ʀᴏᴅᴀᴍʀɪx ᴏɴᴇ - ꜱʜᴏᴛꜱ!

𝑭𝒆𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒄𝒍𝒐𝒘𝒏𝒔

— ¡Aléjate! — gritó con leve quiebre en la voz, tapándose el rostro aterrorizado.

— . . . — se mantuvo callado, pero sin quitarle la mirada de encima, asustandolo más.

— ¡VETE! ¡NO TE ME ACERQUES! De - detent - e. . .— el nudo en su garganta le terminó de quebrar, llorando en el proceso; abrazó rápidamente sus piernas con fuerza como si de un niño pequeño se tratase.

— ¡Oigan! Ya iniciará la fies. . . — quedó quieto y callado al ver la situación. — Pink, ¿Estás bien? —

Este se acercó a paso lento, observado la posición en la que se encontraba; indefenso, vulnerable, débil y frágil. Cuándo posicionó su mano en la cabeza del chico, le acarició con delicadeza.

El de tonalidades rosadas, al sentir el tacto cariñoso, calmó, un poco, los sentimientos de susto que tenía, seguido, levantó la mirada con cierto temor.

Observando a el capitán, el cuál no tenía cambio alguno, a diferencia del papel amarillo que estaba pegado en su frente con un escrito en él "Dum".

Iba a reír ante el mensaje que tenía el papelito, sino hubiera sentido esa mirada escalofriante -en su perspectiva-.

– ¿Qué le pasa? ¿Por qué esa actitud tan inquieta y miedosa? – aquellas dos preguntas abarcaron con rapidez en la mente de Green.

Miró a el otro individuo y entendió todo.

Art, así vestía el otro individuo presente, el payaso psicópata de la saga "Art The Clown".

La actitud inquieta de Pink y el payaso; era obvio. Le tenía miedo a los payasos o a ese en específico.

La saga es muy recomendable si quieres sentir puro terror o por lo menos llegar a provocarte un revuelo en el estómago con sus escenas desagradables. E inclusive, a traumado a varios.

Soltó un suspiro pesado y pidió amablemente que se retirara al señalar la puerta.

— Calma. . . Ya se ha ido. . .— habló suavemente, tranquilizando -ahora por completo- a el topógrafo de la nave.

— . . . Bueno. . . ¿Por qué no vas a tú habitación? No creo que después de esto quieras seguir con la fiesta. . . No te preocupes, guardaré unos dulces para tí — mostró una sonrisa implacable, animando aún más al contrario, no duró mucho para que asintiera.

Se levantó con ayuda del capitán y fué a su habitación, no sin antes, darles las gracias y despedirse.