4. Bebés

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La naturaleza de los demonios era desconocida hasta por ellos mismos, muchas veces cuestionaban su propia naturaleza y es que para empezar ¿Cuál era la necesidad de comer humanos? No era el hecho de que no fueran deliciosos simplemente no entendían, un día lo hicieron y les gusto. Su odio por los humanos era totalmente justificado ya que fueron ellos quienes atacaron su territorio viéndolos como amenazas, lógicamente se tenían que defender.

Existían algunos demonios que decidieron camuflarse con los humanos para evitar los conflictos, utilizando el glamour lograron esconder bastantes características aterradoras logrando vivir relativamente en paz, aunque si había momentos en los que dejaban salir su verdadera naturaleza eran bastante cuidadosos de no ser descubiertos y en su momento eliminar testigos.

Ahora imagina la sorpresa de Mk al ver a un demonio usando una armadura bastante pesada con un hacha en mano retando a su mejor amiga a un duelo. No sabían en que momento paso, habían salido a jugar videojuegos luego de un largo turno de trabajo por parte del chico y justo cuando salían apareció el demonio alegando estar ahí para ganarse el derecho a ser la pareja de vida de la joven dragón, también quería retar al sucesor pero al estar bajo la protección del gran sabio prefirió no arriesgarse a convertirse en el almuerzo del rey. La chica intento negarse a combatir, pero el demonio insistió mucho en el hecho de ser descendiente de un linaje de dragones y rechazar una pelea sería un insulto a su familia, la chica no tuvo más opción que ir a un lugar apartado de la ciudad a pelear dejando al adolescente solo.

Eso había puesto sorprendentemente de mal humor al muchacho, no le gustaba estar solo y no podía ir con pigsy ya que había salido a hacer unos recados con Tang, Sandy dijo que tenía resfriado, Monkey King estaba ocupado ya que al parecer algunos monitos se sentían enfermos y querían ser mimados por el rey, Red son y su familia no eran opción ya que el primero fue a pelear contra demonios y sus padres fueron a apoyarlo (avergonzarlo).

Estaba de malgenio a estas alturas. ¡NO ESPERABA PASAR SU TARDE LIBRE SOLO! Estaba tan frustrado que no se dio cuenta hacia donde caminaba, suspiro resignado y cuando levanto la vista se asombro al ver el dojo de Macaque frente a él... ¿Cómo carajos termino ahí? Quiso dar media vuelta e irse al departamento cuando la gran puerta del dojo se abrió repentinamente mostrando al dueño con una expresión cansada y su pelaje algo revuelto, no tenía su bufanda roja, pero si su característico uniforme.

- Hey kid, que sorpresa verte ¿no deberías estas con la chica dragón? - se hizo a un lado para dejar al joven pasar, Mk coloco sus manos en los bolsillos de su chaqueta entrando resignado. Ya estaba ahí ya que importaba.

- Se supone, pero un demonio apareció y la reto a una pelea y al parecer es ilegal rechazar. ¿ibas a salir no? - el adolescente estaba asombrado con el orden en el dojo, no esperaba que el lugar estuviese tan impecable con un estandarte para armas perfectamente cuidadas y varios elementos de entrenamiento, un sillón rojo con una manta afelpada y cojines amarillo. Ahora que lo pensaba ¿no era un lugar muy grande para un solo mono?

- Oh si, son bastante estrictos con esas reglas. Justo iba a salir cuando apareciste... y hablando de eso ¿te puedo pedir un favor? - Mk miro como el del pelaje oscuro acomodaba su ropa buscando algo con la mirada

- Pues no tengo nada mejor que hacer, si claro no hay problema - se encogió de hombros notando un bulto en el sillón que se movía, era la bufanda roja de Macaque y se estaba moviendo ¿Cómo no la vio antes?

- Ay perfecto, no sabía a quien más pedirle. Mira se que esto puede sonar como una locura, pero no lo es... tenía planeado presentártelos de otra forma sin embargo con la temporada de caza como mucho tengo tiempo para una pequeña siesta.

Eso había desconcertado al mortal, no comprendía que era tan importante para tener al Mono oscuro tan tenso.

Eso era una locura, es decir, es verdad que después de la pelea contra LBD Macaque se había vuelto menos agresivo con el grupo, pero no dejaba ir la oportunidad para soltar algún comentario para fastidiar a alguien, sobre todo a Wukong.

- ¿De qué hablas? - Macaque aparto su bufanda del sillón revelando a un par de monos bebés acurrucados entre ellos de pelaje negro, sus rostros con el diseño de una calavera de color rojo y en las puntas de sus colas en forma de nube destacaba el color rojo, claramente usando ropa de bebé de color negro con detalles dorados y un pañuelo amarrado en su cuello del mismo color. Ambos abrieron sus ojos dorados mirando fijo al muchacho, uno con sueño y el otro alarmado.

- Mk permíteme presentarte a mis pequeños terrores, ella es Rumble y él es Savage - señalo primero a la pequeña mona que se había sentado mirándolo con sus brillantes ojos dorados con total tranquilidad y luego señalo al otro pequeño quien a diferencia de Rumble estaba totalmente a la defensiva escondiéndose tras su hermana. Mk se había quedado en blanco con la mirada fija en el pequeño par. Eran la cosa más linda que habían visto sus ojos... Ojala los monitos de Monkey King no lo escucharan.

- Tienes hijos...

- Podría decirse que sí, no estoy 100% seguro de como paso, pero un día solo aparecieron y ahora no se despegan de mi - el mono de las sombras dio media vuelta acomodando la bufanda en su cuello buscando un arma - no me gusta dejarlos solos así que aprovechando que estas aquí quería pedirte que los cuidaras en lo que me encar... - se giro esperando ver al adolescente tratar de manejar al par. Grande fue su sorpresa al verlo sujetar un par de pañaleras, usar un cinturón con botellas de leche, chupetes junto con un par de osos de peluche, en su cuello tenía unos juguetes de bebé como llaves y unos sonajeros. Macaque no tenía pañaleras ni esos juguetes ¿de donde rayos saco todo eso?

- Me comprometo como hermano mayor a cuidarlos con mi vida - el mono de pelaje negro trato de contener la risa al notar la mirada tan decidida del adolescente. Necesitaría reglas.

- OK ok... me convenciste, puedes venir a mi dojo cuando quieras y tomar lo que gustes, en los gabinetes de la cocina hay formula especial para bebé, aunque están empezando a comer fruta así que solo dales el biberón para que duerman. Puedes llevarte algo de ropa de mi armario ya que son sensibles al aroma tener mi olor los ayuda a calmarse. No les des café, ni dulces, se entretienen fácil así que no será problema y lo más importante NO LOS LLEVES CON WUKONG. ¿entendido? - el muchacho anoto todo en su teléfono con rapidez mientras asentía, el mono aprovecho para despedirse de los pequeños dándoles un beso en la frente pidiéndoles ser buenos con Mk- no te preocupes niño prometo pagarte bien por cuidarlos y gracias otra vez por esto.

- No es nada, con gusto te ayudo. Además ¿Cómo podría negarme a un par tan lindo?

Tras un acuerdo sobre el pago el mono de las sombras finalmente pudo salir dejando a sus pequeños al cuidado del adolescente, los pobres dejaron salir chillidos de angustia al no ver más al mayor. Costó un poco pero el pelinegro logró llevarlos a su departamento y es que tuvo que envolver a Savage con un suéter para que no lo aruñara, ya empezaba a distinguirlos bastante. Rumble era tranquila y buscaba mucho la atención y ser mimada todo el tiempo, aunque se entretenía con cualquier cosa, era muy obediente y tenía un rico olor a fresas con algo de mango; la cosa cambiaba con Savage, él era muy rebelde y era claro que no confiaba en el humano, le gustaban los lugares altos y era muy escurridizo además de desobediente lo único que hacia era estar pegado a su hermano o se enrollaba en alguna prenda de Macaque bufando como un gato cada que el joven se acercaba.

Le tomo 4 horas ganárselo, pero al final canto victoria cuando les sirvió al par un plato con fresas y banana junto con algunos arándanos. Gracias a eso Savage dejo de ser tan agresivo, ahora podía acariciar su cabeza por momentos antes de ser mordido. Tenían colmillos chiquitos pero fuertes, noto un rico aroma a banana con mango en el pequeño.

Esa noche durmieron acurrucados en una almohada con un suéter azul marino cubriendo sus cuerpos, en cuanto aspiraron el aroma del Mono de las sombras cayeron dormido dejando salir ligeros chillidos y ronquidos. Mk iba llenar la memoria de su teléfono con fotos de los pequeños.



¿ahora como iría a entrenar con ese par?

El errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora