𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 2•★

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Seis meses después.

— ¡Tío, es un gusto volver a verte! — Gritó con euforia y se lanzó encima del contrario, siendo alzado y levantado del suelo con unos giros en el aire. — ¡Te extrañe mucho!

— ¿En serio me extrañaste? — Preguntó con la menos confianza en su sobrino. Era siempre un mentiroso y no daba ni una pisca de afecto a menos que quisiera algo.

El menor se separó de su tío y le hizo un puchero molesto. Aunque era verdad, lo extrañaba porque el mayor le compraba muchos regalos y lo consentía mucho, pero lo que no sabía era que el mayor ya tenía una actitud diferente y como el menor era ahora mas grande, no lo consentiría más.

O bueno, no tanto como antes.

— Vámonos de aquí, los vuelos son un poco aterradores. — Sonrió un poco y se abrazó a su sobrino por el hombro, notando cómo el chico le ayudaba con su equipaje. — ¿Dónde está tú amigo?

— Quería venir a buscarte también, pero tuvo un asunto urgente por resolver.

— Espero que lo resuelva. Oh, estás muy grande. — Habló bajo mirando a su sobrino con una sonrisa pequeña adornando sus labios.

— No vienes aquí desde hace tres años. Olvidaste tú ciudad natal. — Se quejó el menor. — A propósito, en casa te tengo un regalo. No quería dártelo aquí porque estoy seguro de que escapará al verlo y se regresará.

— No quiere un novio si es lo que estoy pensando. — Alzó una ceja y su sobrino comenzó a reír con nerviosismo. — ¡Ah!¡Endemoniado chamaco!

Su sobrino se alejó de él y comenzó a correr fuera del aeropuerto con el equipaje de Jin. Era una tarde con el sol al atardecer y las luces de la cuidad estaban comenzando a encenderse.

Los dos chicos se subieron a un carro lujoso después de una buena carrera y el coche se puso en marcha.

El lugar al que iban estaba un poco lejos, por ello, Jin estaba tratando se descansar un poco. Aunque era imposible, sabiendo que su sobrino le hacía millones de preguntas que iban y venían y pocas eran las que podía responder. El chófer ya estaba acostumbrado a escuchar lo mucho que hablaba el muchacho, así que para Jin no fue algo de que extrañar.

Había extrañado mucho a su familia y gracias a un descanso del trabajo, tuvo la oportunidad de visitarlos una semana.

Al llegar a la mansión, ambos familiares bajaron del carro y se adentraron allí. El equipaje los llevaron algunos empleados, así que Jin no tuvo que cargar con ninguno de ellos. Era mejor, de todos modos estaba muy cansado y quería descansar un poco.

Al llegar a la enorme sala, una mujer lo miro de pies a cabeza y sonrió muy grande al verlo.

— ¡Kimi! — La mujer corrió al lado del mayor y lo abrazó siendo correspondida. — ¡Mendigo, mocoso!¡Hasta que te dignas a visitar a tu hermana!

— Lo siento. — Río un poco y se separó de su hermana sujetándola por los hombros. — Estas más hermosa que antes.

— ¿De que hablas? Siempre lo he sido. — Se halago a si misma demostrandose un poco diva. — Pero si serás tonto, ¿Por qué no me llamaste? Pude ir a recibirte.

— Te quería sorprender. — Sonrió. — Sopresaaaaa~

La mujer río ante la ternura de su pequeño hermano y se abrazó otra vez a SeokJin y le besó la mejilla en más de una ocasión. Luego de eso, la fémina dejó pasar a Jin por completo y le ofreció un poco de agua o algún jugo, pero Jin, se decidió por un vaso de agua ya que para él, era mucho más fresca que alguna otra bebida.

★•𝕲𝖆𝖙𝖔 𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔𝖘𝖔•★ | 𝔑𝔞𝔪𝔍𝔦𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora