★•𝕲𝖆𝖙𝖔 𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔𝖘𝖔•★ | 𝔑𝔞𝔪𝔍𝔦𝔫

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 10•★

No supo cuánto tiempo llevaban allí, pero ver cómo aquel sujeto lo observaba desde una distancia era un tanto incómodo y vergonzoso. Había despertado hace unas horas y lo primero que vió fue a RM revisando en su reloj algunas fotos de él y luego algunos datos de mapas y más cosas. No tenía nada consigo, ni siquiera su reloj para poder usarlo y escapar.

Al parecer eran las únicas personas en la habitación, ya que no miraba a nadie más o algo que le diera a entender que tenían más compañía.

Se había revisado la herida que tenía y al saber que no sentía dolor o incomodidad por ella se sintió tranquilo. Aún estaba con vida. En gran parte estaba agradecido con RM, pero a la vez, sentía que podía matarlo por no haberlo llevado al hospital.

Estaba molesto y confundido, pues no sabía si realmente RM era de fiar o no. Le había salvado la vida, pero aún no cambiaba el hecho de que le había quitado a Bigotes y lo había obligado a buscar la ubicación de Hyun su. Confiaba en que estaría bien, pues aún no le hacían algo que atentará con su vida.

Estaba cruzado de brazos estando recostado en aquella cápsula, mirando con su ceño fruncido al contrario. Aún no sabía para que era el domo, pero creía que lo tenían encerrado allí como una rata de laboratorio. Odiaba eso, pero tampoco iba a alegar por eso para no verse como un inmaduro.

— ¿Mejor? — Habló RM por fin, después de un largo rato en el que no puso mucha atención a la mirada matadora de su contrario.

— ¡Sácame de aquí, Idiota! — Gritó y golpeó con fuerza el vidrio, pero este seguía intacto. Así que solo le quedó mirar con mucha irritación a su contrario.

— Lo lamento, no puedes salir de aquí. Sabes muchas cosas. — Le habló tomando lugar en una silla de escritorio y se acercó a SeokJin, poniendo sus codos en sus piernas e inclinandose un poco.

— ¡Solo se que te has llevado a mi gato sin razón alguna!¡También sé que quiero golpear al imbécil que cedo a mi sobrino! — Golpeó otra vez el vidrio pero no hizo nada en absoluto a este.

— Casi acabas con tu vida por venganza, ¿Crees que por algo así vale la pena ponerte en peligro?

— Me tomaron por sorpresa. — Gruñó avergonzado, pero volvió su mirada a el mayor. — No me cambies el tema, dame a mi gato, no me importa ni siquiera quien eres.

— No seas idiota, ¿Por qué crees que tendría mi número y mi nombre? Soy su dueño.

Jin detuvo sus golpes por un momento bastante confundido. No podía ser de él. Pero también, todo tenía sentido. Según su hermana, el gato había llegado a casa con su collar e incluso su nombre, pero nunca dieron con su dueño. Y sobre el número de teléfono, nunca supo porque no lo llamaron. Si bien, tampoco supo de él hasta que lo vió en su cama al despertar, pero aún así, RM si parecía decir la verdad.

— ¡Eres un mal dueño! — Gritó de repente logrando hacer que RM saltará en su lugar. — ¿Como es posible que nunca lo buscarás? Es un gato muy encantador.

— Ja. — Chistó con gracia, pero en el fondo lo hizo sentirse extraño.

— ¿Que?¿No te parece? — Habló frunciendo el ceño mientras discretamente con una de sus manos trataba de buscar como quitar o romper el domo. — Creo que no te has dado el tiempo de conocer a tu mascota.

— ¿Eso crees?

— Es lo que creo. — Empujó un poco con su pie el domo al ver como RM parecía estar clavado a su mirada. Tampoco podía apartar su mirada de aquellos ojos, eran algo hipnotizantes.

Ni siquiera sabía que estaba haciendo, RM no apartaba su mirada y sentía el corazón acelerado. Sentía como comenzaba a tener sus mejillas calientes y sus manos comenzaban a sudar. Ese sujeto estaba jugando con su cabeza.