El terror se apoderó del pueblo, otra desaparición de una joven doncella. Con esta sería la numero 15 en lo que iba del año y eso que no había transcurrido ni un par de meses.
"Esto es obra del mal" decían unos, "estas chicas eran brujas, por eso han aparecido días después sin una gota de sangre" decían otros, "debemos resguardar a nuestras hijas" en eso concordaban todos. Pero el verdadero terror llegó cuando los jóvenes también fueron víctimas de esta terrible masacre.
"No tienen ni la más mínima idea de la verdad" era lo único que pensaba el conde Song, un solitario joven heredero que había perdido todo en esta vida: a una temprana edad habían muerto sus padres quedando como el único heredero del titulo, cuando una luz apareció en su vida con la llegada del amor, su prometida murió a manos de maleantes, después de esto se había resignado a vivir en solitario por el resto de sus días y ahora todos lo compadecian por tan triste vida, o eso es lo que contaban los rumores, pues nadie había oído hablar de él en el pueblo hasta hace unos meses atrás cuando llegó a instalarse en el castillo de su familia a las afueras del pueblo.
Caminó por los largos pasillos de la oscura mole de piedra y llegó al comedor, ahí sentada como una muñeca de porcelana se encontraba una chica, la hija del delegado.
"Lo lamento tanto" pensó antes de tomar su delicada mano y guiarla al salón principal, ese el cual hace años no se usaba para las fiestas. De pronto, una melodía comenzó a escucharse y las velas del recinto se fueron encendiendo una en una hasta iluminar completamente todo el lugar.
Juntos bailaron varios minutos esas preciosas melodías, esas que al conde lo hacían sentir vivo de nuevo, por que si, desde hace cientos de años que había dejado el plano de los vivos para convertirse en esta criatura que era ahora, esa que debía alimentarse de tal precioso liquido vital.
Una vuelta más y rápidamente su boca llegó al fino y delicado cuello de la chica. Todo fue rápido y sin dolor, ella había dejado su conciencia desde que se topó con aquel par de ojos que le hicieron perder la cordura al recordar todas esas vidas pasadas y desmayarse.
Así había sido todos estos largos años: llegar a un nuevo lugar tomando el puesto de aquellos nobles que "misteriosamente" habían decidido marcharse hace tiempo dejando como heredero a este chico, debía contar su trágica historia y ganarse la empatia de los pobladores para después comenzar su cacería.
No mentía del todo, no al menos en lo de ser un noble y sobre lo trágico qué fue su vida. Esto era real, lo que nadie se imaginaba era que esto había ocurrido hace tanto tiempo que nadie más que él lo recordaba. Pronto debía de huir de ahí y regresar a su primer castillo, pues pronto comenzarían a sospechar de él. Así había sido, huir de castillo en castillo, poblado en poblado hasta que la gente olvidara lo ocurrido.
Una vez terminada su "cena", se dirigió al estudio, ahí a diferencia del salón, solo estaba iluminado por una tenue luz. Se paró frente a ese enorme cuadro y lo admiró durante tanto tiempo, demasiado quieto, que si alguien lo viera en ese momento, creería que se trataba de una hermosa estatua. La lluvia comenzó a caer en torrenciales y un rayo iluminó la habitación dejando ver las personas en el retrato: era el conde de pie junto a una silla sumamente elegante, en la cual un chico de ojos grises y amable sonrisa se encontraba sentado.
"Han pasado tanto tiempo... Y aún te amo demasiado" eran los pensamientos de cada noche. Si pudiera llorar, era seguro que lo haría esto todos los días.
Nuevamente el pueblo gritó aterrado por encontrar aquella doncella a las afueras del poblado, al igual que las demás, sin ninguna gota de sangre en su ser. Una semana después de que esto ocurriera, un ligero golpe se escuchó en la entrada principal. Nadie lo irrumpia en su solitario hogar, por lo que aquello lo lleno de curiosidad. Vaya sorpresa qué se topo al ver aquella persona en su puerta
-Señor, ayúdeme por favor. Me dirigía al pueblo y fui atacado por unos ladrones-
Dejó de escuchar lo que le decían pues su mente no podía creerlo, ahí, frente a él, se encontraba su gran amor, aquel que había perdido hace tanto tiempo.
-Adelante, debes tener frío, estas totalmente empapado-
Y sin más, lo dirigió al interior. Sabía que era él, su voz, sus ojos, aquella expresión compasiva y elegante andar lo delataban como aquel que con su encanto lo había dejado cautivado.
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SongXiaotober 2022
FanfictionEste es mi primero año que me uno al reto de esta hermosa pareja organizado por el grupo "Secta SongXiao" en Facebook. Trataré de ir a la par del día, pero sino, no duden de visitar mi perfil de Facebook, ahí actualizo antes. También pueden encontra...