Inmediatamente se oyó el grito de aquella extraña persona, el joven soltó su agarre y su mirada se tornó más fría de lo habitual, apoderándose la duda de él.Bruscamente, mientras el desconocido se retorcia del dolor, quitó la manta que cubría su rostro, dejando a la vista lo que jamás creyó que pasaría.
¡Era una chica! Atónito se apartó entre tropiezos y comenzó a maldecir entre balbuceos.
-Esto no es verdad, esto no puede estar pasandome a mi, no, no,no esto es inaceptable- Debido a la horrible sorpresa se cubrió la cara de la desesperación. - ¡Tú no puedes ser una niña!, ¿cómo ... cómo es qué entre tantas personas, fuertes, más capacitadas y mejor preparadas...una niña ordinaria y corriente aún sigue con vida?-.
-¡No soy ordinaria y corriente!-. Se quejó la niña.- Solo venía a traerte algo para comer, te vi ahí tirado y quise ayudarte-.
- Si bien lo recuerdo...no pedí tu opinión mocosa -. En tono sarcástico escupió el chico.
- ¿Siempre eres así ?-.
- Si-.
- ¿De donde vienes?-.
-Y a ti que te importa, chiquilla-.
- Bien, entonces me llevaré esta lata de comida y la disfrutaré gustosamente-. Y con un aire desafiante, la niña, tomó unas latas y se apresuró a salir del lugar. - Que tengas buen día bobo-.
-Estos serán los dias más asquerosos de toda mi vida-. Exclamó deshaciendose en un profundo suspiro.
- Y yo creí ser la última... Será lindo tener un amigo-. Rió la chica mientras se marchaba.
- Que asco-. Susurró número Cinco, volviéndose a recostar en su lugar.
La tarde paso aburrida, la misteriosa niña se dedicó a explorar la ciudad buscando tesoros, pero no tuvo éxito alguno. Optimista aún, fue a escalar unas ruinas, estaba tan concentrada que ignoró la presencia del niño, quién, sentado sobre unos escombros y de brazos cruzados, observaba en silencio aquel espectáculo.
- ¡Oye niña!-. Gritó. - ¡Si pones tu pie allí te vas a caer, se ve flojo!-.
-¡¿Que?!-
-¡Si pones tu pue ahi te vas a caer!-
-¡No te oigo!-
-¡Si pones el pie ahí te vas a caer, maldita sorda!-
- Ahhh-
-...-
-¡Gracias!-
-Ni lo menciones...idiota- balbuceo serio el niño.
No paso mucho tiempo hasta que la niña, ya alcanzado su objetivo, fue hasta el niño con alegría.
-Me viste ¿Viste que subí muy alto?-.
-Felicitaciones-. Respondió sarcásticamente el niño.-Para mí-
-¿Por qué?-.
-Porque de no ser por mí, estarías muerta con la cabeza destrozada y como una idiota-. Exclamó en niño con una sonrisa falsa.- Que gusto que el alma de mis hermanos se comparta con la tuya, lo extrañaba, un poco-.
-¿A qué te refieres?-.
- Sin mi intervención jamás lograron hacer nada bien y ahora tú-. Señalo a la niña.- Es bueno saber que la estupidez aún existe-.
- ¿Ellos te querían por eso?-.
- Jamás me intereso saberlo, y ya déjate de preguntas estúpidas-.
-¿Tú los querías?-.
-¡Que cierres la boca!-. Gritó el chico poniéndose de pie y marchándose, dejando a la chica sola.
Número Cinco se dirigió en silencio sin dirección alguna, con en seño fruncido y las manos en los bolsillos, en silencio. No fue hasta que estuvo a una considerable de la niña, cuando se quebró en llanto.
Era tal su dolor que no tuvo fuerzas para estar en pie, y poco a poco se fue deslizando hasta caer de rodillas en el suelo.
- ¿Qué si los quería...? Jajajaja... Ellos eran lo único estúpido y ruidoso de mis días...-. Aullo entre sollozos y lágrimas.Daría...
todo...
por esos idiotas.
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What if...?
FanfictionTras ir al futuro, Número cinco, queda varado a merced de una devastada y desierta realidad en la que tendrá que sobrevivir con esperanza de volver a su pasado.Enfrentandose a la soledad cruda de estar con su peor enemigo... el mismo. ...