Día 09 Máscaras

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La vida habia sido muy bondadosa con él, pues después de graduarse obtuvo fácilmente un trabajo estable sin que él lo pidiera y lo había llevado a recorrer diversas partes del mundo. También era como si algo o alguien lo protegiera, pues cuando sucedía algún percanse, siempre salía ileso o si acaso con unos pocos rasguños. Todos le decían que tenía un ángel que cuidaba de él, sin embargo, él solo asentía y lo dejaba pasar. A pesar de todo esto, siempre existió esa sensación de vacío en su interior.

Esta ocasión  no había salido de su país, sino que se trasladó a una paqueña ciudad a las faldas de unas montañas. Su trabajo consistía en retratar el Festival de Año Nuevo que se llevaria acabo ahí, pues al ser uno de los lugares de mayor tradicionalidad y sin mucho bullicio, su jefe creyó que era un sitio adecuado para que su mejor elemento tomara un descanso con el pretexto de trabajar.

Al tomar su cámara apuntó a todos los lugares que pudieran darle las mejores imágenes, cuando sintió que alguien tomaba una de las mangas de su camisa. Al girar pudo observar a una mujer con una máscara puesta.

-Usted sufre de mal de amor- y se quitó aquel objeto, dejando ver aquel blanco rostro.

Lo que más le impactó fueron aquellos ojos grises que lo dejaron hipnotizado por unos segundos hasta que pudo hablar.

-¿Perdón?-

-Que usted sufre sin darse cuenta por un mal de amor-

-Los temas del corazón me tienen sin cuidado-

-No, usted tiene la marca, mire- y antes de que pudiera tomar la muñeca de Zichen, una voz los interrumpió.

-Sanren ¿qué haces?-

Se trataba de un hombre joven que cargaba en sus brazos un niño pequeño.

-Él tiene la marca de Xingchen-

Al escuchar ese nombre, fue el turno de Zichen de tomar la muñeca de aquella mujer.

-Usted... ¿Conoce a Xingchen?-

--Mi pregunta es ¿recuerda a alguien llamado Xingchen?-

-Yo... Yo creí, por un momento creí reconocer ese nombre pero-

-Ahora que lo pongo a pensar no sabe si realmente lo sabe ¿me equivoco?-

El chico solo negó y pudo ver la mirada comprensiva de la mujer mientras esta tomaba sus manos.

-Tengo un hermano menor que se parece mucho a mi, por si gustas conocerlo, sé que se llevarían bien- al decir esto dio una sonrisa.

-Sanren, por favor, no molestes más al chico, quizá no es-

-¿De qué hablas? Esta marca dice más que claro que es él. Solo esta de él si quiere venir con nosotros... De lo contrario, habrá sido un sacrificio en vano-

-¿de qué sacrificio están hablando?-

-Si vas con nosotros lo sabrás-

Sin saber por qué, siguió a aquella pareja hasta una acogedora casa, no había nada de extraordinario en ella y por un momento dudó de lo que estaba haciendo. Ingresaron la puerta principal y cruzaron un pequeño jardín tradicional. Antes de entrar la mujer lo detuvo.

-Por favor, no te alarmes, mi hermano sufrió un accidente hace años, pero eso no le ha quitado su escencia-

No sabía a qué se refería y solo pudo asentir.

-Xingchen, estamos de vuelta ¿Puedes venir por favor?-

Y un sonido se comenzó a escuchar, como si alguien golpeara algo contra el piso de madera.

-Bienvenidos- la voz era suave y tranquila, muy contrario al efecto qué causó en el corazón de Zichen.

-¡Shūshu!- en niño saltó de los brazos de su padre y corrió a donde la voz provenia.

Despues de unos segundos volvió a aparecer guiando a un chico que portaba unos lentes oscuros pero la sonrisa de su rostro nunca desapareció.

-Shūshu, mi A-Niang trajo alguien para que sean amigos-

-¿En serio? Tu madre es muy bondadosa conmigo-

-Xingchen, te presento a- y antes de que terminará de hablar fue interrumpida.

-Zichen, Song Zichen-

El rostro sonriente de aquel chico desapareció y se quedó estático antes de poder hablar.

-¿Dice que su nombre es... Zichen? ¿Como la piedra preciosa?- y una leve sonrisa apareció de nuevo, aunque ahora no podía ver por supuesto que reconocería esa vozdonde fuera.

-Si, o Song Lan como-

-Como la niebla, tran frío pero místico. Es un gusto conoceré-

-El gusto es mío, yo... Yo...-

-Yo prepararé de comer, creo que ya deben tener hambre-

-No pongas nada de picante en el plato de nuestro invitado, no quiero que sufra-

-Entonces cocinare yo, A-Xian, guía a tu Shūshu y al joven Song al patio para que puedan platicar, después me ayudaras en la cocina-

Una vez ambos estuvieron sentados en el patio sentados bajo la sombra de un frondoso árbol ninguno de los dos sabía como comenzar la platica hasta que por fin el más joven habló.

-Lamento si mi hermana lo secuestró o engañó para que viniera, pido disculpas para 3mi familia, son algo entusiastas respecto a que conozca más personas-

-No debes hacerlo y... Parecerá loco decir esto pero yo vine voluntariamente... Los encontré en el centro mientras tomaba algunas fotografías, ella me dijo que tenía un hermano con el que podría llevarme bien y bueno, aquí estoy... Ahora que lo digo en voz alta parece algo descabellado pero ella tenía razón... Una parte de mí siente que te conozco pero mi parte racional me dice que no debí haberme metido aquí en primer lugar-

El resto del día se pasaron en ese pequeño jardín, alejados del bullicio de las personas, siendo solo ellos dos y platicando de todo y nada a la vez. Desde adentro de la casa, la pareja de esposos los observaba detenidamente.

-¿En serio crees que sea él?-

-Claro que lo es, lo vi en sus muñecas, es la marca de mi hermano. Y aunque aún no lo recuerde, una parte de él se siente familiarizado-

-Espero que tengas razón, me duele verlo alejado de todos-

-Él es fuerte y Zichen lo atesora aunque lo haya olvidado, lo recordará en cualquier momento. Después de todo, él me recuerda mucho a ti-

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Continuación del día 08 🙈

SongXiaotober 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora