Autoaceptación, una amistad profunda, una pérdida insoslayable y la valentía de seguir adelante. Así puede resumirse la historia de Deanna Brown y sus amigos, un grupo de jóvenes que deberán afrontar con las decisiones que han tomado y la apariencia...
El Instituto Cristal Creek se vio inundado por una oleada de estudiantes que salían de sus aulas hacia el comedor en busca de almuerzo. Entre la multitud estaba Deanna, que se sentado en una banca junto a su mejor amiga, Samantha. Como de costumbre, Sam estaba deseosa de hablar de las últimas novedades del colegio, y Deanna tenía una novedad en la mente.
"¡Oh! " comentó Deanna, de repente "Hay un chico nuevo en el colegio. Es amigo de Mark"
Samantha enseguida levantó la mirada, el rostro iluminado de interés. "¿Y qué hay de él? ¿Cómo se llama? ¿De dónde viene?"
Deanna, que estaba acostumbrada a este nivel de interés de Samantha, se encogió de hombros. "No sé mucho sobre él, solo sé que se llama Aaron y es amigo de Mark. No es tan importante", dijo, tratando de calmar el entusiasmo de su amiga.
Samantha, sin embargo, no se dio por vencida. "Tienes que contarme más sobre él, Deanna", insistió con su voz suave, pero firme. "Tengo que saberlo todo".
Deanna miró a Samantha con una expresión que intentaba ser de resignación, pero no pudo evitar sentirse un poco presionada por la insistencia de su amiga.
Después de un momento de silencio, Deanna cedió. "Bueno, supongo que puedo decirte un poco más sobre él", comenzó. "Mark me dijo que es un chico bastante amistoso y amable. Pero Mark también me dijo que es un chico bastante inteligente y que tiene una forma única de ver el mundo. Eso me interesa". continuó
"De todos modos, no sé mucho más sobre él. Solo sé que me pareció una buena persona cuando lo conocí".
Samantha sonrió, satisfecha con la información que había conseguido de su amiga. "Vaya, parece un chico interesante", dijo, mientras se apoyaba en su rodilla. "Me pregunto si lo conoceré alguna vez, Mark debe presentarme ante él"
Deanna se encogió de hombros y continuó con su almuerzo, pero no pudo evitar sentir que había despertado un interés en su amiga que no iba a desaparecer fácilmente y eso no significa nada bueno. Después de un rato de conversación y risas, las amigas se despidieron, pero Deanna estaba segura de que el tema de Aaron no se había acabado allí. Conocía muy bien a Samantha.
Y así, con una curiosidad y un interés crecientes, Deanna se encontraba en medio de una nueva y emocionante aventura.
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