Eran las 7 de la noche y Zee no aparecía, NuNew estaba molesto de nuevo, ya se estaba oscureciendo y eso significaba que la mamá de Zee vendría por él pero ¿Cómo vendría por él si él no estaba ahí?
Recordó la vez que se enfermó pero habían quedado en que vendría con barbijo o que lo llamaría para decirle personalmente que no vendría, pero nada. Zee era un tramposo mentiroso.
— Bebé, entra. Talvez tenía algo que hacer y por eso no vino, podemos llamar a su mamá para preguntarle.— Lin había intentado meter a NuNew a casa unas tres veces pero el pequeño no accedía o simplemente la ignoraba.
— Zee es un mentiroso, siempre hace esperar a NuNew y ahora NuNew no pudo pintar.— Siempre que NuNew se enojaba empezaba a hablar en tercera persona y vaya que estaba muy enojado.
Lin estaba por responderle pero su teléfono la interrumpió, justamente era Jeong.
— Lin, querida. Perdón por no avisar pero tuvimos algunos inconvenientes en la escuela y nos retrasamos ¿Es muy tarde para ir? Zee no me deja de insistir que debemos ir.— Se notaba en la voz de su amiga lo apenada y ¿Triste? que estaba, Lin también se preocupó.
— Claro que no, Jeong. NuNew lo está esperando, voy a preparar té para que me cuentes que tienes, tranquila ¿Sí?.— Después de su breve charla, colgaron y Lin se dispuso a hacer lo propuesto, no sin antes avisarle a su hijo.— NuNew, ya van a llegar, tranquilo.
NuNew asintió y continúo sentado en la puerta, ahora se sentía un poco ansioso. Si bien no entendía muchos sentimientos, los que reconocía los percibía sin problema.
— Zee debe tener una historia muy larga.— murmuró antes de entrar a su casa. Iría a revisar que su mesa de colores este ordenada para esperar al pelinegro.
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Unos minutos más tarde y la puerta sonó, habían llegado.
— Pasen, pasen, los estábamos esperando.— Lin había salido a recibirlos con una beso y un abrazo, rápidamente percibió el ánimo de ambos.— Tranquilos, todo está bien.
— A-Amor, ve con NuNew.— La voz de Jeong se partió, al sentir la calidez de su amiga no pudo evitar romperse.
Zee que no había dicho nada desde que llegaron solo asintió y se fue rápidamente al cuarto de NuNew, quería verlo.
Entró sin tocar y vió al castañito sentado en la alfombra con su gatita, rápidamente sus ojitos se llenaron de lágrimas y tuvo el impulso de querer abrazarlo pero se contuvo, a NuNew no le gustaban los abrazos.
Prefirió acercarse y sentarse a su lado, quería disculparse por llegar tarde pero el nudo en su garganta no le dejaba, en cambio, sus lágrimas salieron.
NuNew estaba por decirle que era malo mentir pero se vió interrumpido por los hipidos del pelinegro, al mirarlo sintió como su estómago se revolvía. Zee lloraba a mares, tratando de hacer el menos ruido posible sin lograrlo, apretando sus deditos entre sus manos y temblando levemente por tratar de calmarse sin éxito alguno.
