MI LOVE LIBRIARAN//LixChang\\

Capítulo 29

"Me gusta tu cabello".

"Gracias y a mi el tuyo". Beomgyu pasa su mano por su cabello y da un guiño a la cámara.

"Todos sabemos que fue para Taehyung". Yeonjun ríe y Beomgyu se sonroja mientras lo maldice.

Mi visita en casa de Changbin fue interrumpida por una video llamada grupal de sus amigos y él aprovechó para presentarme oficialmente como su novio, ya llevamos media hora hablando.

"Sólo falta un año ¿no?". Pregunta Changbin y sonríe cuando Beomgyu asiente.

"Sí, en un año acaba mi contrato y podrás tenerme de nuevo en Corea Changbinnie".

"Que casualidad que el regreso de Beomg es justo tres días después del de Taehyung". Comenta Soobin y todos reímos.

"Joder ya callense". Taehyung hace una mueca y cruza sus brazos.

"Si quieres puedes unirte a nuestro grupo tenemos vacante para uno". Digo recordando que Chan hace tiempo quería que el grupo creciera.

"Suena bien, aquí en China el baile no es tan liberal como en Corea".

"Y no está Taehyung".

"Oh, Changbin tú también, cojon...".

"Sin malas palabras". Mi novio apunta su dedo índice a la pantalla y Beomgyu infla sus mejillas indignado.

"Eso fue hace años".

"¿Y por qué ambos están solteros?". Kai alza sus cejas y Taehyung y Beomgyu se desconectan.

"Bueno será mejor dejarlo hasta aquí porque se ve que Felix necesita mimos". Aparto mi mano de la pierna de Changbin un poco avergonzado al verme descubierto, mientras Soobin me guiña un ojo.

"Adiós chicos, Lix dile a Seungmin que me espere, en dos meses me graduó y regreso". Kai dice sonrojado y se desconecta.

"Nunca debiste enseñar esa foto de tus amigos". Changbin apaga la laptop y la coloca en el escritorio, para luego regresar a la cama.

"Huenin sólo bromea". Digo y me acerco más a él. "Pero Soobin tiene razón, quiero mimos". Hago un puchero el cual es besado por él.

Cinco minutos después me hallo entre sus piernas con una paleta en la boca y los ojos cerrados mientras disfruto de las caricias que sus manos dan en mi cabeza, estiro mi brazo y lo pongo sobre su pierna para acariciar esta, el silencio que nos rodea permite que se escuchen a la perfección mis ronroneos ante sus caricias.

"Pareces un gatito Felix". Dice con una leve risita.

"Soy tú gatito". Pronuncio aún con los ojos cerrados.

"Tengo curiosidad". Él detiene sus mimos en mi cabeza y por fin abro los ojos para mirarlo desde abajo. "¿Cómo funciona?". Señala con un dedo la paleta en mi boca. "Siempre he sabido eso de que los dulces quitan el deseo de fumar pero me gustaría saber cómo".

"Hay muchos tipos distintos de adicción al cigarrillo, por ejemplo en mi caso no era tanto el hecho de fumar como la ansiedad de sentir algo en mi boca". Hablo recordando la explicación que me dieron en el centro donde me ingresaron. "Claro que la nicotina hizo su cosa y me creó dependencia". Retiro la paleta y la observo con atención. "Antes de las paletas tuve que llevar un tratamiento de desintoxicación por la nicotina, una vez que tu cerebro ya no necesita esa droga sólo queda la ansiedad, recuerdo como mis labios picaban porque necesitaban un cigarro". Suspiro y me acurruco más sobre él. "Al principio no fue fácil, diría que las paletas no hacían nada, pero con el tiempo comencé a tener resultados". Finalizo y devuelvo la paleta a mi boca.

"Debió ser muy difícil para ti Lix". Dice triste y deposita un beso en mi frente, me separo de él y me siento en la cama.

"Eso fue hace tres años pero aun no las dejo". Palmeo el bolsillo de mi pantalón donde se hallan el resto de los dulces.

"Oye". Llama y yo lo miro. "Dijiste que sólo tienes que sentir algo en tu boca". Yo asiento con la cabeza. "¿Puede ser cualquier cosa?". Vuelvo a asentir y el se acerca a mí.

Una sonrisa ladina adorna su rostro poniéndome un poco nervioso, toma el palo del dulce y lo saca de mi boca para luego tomar mi labio inferior y bajarlo haciendo que la abra en su totalidad, se acerca despacio a mi rostro y saca su lengua la cual introduce en mi boca sacandome un gemido, siento como el músculo se pasea por todo mi interior, rozando mis dientes hasta que choca con mi propia lengua lo cual me saca otro gemido que es ahogado por su boca, pone su mano derecha en mi cuello y con su dedo pulgar acaricia mi piel acelerando mi pulso, yo por mi parte sólo me dejo guiar por sus labios y el como estos se mueven sobre los míos, nos separamos para tomar aire y la paleta regresa a mi.

"Ya debería irme". Miro mi reloj notando que son más de las doce, pongo un corto beso en sus labios y me dispongo a marcharme.