MI LOVE LIBRIARAN//LixChang\\

Capítulo 9

"Maldito Bangchan". Digo mientras voy corriendo por la calle, sobre mí se halla una tempestad.

Las fuertes gotas de lluvia ya hace un buen rato que me han alcanzado mojando mi ropa y mi cabello el cual cae tapando mi vista, llego a lo que parece un pequeño techo de lienzo rojo no tapa mucho pero es suficiente, llevo mi mano a mi frente y aparto el molesto pelo de ella, saco mi teléfono y le mando un mensaje a Seungmin diciéndole que ya no voy, Bangchan había insistido tanto en que dejara mi amada moto en casa debido a que lo más probable es que viraría con unos tragos de más, hecho eso me dispongo a apreciar el cielo totalmente gris, adoro ver la caída de las gotas de agua, me gusta como descienden del cielo y caen al piso mojando todo a su paso.

Me recuerdan a mis días pasados en Australia y mis primeros años en Corea del Sur, con todos los malditos errores cometidos o mejor dicho todas mis estúpidas malas decisiones.

Una puerta se abre a mi lado derecho y una cabellera igual de negra que la mía se asoma de ella, !Dios¡ de cerca eres el doble de hermoso.

"¿Qué haces ahí? Entra". No puedo ni protestar cuando el chico toma mi brazo y me jala dentro de la  biblioteca.

Apenas entro y él desaparece por unas escaleras de las cuales baja corriendo con dos toallas en las manos.

"Quítate la chaqueta". Dice y obedezco sin refutar, él pasa una toalla por mis hombros y la otra la lleva a mi cabello el cual comienza a secar rápido, una vez que deja de gotear aparta sus manos de mí. "¿Por qué no entraste antes?".

"Creí que estaba cerrado". Mentira ni siquiera sabía que estaba frente a éste local.

"Nunca cierro con llave cuando estoy dentro".

Yo sólo me dedico a asentir con la cabeza embobado con lo hermosa que es su voz, casi tan hermosa como él, su voz es melodiosa de esas que te calman con tan sólo oírlas a pesar incluso de ser un poco chillona, él se aleja y yo aprovecho para mirar mi alrededor el local es más pequeño de lo que pensé, hay un estante ubicado a unos metros de la vitrina de cristal que tiene por ventana, otro más pequeño pegado a la pared derecha justo a mi lado donde hay un cartel advirtiendo que son libros reparados y que sólo se prestan en la librería, al frente hay un escritorio antiguo el cual supongo debe de ser su lugar de trabajo, atrás de este hay un aparador con puertas de cristal dentro puedo ver más libros y algunas cajas pequeñas de madera, en el lado izquierdo hay una pared con una endidura con forma de arco, al pasar por ella llegas a un lugar donde hay unas cuatro mesas grandes con capacidad para seis personas cada una según me informan la cantidad de sillas que disponen cada una, las tres paredes que les rodean han sido combertidas en estantes, por lo cual estas rodeado de libros si entras a leer, es un estilo típico de una biblioteca occidental antigua, el área está iluminada por dos candelabros grandes que cuelgan del techo, sobre cada mesa hay un reloj de arena y al lado de éste una vela encendida.

El chico toma una silla y la lleva a un costado del escritorio, entiendo de inmediato y me siento ahí, él se sienta al lado mio, coloca sus lentes y dirige sus ojos al libro abierto que hay sobre la mesa.

"¿Te gusta leer?". Me pregunta y yo niego. "A mí me encanta".

"Se nota". Hablo mientras recorro el lugar con mi vista, el rie y siento que me he enamorado de esa risa tan bella.

"La yerba verde que cubre la superficie del campo parece brillar con las gotas de rocío sobre ella, los rayos de luz hacen que parezcan de cristal". Él lee y yo presto toda atención. "Es una obra literaria de las más famosas".

Frunzo mis labios y asiento con la cabeza, no se de que carajos me habla, dirijo mi vista al frente y puedo ver que la lluvia a aumentado sin embargo desde dentro no se escucha.

"A propósito soy Changbin, Seo Changbin". Dise mientras extiende su mano la cual extrecho.

"Lee Felix".

"Lee ¿qué?". Habla confundido con sus ojos bien abiertos, tan tierno.

"Dime Yongbok".

"Perdón no soy bueno con los nombres extranjeros".

"No hay problema". Ahora conozco su nombre y su apellido.

"¿De donde eres?".

"De Australia".

"El lugar más peligroso del mundo". Asiento mientras una sonrisa se forma en mis labios. "Tengo unos libros sobre Australia, espera". Sin más se levanta y va al estante, toma dos libros y luego regresa.

Me los da y puedo ver que uno está en inglés y otro en coreano, uno habla sobre la historia de Australia mientras el otro habla sobre su flora y fauna, coloco a ambos sobre la mesa.

"¿Quieres leer?". Pregunta señalando el libro frente a él.

"Lo siento no soy bueno leyendo coreano". Mentira. "Pero si tú lees te escucho". Sólo quiero oír su voz un poco más.

"La noche se ilumina con la luz del sol, haciendo brillar la luna llena sobre nosotros...".

"No entiendo". Le interrumpo. "Si es de noche ¿por qué hay sol?".

"Es una metáfora". Dice feliz. "El autor se refiere que aunque halla oscuridad si estás con la persona que amas puede haber luz, como el día, el día es cálido y luminoso, como el sentimiento del amor, también hace alusión a enfrentar los problemas juntos". Yo asiento comprendiendo mejor y el sigue leyéndome.

7:00pm la lluvia a parado por completo, he pasado la tarde entera oyendo su voz y todavía no tengo suficiente.

"¿Ya tienes que irte?". Me habla con un puchero, el cual me gustaría morder.

"Sí ya es tarde". Digo mientras tomo mi chaqueta y me la coloco.

"¿Vuelves mañana?".

Me detengo en seco ¿realmente voy a volver? Saco una paleta de mi bolsillo, quito el envoltorio y la llevo a mis labios, doy un asentimiento de cabeza y salgo.

No debería volver.

No otra vez.