𝑺𝒏𝒐𝒘

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Lentamente, se ha convertido en un hábito acostarse en la nieve cada "noche" y dejar que todos los problemas y estrés desaparezcan.

Además, el calor de mi cuerpo y la frialdad de aquellas partículas blancas al juntarse me parecían una sensación exquisita.

Mis momentos favoritos son las escasas neviscas, y por raro que suene, cuando estoy afuera, en esos precisos momentos, la nevisca parece cobrar vida propia, y va paso lento, con la que puedes tener la mejor tranquilidad.

Hoy no fue la excepción, me encontraba en la misma situación que los "días" anteriores, pero no saber nada de mi pareja durante ese tiempo me dejaba ahogado en un dolor indescriptible.

Para ser honesto, es raro mantener una relación en privado, porque siempre fuí de la persona que apoya a la pareja, no de estar en su lugar.

De vez en cuando miraba a mi alrededor, buscándolo, pero sin éxito. La idea de que algo le haya pasado me asusta, y el mero pensamiento me abruma.

No sé desde cuando, lo que sé es que me desplomé hasta comenzar a llorar en las palmas de mis manos, con todo mi cuerpo temblando.

- ¿Qué se supone que debo hacer ahora?... - Lloré y esperé una respuesta de alguien, lo único que necesitaba era una simple palabra de aliento o un abrazo. Sin embargo, como soy el médico, a nadie le importa esto, sino que tiene que ser al revés, porque si no creen que uno es egoísta...

Quería dormir, mis párpados temblaban tanto como mi cuerpo, ya no podían dar más.

Tal vez soy estúpido por preocuparme por alguien que probablemente esté bien en todos los sentidos.

Una carta o algo sería suficiente, el ahogamiento desaparecería en segundos, pero nada. Se ha ido y no queda nada...

- ¿Qué sería estar en la lava? - Me pregunté a mi mismo y seguido abracé mis piernas, con esta misma pregunta rondando por mi mente.

Sentí algo frio recorriendo mi pierna, observé aquella parte y noté un ¿Gusano? No sé qué es, pero se parece.

Se arrastró desde mi pierna hasta mi mejilla, causando un ligero cosquilleo, con la cuál no pude evitar soltar una pequeña risa, le mostré la palma de mi mano para dejarle caer cómodamente.

Pareció entender mi propuesta, ya que realizó la acción que yo esperaba, lo miré ¿e hizo lo mismo?. Mis lágrimas volvieron a salir, aunque esta vez era de felicidad, entendí el propósito de ese gusano.

Me levanté de la helada nieve y fuí directo a mi habitación, saqué de mi bolsillo una tarjeta y la coloqué en la ranura de la puerta. Esta se abrió y caminé dentro de mi récamara.

Dejé el gusano en un frasco semi-abierto y no hice más que acostarme en la cama, colocando la manta encima de mi cuerpo, para por fin dormir tranquilo.

472 palabras

Algo corto, pero me gustó :3.

¿Qué les parece?

Yo no existo *desaparece*

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Yo no existo *desaparece*

ʀᴏᴅᴀᴍʀɪx ᴏɴᴇ - ꜱʜᴏᴛꜱ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora