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Una estación, tras otra.
Mucho tiempo transcurrido.
Desesperación de por medio, al saber que sucedería con aquellos dos humanos los cuales creaban sensaciones mutuas que eran solo capaces de ser perceptibles ante algún lector, cuyo gusto fuera leerlos como su palma.
Suele pasar que, al descubrir tus sentimientos románticos por alguien entras en una etapa totalmente distinta.
Algunos entran en negación.
Otros en aceptación.
Y otros en ataques psicóticos.
Si, Honey estaba en negación.
Y Sakusa tenía ataques psicóticos. No literalmente; pero bien dicen que el que cae al último cae más fuerte.
Kobayashi no creía que el le correspondería, era demasiado pronto y ella era muy insoportable.
Kiyoomi no podía ver alguna pareja en la calle por que su primer pensamiento era "Honey y yo nos veríamos mejor que ellos"
Honey negaba estar enamorada de él. Por qué tenía miedo de que no fuera correspondido.
Sakusa no podía dejar de crear imaginarios falsos donde ella se le confesaba.
Dios, Kiyoomi había caído tan fuerte como sus remates...
El día era frío, las lluvias no cesaban. Pero esto era una genial excusa para que Sakusa pudiera visitar a aquella chica, con el buen pretexto de que le quedaba de "pasada" y si iba era solo a ver la serie en común que les recomendaron a ambos.
Por qué claro, si te recomiendan una serie y tienes la oportunidad la vez con tu persona favorita.
Y llevar postres en días lluviosos a la casa de Honey con la serie como excusa, era la manera de Kiyoomi de decirle que ella era su persona favorita.
— ¿Lo prefieres con o sin azúcar? — preguntó curiosa al azabache, mostrándole la taza de té que le estaba preparando para poder acompañar aquellos ricos panes dulces que tenían de lado.
A Kobayashi le encantaba, cualquier cosa que lo involucrara a él a su lado le encantaba.
Pero se sentía insegura; quería una confirmación de que no era algo que ella se estaba imaginando. Quería tener la certeza de que era algo recíproco.
Sakusa lo sabía. Cada día la conocía mejor.
Kobayashi debía aceptar de una vez que tal vez aquel té negro podía ser endulzado con un toque de otra cosa.
Y Sakusa estaba harto de fingir que no le gustaban las cosas dulces.
— Lo prefiero con miel.
Y tal vez, Honey solo necesitaba un empujóncito más para confirmar lo que ansiaba.
Pero ahora ya podía estar tranquila. Por qué el tuvo la iniciativa de avanzar, por que supo leerla, por qué puso la suficiente atención para saber lo que su chica necesitaba.
Y con esto, solo puedo decir...
Gracias, Kiyoomi por darle aquel dulce primer beso de confirmación.
