Primer avance.

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Han pasado alrededor de dos semanas desde que Zee y NuNew se conocieron. Zee estaba tan entusiasmado en ser amigo del castañito que le rogó a su mamá poder visitarlo cada que pudieran, la señora Jeong no estaba muy de acuerdo pues no quería molestar a su amiga, sin embargo, Lin estaba más que encantada, sabía que eso ayudaría a su hijo.

De ese modo, Zee visita a NuNew todos los días después de la escuela, su madre solía dejarle en casa de NuNew desde las dos de la tarde hasta las cinco, sin embargo, estos últimos días estuvo dejándolo hasta largas horas de la noche.

Zee no sabía el por qué, pero no le molestaba en lo absoluto, aunque debía admitir que extrañaba ver a su papá, no lo veía en la mañana porque el mayor salía muy temprano y llegaba a casa cuando ya estaba dormido, o al menos eso le decía su mamá.

Ese día no fue tan diferente a los demás, el pelinegro llegó a la casa de NuNew y le contó lo que le había pasado en la escuela.

— Yo no entiendo porque se enojan conmigo, Max dijo que debía ser menos ruidoso si quería tener amigos ¡Pero yo no soy tan ruidoso! — exclamó en voz alta, estaba molesto con sus amigos por decirle esas cosas, habían lastimado sus sentimientos.— Pensé que Max era mi mejor amigo... Pero creo que él no me considera el suyo. Los mejores amigos no se dicen esas cosas ¿Verdad?— le preguntó a NuNew, el cuál estaba sentado pintando a su gatita desde que el pelinegro había llegado. NuNew no estaba muy metido en la conversación y tampoco era como si Zee recibiera respuestas a todas sus preguntas para NuNew.

Generalmente solía tomarlo bien y se respondía solo, sin embargo, el día de hoy estaba sensible y con un nudo en la garganta, empezó a llorar silenciosamente.

—¿Acaso soy un fastidio?¿Tú piensas lo mismo, NuNu?— Los grandes ojitos del pelinegro estaban llenos de lágrimas mientras miraban al más pequeño, pero NuNew seguía pintando y sin más se rindió. No obtendría una respuesta, nunca lo hacía.

Zee seguía llorando mientras guardaba sus cosas en su mochila, lo mejor era irse a casa con su mami. Ella seguramente le diría cosas bonitas y le prepararía galletas como suele hacerlo cuando él está triste.

NuNew sintió un extraño silencio y finalmente levantó la mirada, encontrándose con Zee guardando sus cosas. Le pareció extraño que aquel pelinegro estuviera en silencio mientras guardaba sus cosas, aún era temprano para que volviera a su casa.

Con curiosidad se levantó de su silla y se acercó a Zee, señalándole el reloj.

—¿Por qué me muestras esto?— respondió Zee confundido sin apartar la mirada de sus cosas.

— Es temprano.— dijo NuNew como si fuera algo obvio.

— Pero quiero irme a casa, no tengo ganas de seguir aquí.— Murmuró el mayor, aún con lágrimas en los ojos.

— ¿Por qué?— Definitivamente NuNew no había prestado nada de atención.

Zee se sintió aún peor, por un lado sus amigos de la escuela pensaban que era muy ruidoso y que debía dejar de serlo. Por otro lado, NuNew ni siquiera lo escuchaba a pesar de estar a unos cuantos metros ¿Era muy ruidoso para sus amigos o muy silencioso para NuNew? No lo sabía y solo podía llorar, así lo hizo. Simplemente dejo que todo lo que sentía saliera a la luz, llorando desconsoladamente frente a NuNew.

El más pequeño se sorprendió un poco por ver así al pelinegro, no sabía que hacer. Recordó ver así a su mamá algunas veces pero nunca supo que hacer, rápidamente fue por su cuaderno de emociones y sentimientos.

Ahí encontro una foto que se veía muy similar a Zee, era una persona con la nariz roja, la comisura de sus labios decaída y gotitas de agua saliendo de sus ojos; según su libro era una persona triste.

En las recomendaciones decía que podía abrazar a la persona, darle palabras de consuelo y limpiar sus lágrimas, optó por lo más simple.

—¿Q-Qué haces?— tartamudeo Zee, no esperaba sentir los suaves deditos de NuNew pasando por sus mejillas.

NuNew simplemente lo observó, sonriendo victorioso por ver que el más alto ya no lloraba. Sin darse cuenta, NuNew estaba buscando hacer contacto visual con Zee, él cual estaba muy ruborizado para ver al castaño a los ojos.

—¿Por qué no me miras a los ojos?— cuestionó el menor.— Siempre me miras con tus brillantes ojos grandes pero ahora no lo haces ¿Por qué?

La tristeza de Zee había pasado a un segundo plano para él, ahora se sentía extrañamente muy nervioso.
No estaba acostumbrado a que NuNew lo mirara a los ojos fijamente.

— Y-Yo... no sé.— murmuró Zee.

— No sé porque quiero mirarte a los ojos, no me gusta mirar a los ojos de la gente, por eso mi mamá siempre me regaña pero tú tienes unos ojos muy bonitos, tengo ganas de mirarlos.— Zee estaba con la boca abierta por lo que estaba escuchando, nunca había escuchado a NuNew decirle más de tres palabras y ahora le decía esas cosas, definitivamente fue un día raro para él.

Pero definitivamente ahora se sentía mejor, NuNew lo consoló a su manera y lo apreciaba bastante, quiso darle un abrazo al castañito pero lo vió alejarse cuando abrió los brazos, recordó que a NuNew no le agradaba mucho el contacto físico.

— Lo siento.- Dijo Zee con una tímida sonrisa en su rostro mientras conectaba su mirada con la de NuNew.

NuNew copió su sonrisa y sin más, señaló su libro de dibujos para que Zee lo acompañará a pintar, se habían terminado las palabras por hoy.

Ambos niños pintaron el resto de la tarde, a veces Zee le hablaba de cualquier cosa al menor, NuNew simplemente lo escuchaba con más atención que las otras veces.

Por alguna razón no habían podido dejar de buscar la mirada contraria, por alguna razón la mirada de Zee había despertado interés en NuNew y eso definitivamente era un gran avance para él.

Learning to love you; ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora