ʀᴏᴅᴀᴍʀɪx ᴏɴᴇ - ꜱʜᴏᴛꜱ!

𝑲𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓

«Si tuvieras al asesino en frente tuyo. ¿Qué harías?» claro, quería saber cómo reaccionaría.

¿Una broma? No, no lo era. Su expresión era suficiente.

Mi cordura fué disminuyendo conforme avanzaba. Comencé a implorar por mi vida mientras lloraba.

Sacó un cuchillo y continuó caminando hacía mí.

El pánico rápidamente se apoderó de mi cuerpo.

Gracias a mi torpeza mis piernas quedaron sujetadas al suelo por los cables desordenados en la superficie lisa.

De un momento a otro ya lo tenía en frente mío y sin más...

— Te dije desde un principio que no fueras tan ingenuo, cualquiera puede traicionarte en un momento inoportuno.

Lo decía tan seco y directo, normal en él, por supuesto. Sin embargo, en ese momento era horrible.

Se agachó hasta mi altura –apoyándose de su pierna izquierda– y alzó el cuchillo.

Por desesperación comencé a forcejear, reaccionó y con mucha facilidad me agarró del cuello.

Se levantó.

Mierda, como mis piernas estaban sujetadas por los cables eléctricos, las apretaban.

Los cables eran jodidamente resistentes así que romperse sería una tarea imposible sin herramientas.

Tenía satisfacción en su rostro al verme.

Me retorcí en mi puesto sin siquiera poder respirar, coloqué mis manos encima de la suya y con la poca fuerza que me quedaba, intenté contrarrestar el agarre.

No pude hacer nada por obvias razones. Al parecer terminé por hacerle enojar.

Volvió a acercar el cuchillo, ahora en mi pecho.

¿Forcejear? Ya no había fuerza alguna en mi cuerpo.

El dolor en las piernas y la falta de oxígeno en mi cuerpo hacían que mi vista se fuera nublando.

Con la poca consciencia que me quedaba pude verlo, seguido sentí una como el cuchillo iba perforando mi piel hasta llegar al fondo.

Grité internamente y solté lágrimas a más no poder.

Por último y creo que por instinto me acerqué lo suficiente para besarlo –en la mejilla–. Le sonreí y cerré mis ojos, teniendo una última imágen. Él.

Pov P:

Quedé desconcertado por tal acción y observé sus últimos segundos de vida hasta que su cabeza se inclinó hacía abajo.

Demoré pocos segundos mirando el cuerpo ya sin vida de este. Al salir de mi trance solo saqué el cuchillo y me fuí con cierta confusión.