Bitácora de viaje: día 3

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Número Cinco: Para quién encuentre esto...

Hace dos noches que no puedo conciliar el sueño...estoy cansado, hambriento, sediento y sin pista alguna de lo que causo esto...

Mis músculos tiemblan y mis huesos me comienzan a pesar...duele a cada paso...es como su tuviera una maldita piedra atada en mi cuello...

Mi estado de nutrición es lamentable, pero si quiero seguir vivo debo rebajarme, ya que el punto de la supervivencia se basa en la misma supervivencia... sólo los más capacitados sobreviven, y yo...soy el mejor.

Al parecer esos estúpidos libros sobre supervivencia que papá me obligó a leer años atrás no resultaron tan inútiles como yo creí. Lástima que no encuentre con que cortar aún... Tuve que desollar a un conejo con una piedra obsidiana filosa, claramente no fue la misma con la que le moli en cráneo. Maldición, estoy demasiado sucio, debo encontrar algún sitio en el cuál limpiar mi uniforme.

La noche es fría y silenciosa, como el filo de un bisturí... La siento en mi piel y me da escalofríos... aún sigo despierto, no tengo sueño, cada vez que cierro los ojos mi cuerpo tiembla y me molesta algo en mi interior, estoy frustrado, me molesta, no siento nada más que el frío de la noche en mi piel.
Estoy aquí y sin embargo no me siento...alguien me habla...no lo escucho...alguien grita...sh-sh-sh-sh...lo oyen?....creo que poco a poco ....

Me

Estoy volviendo loco...

What if...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora