento.
"Solía fumar cuando venía". Bajo la vista y contemplo la paleta en mi mano. "Luego cuando inicié el tratamiento y no podía dormir volvía aquí, incluso hubo ocasiones donde amanecí aquí". Suspiro pesado al recordar. "Realmente odio mi pasado".
"Entiendo que no es fácil, pero te admiro mucho, has salido de un vicio del que pocos salen y a una temprana edad, no todos los jóvenes asectan que necesitan ayuda". Él pasa una mano por mis hombros. "Tal vez no sea la clase de pasado que quieras recordar pero no es motivo para odiarlo, somos seres humanos cometer errores es natural en nosotros algunos cometen más que otros, pero arrepentirse, corregirlos y empezar de cero no es algo que todos logren, pero tú lo has conseguido, deberías mirar atrás y ver todo lo que has avanzado, has logrado mucho, eso es algo para estar orgulloso". Sonrío ante sus palabras.
"¿Cómo es qué siempre sabes qué decir para animarme?". Digo y él sonríe mostrando sus dientes. "Te digo algo, eres el primero que traigo aquí, ni siquiera Bangchan sabe que frecuento este río". El ladea la cabeza y me presta total atención. "Quería que conocieras este lugar, no es un lugar secreto pero es una parte importante de mi vida, cuando vivía en Australia siempre iba al río Lane Cove es bastante diferente al río Han pero el efecto que causa en mí es el mismo, casi como el efecto producido por ti".
"¿Por mí?". Pregunta confundido, me acerco un poco más a él y llevo mi mano a su cabello quitando unos cuantos mechones de sus ojos.
"Tú me calmas, me entiendes, con tan sólo verte siento como todos mis problemas se esfuman, en muy poco tiempo te has convertido en alguien muy especial para mí, siento que no puedes faltarme, adoro pasar tiempo contigo y sobre todo, adoro todo de ti". Confieso con mis mejillas ardiendo a más no poder.
"Tú también eres alguien muy especial para mí, fuiste el primero en regresar a la biblioteca en mucho tiempo y el único en hacerme compañía, yo realmente me sentía solo, hasta que llegaste tú, eres como mi pequeño ángel, mi ángel venido de Australia".
Estoy perdido en sus ojos y en la forma en la que éstos me miran, no sé por qué pero siento que nunca nadie me había mirado así, con lentitud y sin dejar de mirarlo me acerco a su rostro, él va haciendo lo mismo hasta que puedo sentir su cálido aliento sobre mi boca, nuestros ojos no han perdido el contacto, doy un pequeño paso hacia adelante y por fin nuestros labios se unen, sólo es un pequeño toque inocente el cual se rompe al poco tiempo cuando él se separa, me acerco un poco más y tomo sus mejillas en mis manos volviendo a unir nuestros labios, comienzo a mover despacio los míos y él me sigue, por su forma de besar me doy cuenta que no tiene experiencia lo cual me agrada, ladeo mi cabeza para profundizar el beso, muerdo su labio inferior y él suelta un gemido y abre un poco su boca yo aprovecho y introduzco mi lengua en su cavidad bucal recorro con esta toda su boca y suspiro a gusto cuando siento su sabor en mi paladar, retiro mi lengua y él introduce la suya en mi boca tímidamente, la siento pasearse por el interior de esta a un ritmo suave sacandome un suspiro cuando choca con la mía y comienzo a jugar con la de él, estamos así un poco más hasta que nos alejamos, apoyo mi cabeza en su hombro y acaricio su mejilla, él rodea mi cintura y sonríe.
"Te adoro". Digo mientras acerco mi nariz a su cuello para aspirar su aroma.
"Yo también te adoro".
"Me gustas mucho". Bajo mi mano de su mejilla y la coloco en su hombro pegando un poco más nuestros cuerpos.
"Tú también me gustas". Dice y estrecha un poco más el agarre en mi cintura.
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Presiono su nuca y el agarre en su antebrazo, impidiendo que se aleje, estamos frente a su casa besandonos, se suponía que sería un corto beso de despedida pero hasta ahora no lo dejo ir, sus labios son tan adictivos y su boca tan cálida que no concibo el separarme de ellos, muerdo su labio y chupo un poco para por fin dejarlo ir.
"Mañana paso por ti". Hablo mientras lo atraigo de nuevo y junto nuestras bocas.
Sonrío cuando siento su mano golpear mi hombro en señal de que me detenga, cosa que no hago, golpea con el casco en su mano mi muslo y por fin paro.
"Debes descansar, mañana tienes baile".
"Pero quiero estar más tiempo contigo". Digo con un puchero en mis labios.
"Mañana nos vemos". Frunzo el ceño indignado haciéndolo reír.
"Buenas noches Binnie".
"Buenas noches Lix". Dice y me da un corto beso antes de caminar y entrar en su casa.
