VEGA
Desperté.
Conscientemente , claro ,porque no podria abrir los ojos.
Había sonido de murmullos que inundaban toda mi cabeza, sonido de ambulancias y una mano agarrando cada mano mía.
Sentí que me movía y esos murmullos cesaron .
–Vega...
Un susurro tan refrescante como la brisa del mar un día de invierno.
–Rocho...
Me removia.
¿Qué era esa voz?
Metiéndome en mi mente estaba en una habitación verde.
Caminé y seguí a esa voz...
Y sentí una ostia.
Me toqué la cara adolorido .
–¿Qué mierda?–y lo ví.
Pacheco.
Dios Pacheco.
–¿Qué pasa?¿Qué hago aquí?
–Tú has sido elegido Jesús Vega para predicar mi nombre, mi reino y el mariconeo, ¿aceptas este honor que se te está otorgando?
Lo dije sin pensar.
–Acepto, acepto lo que conlleva este poder y lo ejerceré sabiamente.
–No te pases hijo , te daré unos poderes así tipo transformación pero en plan mariconeo y ahora vuelve a tu mundo...
Oscuridad.
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Abrí los ojos y me encontré dentro de una ambulancia con Pedro y Raúl en cada extremo de la camilla que estaba tumbado.
Estaba tan cansado que ni siquiera me hice el despierto con tal de que no me hiciesen preguntas.
Estaba replanteandome todo.
¿De verdad los amaba?
¿Era yo el elegido de pacheco?
Y otra pregunta tan simple.
¿Era feliz?
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Ya en el hospital me hice el despierto y Raúl y Pedro me hablaron nerviosos.
–Vegita estás bien??
No respondí.
Mentalmente no, y físicamente menos.
Pero eso no fue lo que respondí.
–Si, bien–forcé una sonrisa.
Hubo unos chillidos.
Ruidos.
Sonidos de gristales rotos.
De la puerta emergió un líquido naranja que se fue deslizando hacia nosotros , se fue acumulando este hasta formar a una persona.
A Nacho.
Nos quedamos sin aliento
–¿Qué mierda? –dije sobresaltado.
Me puse en pie y puse una pose amenazante.
Nacho mostró una cara de desinterés y aburrida por la situación , caminó un paso y chasqueó los dedos.
Miré al lado mía y Pedro y Raúl se desvanecían hasta se humo .
–¿Qué crees que estás haciendo?–me dirigí hacia el cabreado.
No iba a dejar que este capullo me quitara a los amores de mi vida.
–Van a estar conmigo porque no eres merecedor de estos buenos mozos.
–Tú que sabrás no los...
–¡Yo los amo! Más de que tú "vegita" nunca los amarás.–contestó alterado.
–Lo que sientes es obsesión enfermo, ellos me aman y nunca les dejaré.
–Ya, pero no hace un momento dudabas...¿o me equivoco?
Me tensé.
No era asunto de Nacho las dudas que me rondaban en la cabeza , todos tienen dudas en el amor...
–Mira vegita , iré a Hogwards donde nunca verás a tus amados.
Levantó las manos hasta dar una palmada y desapareció.
Mis rodillas temblaron y caí al suelo.
Iba a encontrarlos.
Iría a Hogwards.
