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VEGA

Estaba caminando frenéticamente intentando aguantarme las lágrimas mientras mi corazón iba a mil. Cuando estuve a punto de coger las llaves y entrar en la puerta de mi casa me volteé y vi a Nacho.

Ese maldito tenía una sonrisa de superioridad.

¿Quién se cree este picha ?

No iba a dejar que las emociones me consumiera así que lo miré fijamente con un rostro sereno.

–Que quieres.– le mire de arriba a abajo con aburrimiento ,una máscara que escondía todas las emociones que estaba sintiendo.

– Nada, solo vengo a aclararte unas cositas para que  te entre en esa cabecita de mosquito muerto que tienes.

Estaba a punto de replicarle pero dejé que siguiera hablando.

–Mira nene, todo el instituto sabe que tiene esa Raúl a tus pies así que a mi Pedro no me lo toques, entendido? Porque querido te puedo hacer la vida imposible si me lo propongo, así que no me pongas a prueba.

Ya no me pude contener y exploté.

–Mirate , suplicando por un poquito de atención de Pedro cuando hasta hace cuánto...hace una horas? Lo tenía literalmente arrodillado frente a mí , lo peor cariño es que tú te conformas con unas migajas cuando yo tengo el pastel entero.

Ya no habló más.

Y entré  en mi casa.

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RAÚL

Estaba en mi habitación viendo las súper nenas cuando derrepente pensé en el.

Mi vega .

Mi vegita.

No salía de mi jodida a cabeza por mucho que viera la Supernenas, las Winx y Doraemon....

No salía.

Ya harto de tenerlo en mi cabeza y no hacer nada el respeto cogí una hoja de papel y un boli y me dispuse a escribirle un bonito poema...

"Quién quisiera ser Bob Esponja , para estar al fondo de tu bikini..."

Perfecto.

Cogí la hoja y salí de mi casa para ir directo a la suya. Estaba muy nervioso porque no sabía si quería verme o no, después de lo del aula no sabía que pensar.

Ya en la puerta tiré un ladrillo y la rompí en pedazos.

Nah , seguro k tenían seguro de hogar.

Oh no.

Ni idea.

Como cualquier persona normal que le hubiesen roto la puerta apareció el Vega algo agitado y asustado, pero cuando me miró a la cara sintió rabia pura.

–¿QUE MIERDA HAS HECHO?–Dijo alterado .

–Shhh–le cogí de la mano.

Me lo llevé a las rocas, que a pesar de sus protestas, seguí tirando de su brazo.

Pero cuando lo mandé a sentar se le iluminó la cara al ver las constelaciones que había esa noche.

Esta noche era la época de migración, lo que significaba que los cerdos emigraban hacia el Hawaii porque quieren unas vacaciones.

Cosas de cerdos.

Observándolo con una luz en su mirada no me contenía y le robé un beso.

Y mierda , me lo devolvió.

Y así toda la noche.

Mi vegita.

OrgullecemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora